Sánchez intervendrá en la sesión de investidura de Feijóo para apuntalar «su fracaso»

La cuenta atrás ha comenzado. Quedan apenas unos días para que «el tiempo de Feijóo» haya acabado y el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, desvele su propuesta política sobre la amnistía para sumar a Junts a sus apoyos para la investidura. Esta semana desde Nueva York, el propio Sánchez prometió que «después de la investidura de Feijóo, hablaré» y lo hará «con total transparencia», una vez que el candidato del PP haya fracasado en su intento por salir investido el viernes 29 de septiembre. El secretario general del PSOE sólo ha dado la pista de que su propuesta «será coherente con lo que hemos hecho» y esa será la la línea que dibuje éste domingo en la Fiesta De la Rosa del PSC junto al primer secretario del partido, Salvador Illa. 

Un discurso que se volverá a mirar con lupa y, como dicen en Ferraz, se prestará a que se «sigan leyendo los posos del café» de Pedro Sánchez, mientras el presidente en funciones se reserve para su siguiente intervención. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Pedro Sánchez será quien intervenga en la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo el próximo martes 26 de septiembre en el Congreso de los Diputados. Como aprobó la Junta de Portavoces el pasado miércoles, el Pleno se iniciará a las 12 horas con la intervención del candidato a la investidura, Núñez Feijóo. 

Según los tiempos fijados por el reglamento, después intervendrían los grupos de mayor a menor, por espacio de 30 minutos cada portavoz. Pero es aquí cuando pretende tomar la palabra el jefe del Ejecutivo en funciones que puede intervenir en cualquier momento del debate y, al igual que Feijóo, sin límite de tiempo. Será el primer duelo público que mantengan Sánchez y Feijóo tras el sorpresivo debate televisivo de la campaña electoral del 23-J. Un cara a cara que supuso un antes y un después en la medida en que proyecto al candidato del PP como claro ganador ante un Sánchez irreconocible, hasta para sus propios estrategas. 

Dos éxitos parlamentarios

El formato televisivo del debate electoral nada tiene que ver con el ámbito parlamentario en el que ambos contrincantes se han enfrentado ya en cinco ocasiones en el Senado. Tras unas primeras veces en las que se proyectó «el pinchazo» de un Feijóo recién llegado a Madrid, algunos creen que el líder del PP consiguió tomarle la medida en los últimos rifirrafes que mantuvieron en la Cámara Alta, como demostró el dirigente gallego en pero ése único duelo electoral de la campaña. 

Sin embargo, en Moncloa creen que el viento les es propicio. Primero, porque será «la crónica de un fracaso anunciado», y ésta será la idea fuerza del presidente en funciones: ante la falta de apoyos, «¿Para qué se presenta usted?», explican fuentes socialistas. A falta de cuatro votos, los socialistas quieren exhibir su fuerza numérica en las dos primeras pruebas de fuego de la legislatura: la Mesa del Congreso y la votación de la reforma del reglamento para el uso de las lenguas cooficiales en el Hemiciclo. Los socialistas ponen el acento en sus dos primeras victorias y en su apoyo creciente: 178 votos en la primera votación y 180 en la segunda gracias a haber conseguido sumar también a CC. 

Y frente a ello, un PP que «no ha conseguido sumar ni un sólo voto más en un mes de negociación». Está por ver si ese plazo que confirió la presidenta del Congreso, Francina Armengol, a Feijóo y que ha utilizado Moncloa y Ferraz para denunciar la «parálisis y el paripé» de una investidura que supone «una pérdida de tiempo para los españoles» es un de los argumentos que se atreve a emplear el Presidente Sánchez. Como adelantó THE OBJECTIVE, Feijóo apenas solicitó diez días a Armengol, aunque el Gobierno haya intentado utilizar la elección de la fecha para sortear una eventual repetición en Navidad para atizar al candidato popular. 

El liderazgo de Feijóo y la sombra de Ayuso

Pero en las posibles estrategias del presidente del Gobierno tiene para elegir: la convocatoria de este fin de semana en la capital es una de ellas, «alentada por el señor Aznar, el mismo PP de siempre, y a rebufo de la batuta de Ayuso». Sánchez no perderá ocasión de airear el liderazgo tocado en el PP y las supuestas aspiraciones de la presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, por moverle la silla en Génova, 13. Recordará el «descontrol» del partido en la configuración de pactos electorales y su alianza con Vox en la mayoría de territorios. Y le reprochará su ausencia de proyecto político, más allá de derogar al sanchismo a quien solicitó repartir la legislatura en dos años, en su ultima reunion en el Congreso de los Diputados. «Han pasado de querer derogar el sanchismo a rogar al sanchismo», dijeron entonces desde Ferraz. 

Un mes después de esa reunión, el núcleo duro de Sánchez sostiene que «esto avanza», que lograrán cerrar un acuerdo con Junts y formar un Gobierno sobre la base del «progresismo y la convivencia». Y creen que Feijóo les ha regalado el tiempo necesario para avanzar en la negociación mientras su liderazgo interno se cocía «a fuego lento» y erosionaba cada día. El resultado en el panel de votaciones del viernes 29, la segunda votación de la investidura tras la del miércoles 27 está descontado; otra cosa es quien gane el debate parlamentario del martes 26, nuevo duelo entre Sánchez y Feijóo tras quedar al aire la voluntad del presidente socialista de conceder la amnistía a Carles Puigdemont.