THE OBJECTIVE
El purgatorio

Pilar García de la Granja: «No tendría problema en entrevistar a Josu Ternera»

La periodista burgalesa defiende que la competencia fiscal «es lo bueno para España y para que algunas comunidades autónomas no se quisieran separar»

Pilar García de la Granja (Burgos, 1971) está agitada. No por nada en especial, es que ella siempre está haciendo cosas. «A mí me hubieran diagnosticado de pequeña que era hiperactiva», confiesa la periodista afincada en Madrid, pero que tantos años vivió en Nueva York. Conocedora de los Estados Unidos de América y de sus políticos, especialista en periodismo económico, madre coraje, impulsora de la fundación Querer. Colabora con Carlos Herrera en la COPE, lo ha hecho con Ana Rosa Quintana en Telecinco, es amiga de Jorge Javier Vázquez y, de vez en cuando, se deja caer por tertulias televisivas. Lo dicho, su vida es no parar. Aunque hoy, sentada, se sienta a ser purgada.

PREGUNTA.- ¿Hay un lado femenino de entender la política?

RESPUESTA.- Hay un lado femenino de todo y hay otro lado masculino, y probablemente lados fluidos también. Pero en todo en la vida, en la política, la familia, la educación.

P.- ¿Pero se parecen en algo Yolanda Díaz y Cuca Gamarra a la hora de hacer política?

R.- Sí, sí, sí. Creo que las dos tienen ganas, tienen aspiraciones, tienen objetivos, comparten metas. Cada una la suya. Pero claro que sí, que quieren transformar.

P.- Algunos dicen que si las mujeres gobernaran, el mundo estaría más tranquilo. ¿El mundo sería más tranquilo si las mujeres gobernarán más?

R.- No sé si la palabra es tranquilo, probablemente sería un mundo diferente, porque las personas somos todas diferentes. No es tanto el sexo biológico como el talante de la persona. Hay mujeres muy agresivas y hay mujeres más calmadas, menos agresivas. Hay hombres agresivos y hay hombres más calmados. O sea, yo creo que no tiene tanto que ver con el sexo como con el talante. 

P.- ¿Cuándo nació en Pilar García de la Granja la vocación de ser periodista? 

R.- Siempre he querido ser periodista. Yo siempre he querido contar historias. No tengo familiares periodistas, de hecho, fíjate, en mi casa siempre me decían que me especializara en algo, porque ser periodista es algo como muy amplio. Y yo decidí que a mí me gustaba la economía y las empresas, los balances y esas cosas. Luego dentro de eso, me gustaba muchísimo el sector energético, las chispas.

P.- ¿Por qué caemos tan mal los periodistas? ¿No tiene esa sensación de que caemos mal en general a la sociedad?

R.- Creo que las personas cuya vocación es contar historias, contar lo que pasa, no sólo caen bien, sino que además son premiadas por la sociedad. Igual hay otro tipo de periodistas que tienden a ser ellos mismos las noticias y eso al final es un poco de problema. Pero cuando tú comunicas, cuando cuentas cosas, cuando tú enseñas la realidad, la gente lo agradece. Qué sería del mundo sin el cuarto poder.

P.- ¿Hay terroristas informativos? ¿Existen en el periodismo español?

R.- No, yo creo que en el periodismo español, y no solo, hay activistas. Que es muy distinto. A mí la palabra terrorismo me da mucho respeto, hay activistas y yo creo que convertirse en activista al final lo que te hace es perder ese punto por lo menos de sospecha sobre las cosas. El periodista lo que tiene que intentar es contar versiones. Todos tenemos opinión y todos damos nuestra opinión. Damos nuestra opinión cuando decidimos qué titular poner, damos nuestra opinión cuando decidimos qué fotografía sacar o qué frame de una imagen dar en un vídeo. Todos tenemos un posicionamiento ideológico. Ser activista es ir un paso más allá. Todo lo que no sea como yo lo veo o como yo lo percibo está mal y o estás conmigo, o estás contra mí. Y a mí eso sí que me parece que es un peligro.

P.- ¿Notas más activistas ahora que antes que hace años?

R.- En la sociedad se ha producido en el mundo occidental en los últimos años una polarización. Probablemente porque partidos políticos, instituciones, sociedad civil, en algunos sitios no tan fuerte como debería, pero en otros países, con una sociedad, con una sociedad civil muy fuerte, como en Estados Unidos, se ha producido una polarización muy importante. Y cuando todo se polariza, se polariza la política, se polariza a la vida social, se polariza al periodismo, se polariza todo.

P.- Ya que mencioné justo antes la palabra terrorismo, se ha armado polémica por el documental que Jordi Évole sobre Josu Urrutikoetxea, uno de los mayores sanguinarios de ETA. ¿Pilar García de la Granja tendría algún reparo en entrevistar a Josu Ternera?

R.- Ninguno. Yo lo entrevistaría. Puede que haya periodistas que no lo quieran entrevistar, eso es perfectamente respetable. Yo creo que todo el mundo tiene algo que contar. Otra cosa es lo que tú después preguntes. Ese es un problema de quién lleva en este caso el guión o la entrevista. Y cuando tú te enfrentas con un asesino, pues yo entiendo que hay que preguntar por los asesinados. Pero por supuesto que le entrevistaría. 

«España debe inspirarse en la capacidad de trabajo de EEUU»

P.- En lo relativo a la política española, ¿qué le molesta? ¿Qué le preocupa?

R.- La falta de verdad. Y además textual. En esta vida te pueden tomar por tonto, te puedes hacer el tonto. Hay veces que tienes que hacerte el tonto. Pero que te tomen sistemáticamente por tonto, que te engañen sistemáticamente. A mí eso me parece muy duro de aceptar. A mí no me gusta.  En la vida todos nos equivocamos, cometemos errores, pero la mentira a mí es que me pone muy nerviosa.

P.- ¿Estamos en una época en la que más que penalizar, casi que la mentira da votos?

R.- Vivimos como en una especie de Matrix en todo. Y la política no es un elemento ajeno a esto. Y en el que la banalización llega hasta tal punto que ya da igual lo que se diga, como se diga, que digas una cosa hoy, mañana digas otra. Claro que cambias de opinión. Claro que evolucionas a lo largo de la vida, claro, pero no sé, se cambia de opinión y se evoluciona a lo largo del día 125 veces sobre temas cruciales que afectan a la estructura del Estado. Me pregunto. No sé.

P.- Pero parece que eso se premia a veces en las urnas, o al menos no penaliza. 

R.- Sí, en eso tienes razón. Bueno, yo creo que si me estás preguntando por las últimas elecciones, mi percepción de las últimas elecciones es que el país está dividido por la mitad. O sea, hay una mitad que piensa una cosa y hay una mitad que piensa otra. Que cada vez votamos más en base a lo que nos interesa más cerca. En vez de pensar en el conjunto de la sociedad. Que la política económica se utiliza para crear nichos de identificación de colectivos.

Y que eso suma mucho, independientemente de lo que le suceda a los demás. A mí eso no me gusta, pero también creo que hay mucha gente que nace, crece, se reproduce y muere pensando que es de un lado. Creo que eso lo único que demuestra es una falta de cuanto menos de objetividad del sitio en donde vives. Cuando una cosa se hace mal hay que decirlo, cuando una cosa se hace bien, hay que premiarla.

Pilar García de la Granja posa, sonriente, para The Objective. | Víctor Ubiña

P.- ¿Somos más sectarios? 

R.- No lo sé. Yo creo que muchas veces habría que volver a Barrio Sésamo. Arriba, abajo, derecha, izquierda. Bien, mal. 

P.- ¿Hemos perdido las fronteras de eso?

R.- Claro, ya está todo demasiado fluido. Estamos en una legislatura fluida. 

P.- Pilar García de la Granja conoce muy bien Estados Unidos, especialmente Nueva York. Conoce bien el país, la política y la mentalidad de los estadounidenses. ¿Hay mucha diferencia en la mentalidad española a la estadounidense?

R.- Sí. Ellos son mucho más sencillos, mucho más mecánicos. Eso nosotros lo interpretamos como que son naíf o como que son superficiales. Que no les interesa lo que esté fuera de Estados Unidos, pero en algunos casos es verdad, en otros no, pero son 340 millones de personas. O sea, es como si estamos hablando de toda la Unión Europea y entonces en 340 millones de personas hay de todo. A mí lo que me gusta de los americanos, sobre todo, es esa capacidad de creer en uno mismo, de creer en la comunidad en la que viven. Son espectaculares en eso. Y el sueño americano. El sueño americano es algo que constantemente renace no solo entre los propios americanos, sino entre los miles de personas que quieren llegar todos los días para vivir allí. Y eso hace que sea una sociedad muy viva, muy trabajadora. 

P.- ¿Usted ha vivido el sueño americano?

R.- He vivido dos veces el sueño americano. El primer sueño americano fue llegar allí, estudiar y ponerme a trabajar, que era increíble. Llegabas a Nueva York y te sientas en una acera, en unas escaleras, en un brownstone y sólo con ver pasar a gente, entonces no había teléfonos móviles, pero si tuvieras un teléfono móvil estaría en la India, en el África subsahariana. Aprendes sólo con mirarlo. Y luego es una ciudad tan competitiva que los malos son cojonudos. O sea, hay gente que es buenísima, es increíble. Y la segunda vez que viví el sueño americano fue cuando fui con mi hijo enfermo, que encontraron cómo ayudarle.

P.- ¿España en qué debe envidiar a Estados Unidos?

R.- Creo que no hay que envidiar por principio. [Ríe] Si tuviéramos que inspirarnos para mejorar algunas de nuestras debilidades, yo me inspiraría en su capacidad de trabajo, su capacidad de creer en la persona. Si quieres, puedes. Es verdad que hay bolsas de enorme pobreza en donde hay mucho trabajo por hacer, pero Estados Unidos es un país en el que si quieres, no te voy a decir que llegas a ser Rockefeller. Pero existe una progresión en la vida.

Existe ese ascensor social que en la época de los 80, en España se hablaba de la educación como el ascensor social, allí existe, es real. Y a mí eso me parece maravilloso. Luego premiar al que trabaja y ayudar al que sin haber robado, matado, se equivoca. Las oportunidades en Estados Unidos y la oportunidad que te da la comunidad y la sociedad es una de las cosas que a mí más me emociona. No te destrozan la vida si te has equivocado, todo lo contrario. La equivocación forma parte del aprendizaje. 

P.- ¿Y aquí no tanto?

R.- Mira, una vez escuché a Valentín Fuster decir le preguntamos por qué no viene a España, si es un si es un cardiólogo tan importante. Ya lo ha hecho.  Y él dijo: «Y a mí España me encanta y ya no es una cuestión de dinero, es que España tiene un problema que es la envidia». Entonces la envidia destroza a la persona envidiosa y destroza a las personas de las que se siente envidia.

«El referéndum en Cataluña se puede defender, pero la amnistía no»

P.- Somos un país cainita. 

R.- Sí, cainita, envidioso de la palabra, envidioso. No soportamos el triunfo del de al lado, no nos alegramos, no nos gusta, no nos rodeamos de gente que sabe más.

P.- Se utiliza mucho en la política española, ya lo habrá visto a Trump. Cuando hablan de trumpismo en la política patria. Primero, ¿qué es para Pilar García de la Granja el trumpismo? Y segundo, ¿hay trumpismo en nuestra política? 

R.- Vamos a ver, el trumpismo es un producto de las políticas durante la segunda legislatura de Barack Obama. Durante esa segunda legislatura, se produjo en Estados Unidos una quiebra de la sociedad muy fuerte en diferentes estados en materia de política exterior, en materia de inmigración, en materia de política social. Nosotros tendemos a ver a Estados Unidos como demócrata bueno, republicano, malo. Pero claro, nosotros no votamos en Estados Unidos, ni vivimos allí y pagamos impuestos, ni todas esas cosas. Y entonces ahí hubo una quiebra muy polarizante.

Entonces lo primero que es Trump es un resultado de las políticas de la segunda legislatura de Obama, particularmente los últimos dos años, con la implantación de ObamaCare, que era el sistema público de salud sin pactarlo con los republicanos. Vaya por delante que yo creo que debería de existir en Estados Unidos un sistema sanitario mucho más parecido al europeo que al que tienen allí. Pero allí tienden a pactar las cosas y eso no se pactó.

Eso abrió una brecha y luego abrió una brecha con una parte muy importante en Estados Unidos, que son los inmigrantes, fundamentalmente los inmigrantes latinos. Entonces tenía bronca con los venezolanos que estaban llegando por miles por la cuestión de Venezuela, bronca con Colombia por el plan de paz de Colombia. Que es el único país del mundo en donde haces un referéndum entre plan de paz sí y plan de paz no, y sale es al plan de paz no. Entonces alguien se lo tiene que hacer mirar. Con México muchos problemas también. 

Entonces, Trump es una reacción dentro de un partido republicano con pocas ideas en ese momento y es una reacción a todo esto. Gana las primarias contra todo pronóstico. Y lo que hace Trump es fijarse en el americano de clase media que vive en los suburbios de las grandes ciudades, en donde el efecto de la globalización, es decir, vamos a compartir nuestro conocimiento, vamos a llevar algunas fábricas a otros países en donde es más barato para ayudar a desarrollar.

Me estoy refiriendo, por ejemplo, al sector de la automoción en Detroit o al sector de la fabricación textil que se fue al norte de México. Bueno, un montón de sectores. Eso hace que miles, millones de familias de clase media en cuatro años pasen de clase media a clase media baja, sin solución de continuidad. Y dar respuesta a esa gente no lo pudo hacer Obama.

Y Trump lo que hizo fue utilizar el populismo verbal y hacer el llamamiento a lo peor del estómago para que la gente se rebelará contra eso. Pero había una base real. Hay una base real. Hay una serie de políticas que probablemente sean fantásticas para el bien común dentro de 40 o 50 años, que tienen un coste social muy grande y que este coste social no se está abordando desde mi modestísimo punto de vista, ni con la prudencia ni con el consenso necesario. 

P.- ¿Y entonces tiene sentido la etiqueta de trumpismo en la política española?

R.- No, aquí se interpreta, o sea ¿qué es trumpismo? Inmigrantes no. No lo sé. El presidente de Estados Unidos que más migrantes ha deportado en la historia después de Biden, fue Barack Obama.

P.- ¿Tiene sentido, por ejemplo, que digan que Vox es trumpista? 

R.- No, yo creo que Vox en sus inicios, o sea, yo creo que está modulando un poco su mensaje. Los principios, el principio VOX como partido político e hizo como su decálogo, básicamente basado en migración, migración controlada y segura en el en las políticas, la negación de las políticas de igualdad, que a mi juicio es un error garrafal. Y probablemente en la negación de la estructura territorial de España que nos hemos dado durante 40 años y que ha funcionado muy bien.

Poniendo en tela de juicio a las comunidades autónomas, gobiernos regionales. Y todo esto utilizando lo que cuesta, lo que no cuesta, lo que pagamos los impuestos, la violencia tal cual. Un poco rompiendo el consenso políticamente correcto. ¿Eso lo hizo Trump? Sí, eso lo hizo. Pero es que en el otro lado lo hacen los partidos de la izquierda. O sea, si tú no aceptas que la realidad ahora tiene 38 géneros, ya eres gerenofóbica. O sea, los extremos tienden a tocarse. 

P.- Una sobre la amnistía, que ya todos damos por hecha. ¿Considera que la amnistía más que romper el PSOE o tensar al PSOE, va a unir el PSOE en torno a la figura de Sánchez y su nueva posición sobre la amnistía?

R.- No lo sé. Yo no sé lo que va a pasar en el PSOE. Yo sí que tengo una opinión sobre la amnistía y a mí la amnistía me parece intolerable, porque la amnistía implica que borras todos los delitos que efectivamente fueron cometidos por unos señores que fueron detenidos por unos funcionarios públicos del Estado que se llaman policías, que fueron juzgados por otros funcionarios públicos, que son los jueces con fiscales que acusaron y que además pusieron una sentencia.

Entonces es una enmienda a la totalidad del trabajo de instituciones que son pilares fundamentales de un Estado democrático. Con el referéndum tengo otra posición, a mí no me gusta, pero creo que tiene una defensa ideológica.  O igual que creo que dos personas que no quieren estar juntas no tienen por qué estar juntas y al final eso termina fatal. El referéndum tiene un fondo que puede ser perfectamente defendible. A mí no me gustaría. No me gustaría que hubiera un referéndum. Si hay un referéndum, no me gustaría que ganara él nos vamos de España. Pero bueno, creo que se puede argumentar.

La amnistía, no. Es decir que nunca se cometió un delito por el que un señor salió en el capó de un coche escondido por la noche, a que donde señoras salían por los tejados en la Inspección de Hacienda en Cataluña, donde se asaltaron por la fuerza El Prat, se cortaron las carreteras. Eso sucedió, eso pasó. Eso en algunos casos ha sido juzgado. En otros casos no ha sido juzgado. A mí me parece que decidir que eso se borra como si estuviéramos aquí en Men in Black, esto ha desaparecido. Y a otra cosa. Además me pagas 450 mil millones de euros. Me parece una burrada. 

P.- Sobre política económica, ya que es su materia en el periodismo, ¿cuál es la reforma más acuciante del ámbito económico que hace falta en España?

R.- Una reforma fiscal. España es un país de salarios bajos y de impuestos altísimos. 

P.- Los que dicen, economistas y a veces ciudadanos, «los impuestos son un robo», ¿qué les diría?

R.- Vamos a ver, los impuestos forman parte de un acuerdo social que tenemos los ciudadanos libres, iguales, con el Estado que nos hemos dado para financiar todos aquellos servicios en donde la sociedad civil no llega y que consideramos que son fundamentales para nuestra convivencia. ¿Qué es fundamental para nuestra convivencia? Colegios, jueces, policías, médicos, enfermeras. O sea, todos aquellos servicios que son fundamentales para nuestra convivencia, que articulan nuestra convivencia como sociedad en un territorio. Eso se tiene que financiar y se tiene que financiar con impuestos. Por supuesto, una cosa es eso y otra cosa es ser un país de salarios bajos e impuestos altos.

P.- A los que dicen que Madrid es una especie de paraíso fiscal, ¿Pilar García de la Granja qué les diría?

R.- Bueno, bueno, bueno. A mí me gusta la competencia en todo, incluido la competencia fiscal. Fíjate, yo ahora ya creo que no tiene solución porque está llegando a un punto. Pero hace seis o siete años yo era una defensora, además, muy convencida de que lo bueno para España y para que algunas comunidades autónomas no se quisieran separar y llegar a este punto era la competencia fiscal de verdad. Entonces tienes a Estados Unidos.

O tienes Alemania, donde tú tienes una parte de los impuestos que lo recauda el gobierno federal y luego, dependiendo de donde vivas, pues tienes más impuestos o menos impuestos. Por ejemplo, tú vives en Nueva York, cascas un 20% de IVA cuando te compras una camisa. Cruzas el río Hudson, que son diez minutos, y llegas a Nueva Jersey, a New Jersey y tienes cero impuestos de IVA. Si te compras ahí la camisa no pagas IVA.

De la Granja siendo entrevistada – Víctor Ubiña

P.- ¿Haría eso?

P.- Creo en la competencia fiscal. O sea, yo creo que las comunidades autónomas lo que deberían de tener es sus tramos, o sea, cómo funciona ahora el sistema en España, salvo el País Vasco y Navarra. O sea, es un arca común, tú recoges todos los impuestos, menos un tramo muy pequeñito, lo pagas al Estado y el Estado lo reparte entre las comunidades autónomas, los ayuntamientos tal no sé qué. Yo lo que digo es el impuesto central, un tramo más pequeño, 30% del impuesto sobre la renta y el resto que lo recauden las comunidades autónomas.

Porque así las comunidades autónomas saben cuánto ingresan, cuánto gastan. Entonces, ¿qué es lo que te pueden decir? Bueno, pero eso es insolidario. Eso es insolidario porque tú vives en Castilla y León, que es la región más extensa de España, con sólo 2 millones de habitantes, y luego tienen Madrid con 6 millones y pico de habitantes y muy pequeñito, con las necesidades de los pueblos rurales de Castilla y León. De tener médicos, por ejemplo, pues no es lo mismo que en Madrid. Eso cuesta más. Bueno, pues desde los impuestos del Estado Central financiar ese déficit de financiación que tienen aquellas comunidades autónomas que por sus diferencias sociales hacen que sean distintas. O sea, que recauden menos.

P.- Como mujer, como periodista, como ciudadana, ¿se siente representada o se ha sentido representada por el ministro de Igualdad de Irene Montero?

R.- No. A mi juicio, el ministerio de Igualdad de Irene Montero se ha planteado sobre la base de que yo soy buena porque soy mujer. Tú eres malo porque eres hombre. Si a mí me preocupa que se diga que tú eres malo porque eres hombre, yo es que soy una mujer machista.

P.- ¿Hay buenas y malas mujeres, según el Ministerio?

R.- Claro. O sea, han dividido a todo el colectivo, no a todo el colectivo feminista, a todo el resto. Las feministas tradicionales, las feministas modernas. ¿Qué es ser una mujer?, ¿qué no es ser una mujer? Una cuestión es los derechos de igualdad salarial de las mujeres por los que hemos luchado siempre. Y a mí me parece que además del problema de salarios a puesto de trabajo, que todavía existe cada vez menos, afortunadamente.

Hay, por ejemplo, un problema de conciliación familiar. Pero eso no significa que el hombre tenga que poner la lavadora a las 03:00 para conciliar. Hay un problema de horarios en general en España porque nos gustan unos horarios que no, que son que son más complicados que en otros países. En Europa pues a terminar de trabajar a las 17:00, a las 18:00 de la tarde y a las 19:00 pues te da tiempo a los dos a hacer la comida, cenar con los niños, sacar al perro, o a ir al gimnasio o a lo que sea. En España, no, en España tenemos unos horarios que hacen muy complicada la conciliación. Normalmente concilia la madre, y eso es un techo de cristal muy difícil de romper. Si te ponen una reunión a las 20:00 de la tarde.

«He vivido el sueño americano dos veces»

P.- Por cerrar, le digo nombres de personajes del panorama político, mediático, etc. Pilar García de la Granja me dice lo que quiera. Empezamos por Alberto Núñez Feijóo.

R.- A mí me parece una buena persona. 

P.- Pedro Sánchez.

R.- Una persona que falta a la verdad.

P.- Joe Biden

R.- Un abuelo entrañable.

P.- Felipe González. 

R.- Un carácter. 

P.- Isabel Díaz Ayuso.

R.- Otro carácter para bien y para mal.

P.- Yolanda Díaz.

R.- Una mujer muy inteligente, pero yo creo que está equivocada en sus posiciones.

P.- Nadia Calviño.

R.- Una tecnócrata.

R.- Arnaldo Otegi.

P.- En Estados Unidos dirían un sobreviviente, un superviviente de todo.

P.- Ana Rosa Quintana.

R.- Una hermana mayor. 

P.- Carles Puigdemont.

R.- No sé si es ingenuidad o paranoia, pero tiene el futuro de España en sus manos. Desafortunadamente. 

P.- Cayetana Álvarez de Toledo.

R.- Es una mujer muy inteligente, que transmite frialdad.

P.- Irene Montero.

R.- Tiene muchísimo mérito el llegar a ser ministra, eh. A mí no me gusta conseguir las cosas enfrentando. Y yo creo que el problema de Podemos es el enfrentamiento. Buenos, malos, altos, bajos, rubios, morenos, mujer, hombre rico, pobre. Chalet en Galapagar, casa en Vallecas.

P.- Carlos Herrera.

R.- Es el mito.  Iñaki Gabilondo, Luis del Olmo, Carlos Herrera. Yo he tenido el enorme honor de trabajar con Luis del Olmo y con Carlos Herrera y de aprender de ellos. Ya no quedan comunicadores y periodistas, el último es Carlos Herrera. Ana Rosa Quintana, que decía una hermana mayor que me puede el cariño. Es el último gran comunicador de este país. 

P.- Jorge Javier Vázquez.

R.- Es amigo. 

P.- Jordi Évole.

R.- No lo conozco. Pienso que es un buen profesional.

P.- Y a usted misma, ¿a Pilar García de la Granja qué le diría?

R.- Nunca he parado. Creo que si a mí me hubieran diagnosticado de pequeña que era hiperactiva. No queda de otra. Y la verdad, tú sabes que en la vida las putadas vienen solas, entonces lo importante en la vida es ser feliz y pasárselo bien y ya está.

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