Cataluña, única comunidad que mantiene el catalán como requisito para ser médico

Tras la eliminación por parte del Gobierno balear del requisito del catalán para el personal sanitario, Cataluña se ha quedado sola con esta obligación para aquellos médicos que quieran ejercer su profesión en la red pública autonómica (Instituto Catalán de la Salud, ICS). Así lo han confirmado a THE OBJECTIVE desde Metges de Catalunya, el sindicato mayoritario en la categoría de facultativos de la sanidad catalana, que señalan que el catalán es un requisito para ejercer como médico en el ICS y un mérito para trabajar en los centros concertados, que representan el 80% de los hospitales y el 20% de la atención primaria.

Motivo de dimes y diretes en aquellas zonas donde conviven varias lenguas cooficiales –sobre todo, en la comunidad de Pere Aragonès y en la de Margarida Prohens, donde ha sido causa de conflictos históricos– en regiones como Galicia, País Vasco, Navarra o Comunidad Valenciana el idioma actúa como mérito y no como exigencia. De esta forma, Cataluña es la única que establece su lengua como requisito indispensable para optar a una plaza pública para facultativos. Una condición muy criticada por el sector médico ya que, en su opinión, «impide» a cualquier ciudadano español que no tenga el nivel de conocimiento exigido de este idioma optar a una de estas plazas, quedando por tanto excluido automáticamente del proceso.

Todo esto tiene lugar en un momento en el que Cataluña necesita más sanitarios que nunca, al ser una de las comunidades con más déficit de médicos y enfermeros, 800 y 22.000, respectivamente, según sindicatos médicos. Además, encabeza la lista de espera para cirugía con 154 días de media. No obstante, desde Metges de Catalunya aseguran que « el catalán nunca fue un problema a la hora de incorporar facultativos de otras partes del Estado o de fuera». «La falta de médicos, tanto en Cataluña como en el conjunto del sistema público de salud español, se debe a las condiciones laborales y retributivas que se ofrecen. Si la presión asistencial, la carga de trabajo fuese menor y los sueldos de los profesionales fuesen más elevados, el catalán no supondría barrera alguna», afirman.

País Vasco, perfiles lingüísticos

En el País Vasco, aunque el euskera no es requisito para acceder a un puesto del Osakidetza, el Gobierno autónomo establece unos perfiles. Es decir, todas las plazas tienen fijado un nivel lingüístico para ocuparlas, aunque no en todas es un requisito.  Esto significa que el idioma actúa más como mérito que como exigencia, sin embargo, si lo sabes, tienes más posibilidades de acceder a esa plaza.

No obstante, el peso que en muchas convocatorias el Ejecutivo autonómico ha dado al euskera ha hecho casi imposible acceder a ellas a un profesional que no tenga conocimientos acreditados en el idioma vasco. Muy sonada fue la última OPE que el Servicio Vasco de Salud lanzó en 2022 –que incluía más de 7.600 plazas en numerosas especialidades–, donde el Osakidetza otorgaba 18 puntos en el concurso de méritos a los médicos que pudiesen acreditar un perfil medio de euskera, un PL2, -equivalente a un B2–; sin embargo otorgaba 10 puntos a aquellos que acreditasen un doctorado cum laude, un máster de postgrado (6 puntos), inglés (1,5 puntos) y alemán (1,5 puntos).

De esta forma, poder demostrar estar en posesión de un título PL2 (B2) o PL1 (B1) de euskera le permitirá al facultativo dar un salto de gigante frente a quien no lo haga, algo que ha enzarzado en varias ocasiones a los políticos autonómicos. El secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, reprochaba al Gobierno vasco el nivel de exigencia del euskera en el Osakidetza. «No podemos pretender que todos los médicos tengan el PL4», señalaba.

Navarra y Galicia, se valora como mérito

En Navarra, al ser el euskara cooficial sólo en una parte de la Comunidad, se valora como mérito, y no como requisito, ya que de lo contrario la administración no podría hacer traslados. Según la Ley Foral 19/2022, de 1 de julio, el conocimiento del euskera se valorará en la zona vascófona hasta con un máximo de 4,4 puntos, y en la zona mixta hasta con un máximo de 2,8 puntos. Acreditar conocimientos de inglés, francés o alemán suman 2 puntos.

En Galicia, aunque a los pacientes se les reconoce el derecho a ser atendidos en ambas lenguas, el conocimiento del gallego computa como mérito y no como requisito. De esta forma, para acceder a una plaza en el Sergas, hay que realizar un examen obligatorio de gallego, aunque no es eliminatorio. Esto quiere decir que, en caso de no superar la prueba, el opositor seguiría dentro del concurso para conseguir la plaza, aunque con menos puntos que aquellos que sí tengan aprobado el examen o presenten el Certificado de Estudos en Lingua Galega.

Comunidad Valenciana, requisito «encubierto»

Por último, en la comunidad de Carlos Mazón, el valenciano no es un requisito obligatorio para poder ejercer en la sanidad pública. En la resolución de Sanidad de medidas urgentes para la reducción de la temporalidad en el empleo público, publicadas en diciembre de 2022,  tanto el personal sanitario como docente quedan exentos de acreditar un determinado nivel de valenciano, aunque, eso sí, sigue siendo un mérito a valorar para poder optar a una plaza en la sanidad regional.

De hecho, el valenciano es un mérito que puntúa hasta un máximo de 15 puntos de un total de 30 en el apartado de «otros méritos» contemplado en el baremo. Sin embargo, la puntuación máxima por un doctorado es de 5 puntos.

El «excesivo» peso que tiene actualmente el conocimiento del valenciano en los procesos selectivos ha llevado al nuevo presidente de la Generalitat Valencia, Carlos Mazón, ha comprometerse a acabar con el requisito lingüístico «encubierto» en los procesos selectivos para así poner fin a «la barrera idiomática que impide que los mejores talentos atiendan las necesidades médicas» del ciudadano, aseguraba recientemente.