El Gobierno deja el 76% de los fondos europeos sin ejecutar a dos meses de que acabe el año

El Gobierno sigue teniendo un serio problema con la ejecución de los fondos europeos. Pese a que la vicepresidenta Nadia Calviño sigue insistiendo públicamente en que los Next Generation han cogido «velocidad de crucero» lo cierto es que las cifras dicen todo lo contrario. Los datos más recientes de la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) señalan que hasta el mes de octubre se han autorizado transferencias por valor de apenas 6.778 millones de euros en el marco del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.

Las cifras cribadas por THE OBJECTIVE suponen que el Ejecutivo (a través del Ministerio de Hacienda) solo ha desembolsado el 23,8% de los 28.447 millones del dinero comprometido en los Presupuestos Generales del Estado de 2022. La cifra es más preocupante si consideramos que estas cifras obligan al Gobierno a autorizar el 76,2% de todo el dinero comprometido -es decir 21.669 millones- en solo dos meses, si es que quiere cumplir con sus propias previsiones.

Lo peor de todo es la lentitud que ha experimentado la ejecución de transferencias en los dos últimos meses. En octubre apenas se han transferido 441 millones de euros de fondos europeos, frente a los 729 millones que se ejecutaron en septiembre y los 1.119 millones de agosto. En el último trimestre apenas se han transferido 2.289 millones, el 8% del total y el avance del reparto de estos recursos ha ido reduciéndose de manera paulatina convirtiendo a octubre en el mes con la ejecución más baja de todo el año.

Gasto comprometido

La ejecución creció en abril en 904 millones, un 75% más; en mayo aumentó en 461 millones (un 29% de crecimiento); en junio se ejecutaron pagos por valor de 572 millones (un 27%); en julio fueron 1.879 millones, con un aumento del 71%; y en agosto se llegó a los 1.119 millones, un 24,8% de mejora mensual. En septiembre el crecimiento fue del 11%, mientras que en octubre apenas ha sido de un escaso 6,9%.

Con estos datos parece difícil llegar a los objetivos de los PGE, aunque en el Ministerio de Asuntos Económicos ponen en valor otros parámetros. En sus recientes comparecencias, la ministra Nadia Calviño insiste en el elevado nivel de gasto comprometido y de obligaciones netas reconocidas que, según la propia IGAE, llegan a 16.578 millones y 13.931 millones, respectivamente. En el caso de las obligaciones netas representa el 49% del total comprometido de fondos europeos en los PGE de este año y el gasto comprometido se eleva al 58%, a falta de dos meses para que cierre este año.

Estos indicadores no son más que un compromiso de gasto de algún ministerio que no necesariamente está incluido en alguna convocatoria, ni significa que esta se encuentre resuelta. Incluso los pagos realizados, la única referencia que existe de ejecución ante la falta de datos oficiales, tampoco se traducen automáticamente en el dinero que llega a las personas y al tejido productivo, ya que solo representan recursos respecto de los que se ha autorizado el gasto y que podría ser transferidos a alguna institución o administración local o autonómica.

Fondos europeos en 2021

En todo caso y tomando cualquier parámetro, el retraso es evidente incluso comparado con el año 2021, cuando se supone que no había velocidad crucero de los fondos europeos y cuando apenas se estaba engrasando la maquinaria estatal para el reparto de los Next Generation. En los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 se consignaron 24.198 millones de euros, pero solo se realizaron pagos por valor de 11.003 millones, el 45,5% del total, según la IGAE.

Si analizamos los otros dos indicadores vemos que el gasto comprometido se elevó a los 20.976 millones (87%) en 2021 y las obligaciones netas llegaron a los 20.044 millones (83%), frente al 58% y 49% de este año. Si comparamos los datos de 2022, a falta de los meses de noviembre y diciembre, están todavía muy por debajo de los conseguidos el año pasado, que ya estaban muy por debajo de las expectativas y de las propias previsiones del Gobierno.

Este diario ya publicó hace un mes que la preocupación por la lenta ejecución de los fondos europeos obligó al Ministerio de Asuntos Económicos a pedir a las diferentes administraciones que aceleraran la gestión de los Next Generation. No obstante, los datos conocidos ahora reflejan que la situación sigue incluso más lenta que antes de este requerimiento de la vicepresidenta Calviño.

Impacto en el PIB

Pese a todo, Calviño volvió a señalar hace dos semanas que se han transferido más de 19.000 millones de euros a las comunidades autónomas y las inversiones han alcanzado ya la «velocidad de crucero», con convocatorias en licitaciones y obras por más de 2.000 millones de euros mensuales tanto del Estado como de las Comunidades Autónomas.

Sin embargo, los datos reales -a los que el Gobierno nunca se refiere- demuestran todo lo contrario, lo que ha obligado a la vicepresidenta ha encauzar el discurso y en la última semana ha sustituido la «velocidad de crucero» y la ejecución de este año por el impacto de los fondos europeos en el PIB y la generación de inversión bruta en el año 2023. En una reciente intervención ha señalado que «el impacto máximo de los fondos europeos se va a alcanzar en 2023-2025».

En los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023 presentados a Bruselas, el Gobierno confía buena parte del crecimiento comprometido para 2022 y 2023 precisamente al impacto de la ejecución de los fondos europeos. El Ministerio de Asuntos Económicos dice que las reformas estructurales y la ejecución del Plan de Recuperación tendrán un impacto de 1,9 puntos en el PIB de este año y de 2,8 en el año 2023.