Ayuso considera una «enmienda» al sanchismo el nuevo libro de Guadalupe Sánchez
La presidenta de la Comunidad de Madrid presentó, junto a Esperanza Aguirre y Álvaro Nieto, la obra ‘Crónica de la degradación democrática española’
La pandemia unió a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y a la abogada Guadalupe Sánchez por su firmeza frente a las restricciones a la libertad que imponía el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como este jueves recordaba el director de THE OBJECTIVE, Álvaro Nieto, en el acto de presentación del libro Crónica de la degradación democrática española. Y precisamente ha sido también la crítica a la gestión del Gobierno «populista, peronista y bolivariano» del PSOE y Podemos lo que ha estrechado los lazos de amistad entre la política y la abogada.
El fruto de estos dos encuentros ha sido esta amistad que ha llevado a la presidenta de la Comunidad a participar, junto a la expresidenta Esperanza Aguirre, en la presentación del segundo libro de Guadalupe Sánchez, tras la obra Populismo punitivo.
Ayuso reconoció que sigue «la pista de Lupe» porque «siempre me ha llamado la atención por ser una mujer valiente, inteligente y con una capacidad extraordinaria para analizar la realidad política», recordando el último éxito profesional, como «ha sido la condena de Irene Montero por vulnerar el derecho al honor de un cliente de Lupe al que Irene Montero había llamado maltratador». A su juicio, el libro, que se presentó este jueves en la sede de Abante en Madrid, «puede calificarse de premonitorio porque Lupe advierte que la reforma de la sedición deja al Estado desarmado ante futuros golpes».
La presidenta de la Comunidad señaló que «somos millones de españoles los que coincidimos con Lupe en que vivimos una degradación institucional sin precedentes, que compromete la democracia, la libertad y el Estado de Derecho», subrayando que «lo bueno del libro es que no solo se limita a hacer un diagnóstico legal o técnico, también aborda las causas ideológicas que sirven a la izquierda para atacar el legado de la Transición. Como dice Lupe, nunca en democracia hemos sido tan cautos respecto a nuestras palabras, opiniones o expresiones artísticas».
Ayuso señaló que Guadalupe Sánchez, en su libro, «hace una enmienda, apasionada, pero muy documentada, a esta legislatura a la que, afortunadamente, le quedan muy pocas semanas, pero, sobre todo, advierte de la deriva peronista y bolivariana que debería inquietar a todos los españoles que creemos en la libertad como valor supremo».
A Ayuso le siguió en el uso de la palabra la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, que destacó del libro de Sánchez que es «un estudio riguroso, concienzudo y muy sólido del Gobierno» y su ataque a los contrapoderes del Estado que quiere eliminar para imponer su poder absoluto, como son la separación de poderes y la ley, «con todos sus procedimientos y garantías, que nos obligan a todos». «Guadalupe es plenamente consciente de que los comunistas saben que no van a llegar al poder por la fuerza, pero saben que pueden alcanzar el poder absoluto en una democracia si actúan sigilosamente, poco a poco, eliminando todos y cada uno de los contrapesos, y eso es lo que denuncia Guadalupe en el libro, que Sánchez no ha parado de destruir contrapesos».
Aguirre destaca que al libro «no le faltan análisis muy pormenorizados y jurídicos y se le entiende todo. Es un libro de candente actualidad porque describe cómo están las cosas en la política española de hoy, y analiza cómo hemos llegado hasta aquí. A mí me gustaría que dentro de 38 días, después de las elecciones del 23 de julio, este se convierta en un libro de historia que se leerá siempre para ver adónde habían llevado los desafueros de este gobierno, que espero que los españoles, con su voto, manden al basurero de la historia».
Por su parte, el director de THE OBJECTIVE, Álvaro Nieto, aseguró irónicamente que él hubiera titulado el libro como El libro negro del sanchismo «porque es un magnífico compendio de horrores, de lo que nunca debería haber pasado y, sin embargo, ha sucedido. Este va a ser el libro al que nos remitiremos en el futuro para saber exactamente lo que sucedió, porque la memoria es frágil. Ese es el gran mérito de la obra». Nieto afirmó que «ahora que vemos cerca la derrota del sanchismo, es muy fácil ser antisanchista. El mérito lo tienen los valientes, aquellos que cuando empieza la llama, dicen ‘ojo, que hay fuego’. Y esta señora (Guadalupe Sánchez) es una de esos que da la voz de alarma, por eso tiene un enorme mérito, que nadie suele reconocer, y quiero rendir homenaje a Lupe por esto, porque tuvo la habilidad de calar a Sánchez a la primera y no le dejó pasar ni una».
Cerró el acto la autora del libro destacando la importancia de lo «que ha sucedido hace apenas una semana porque ha puesto de manifiesto que los españoles somos conscientes de que no podemos dar la democracia por sentada, que algo que creíamos que no podía pasar, que las revoluciones que hemos visto en otras latitudes jamás podían suceder en nuestro país, pues sí que pueden suceder de una manera mucho más sibilina y bastante más peligrosas porque no te das cuenta, porque es demasiado tarde, como es utilizando el BOE, como instrumento. Desde la democracia hacerla implosionar desde dentro».
Sánchez denunció que «el peronismo, el chavismo, se traduce en una incompatibilidad del Gobierno con el sistema de contrapesos en los que se fundamentan los estados liberales democráticos y de derecho. Habréis escuchado a Ada Colau y al presidente del Gobierno decir que el voto legitima al votado a hacer lo que quiera, cuando quiera. Los españoles no votamos al Gobierno para hacer lo que le dé la gana, sino siguiendo los procedimientos establecidos. El PSOE ha asumido ese discurso tan peligroso, de que en nombre de una mayoría, están legitimados para reformar la Constitución sin seguir el procedimiento que fija la Constitución».
La autora del libro cerró el acto advirtiendo de que «derogar el sanchismo no se agota en derrotar a Pedro Sánchez y ganar unas elecciones. Requiere acometer reformas profundas que vuelvan a poner en el foco la neutralidad institucional. Es preciso que esos organismos de la administración que siempre debieron estar al servicio de los ciudadanos dejen de estar al servicio de un Gobierno concreto. Ahora mismo tenemos nada menos que a la Fiscalía General del Estado, al CIS, al CNI y a RTVE colonizados por el sanchismo».
