Robles entrega al Jemad la nueva escuela de ciberdefensa tras una pugna entre Tierra y Aire

El Ministerio de Defensa que dirige Margarita Robles va a dejar en manos del jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), el almirante Teodoro Calderón, la nueva Escuela Militar de Ciberoperaciones tras la disputa que han tenido los ejércitos de Tierra y Aire por quedarse con este organismo, según desvelan fuentes militares a THE OBJECTIVE.

Este nuevo centro de enseñanza donde se formarán los militares destinados en funciones de ciberdefensa quedará adscrito, por tanto, al Estado Mayor de la Defensa y a las órdenes del Mando Conjunto del Ciberespacio (MCCE), según la orden ministerial que ultima Robles y a la que tuvo acceso El Confidencial Digital.

El actual MCCE se creó en 2013 con otro nombre -Mando Conjunto de Ciberdefensa- y en la actualidad está ubicado en la base madrileña de Retamares con el cometido de proteger los sistemas informáticos militares en España y permitir el libre acceso al ciberespacio por parte del Ministerio de Defensa.

Para justificar la necesidad de esta escuela, Defensa recuerda que documentos como la Estrategia Nacional de Ciberseguridad de 2019 y la Directiva de Política de Defensa de 2020 subrayan que «la vulnerabilidad del ciberespacio es uno de los principales riesgos para nuestro desarrollo como nación», y que «la disposición de las Fuerzas Armadas y de las autoridades de la Defensa debe orientarse a generar mayor resiliencia nacional e internacional ante los retos transversales generados en el ciberespacio».

Pulso entre los mandos de Tierra y Aire

Esta nueva Escuela Militar de Ciberoperaciones ha provocado un pulso entre Tierra y Aire ya que cada uno de los ejércitos consideraba que debía estar bajo su paraguas, según las citadas fuentes. Esta ‘rivalidad’ ha sido solventada por Robles con una decisión salomónica que no contenta a ninguno de los contendientes, pues el organismo pasa a estar bajo el control directo del Jemad.

En el Ejército del Aire aún escuece, recuerdan las fuentes militares, que Defensa autorizase hace una década, por orden de Pedro Morenés, la creación de una Academia de Aviación dentro del Ejército de Tierra, un centro docente que imparte «formación y perfeccionamiento del personal que se requiera con alguna titulación aeronáutica», según se admite en la propia web.

Desde entonces, existe una cierta sensación de agravio en el Ejército del Aire y en el departamento que dirige el general Javier Salto consideran que tendrían que tener más peso en la ciberseguridad ya que han estado a la vanguardia en este área. Por ejemplo, la dirección de ciberdefensa del Ejército del Aire se creó antes que el MCCE.

Además, cuando el Consejo de Ministros modificó en septiembre de 2021 el Reglamento de Especialidades Fundamentales de las Fuerzas Armadas, se incluyó en el Aire la creación de la especialidad de Ciberespacio para la escala de oficiales. Es el único de los tres ejércitos que lo tiene, al entenderse que la ciberseguridad es crítica para poder mantener las operaciones aéreas debido a la dependencia de la tecnología para ser operativo.

En el Ejército del Aire, según recuerda el diario especializado Escudo Digital, se precisan de sistemas de apoyo y logísticos relacionados con la informática, así como los propios aviones. Un A400, por ejemplo, tiene casi cien ordenadores y un Eurofighter, en torno a 75, que están orientados a temas muy específicos de las naves aéreas: unos controlan los motores, otros los mandos y comunicaciones. Y todo ellos puede ser susceptible de sufrir ciberataques.

Junto con la citada dirección de ciberdefensa, el Ejército del Aire creó por debajo de esta un Centro de Operaciones de la Seguridad (COS) y en 2019 estableció una unidad independiente denominada Centro de Apoyo Técnico Avanzado, que es el que se encarga de toda la ciberdefensa de este ejército, incluyendo sistemas de armas al margen de los informáticos al uso.