Nerviosismo del letrado mayor tras plantar a la misión europea: «Soy funcionario, no político»

El nerviosismo ha empezado a aflorar en la figura del secretario general de las Cortes Generales, Fernando Galindo, quien este martes renunció a reunirse con la Comisión de Venecia que, como adelantó este periódico, se reunirá este jueves 8 y viernes 9 para evaluar la proposición de ley de amnistía. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, fue el propio Fernando Galindo quien informó este martes al órgano rector de la cámara baja de que no consideraba conveniente reunirse con la delegación europea, dependiente del Consejo de Europa, porque «yo soy funcionario, no político». El letrado mayor de las Cortes se mostró «incómodo», según fuentes presenciales, por figurar en tercera posición del listado de instituciones con las que quiere entrevistarse la Comisión de Venecia esta semana. 

En la misiva a la que ha tenido acceso este diario, la directora de la Comisión, Simona Granata, solicita reuniones con 11 instituciones españoles: el Senado —«la mayoría y la oposición, por separado», reza la carta—, el Congreso, el secretario General del Congreso, el Gobierno, el Tribunal Supremo, el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la Asociación Profesional de la Magistratura, la Oficina del Fiscal y el director general de la Policía. 

«No puedo dar opiniones políticas»

Según fuentes parlamentarias, Galindo mostró su posición contraria a entrevistarse con los miembros de la comisión porque «no puedo dar opiniones políticas» y porque «la ley está en proceso y no parece razonable» pronunciarse antes de que termine la tramitación parlamentaria, previsiblemente en el mes de mayo. De hecho, el PSOE contaba con que la Comisión Europea no emitiera su dictamen sobre la amnistía hasta mediados de mayo, y el triunfo del PP en anticipar la visita de la Comisión de Venecia por la vía de urgencia permite anticipar el criterio de un organismo consultivo, no vinculante, pero que suele anticipar los criterios de los tribunales europeos. 

Por ello, la «evidente» estrategia de connivencia del letrado mayor con la presidenta del Congreso, Francina Armengol, permite a Galindo parapetarse en una decisión mayoritaria del órgano rector para no darle alas a lo que diga este organismo. Según fuentes parlamentarias, fue el propio Galindo quien dejó la decisión a criterio de la Mesa: «Si la mesa quiere que yo vaya, yo voy». Y, como viene siendo habitual, los cinco representantes de PSOE y Sumar se impusieron a los cuatro de PP y Vox. 

El PP: «Defienda su informe y cíñase a las preguntas»

Previa a la votación, los representantes del PP replicaron al secretario general de las Cortes su negativa a participar en esa reunión porque «no tienen ninguna justificación». «Usted ha sido protagonista en el proceso porque es el autor del informe con el que se inició toda la tramitación parlamentaria. Defienda su informe. Usted sabrá qué tiene que responder y que no», reprocharon los representantes populares en la Mesa. «Cíñase a las preguntas de la Comisión y a su informe sobre la amnistía, que originó toda la tramitación parlamentaria de la ley», apremiaron los representantes del PP, poniendo el foco en la importancia del plantón de Fernando Galindo. Los representantes populares en la Mesa también alertaron de que «negarse a acudir transmite la sensación de falta de transparencia. Es un problema institucional para España. Si la Comisión de Venecia acude a nuestro país, ¿cómo se justifica negarse a ello?».

Fuentes presenciales constatan que «Galindo estaba nervioso e incómodo» y el PP sospecha que «cuando alguien no quiere ir a un sitio es porque algo tiene que ocultar». Dicho de otra forma, los populares sospechan que es el PSOE quien no quiere que Galindo acuda a esa reunión por si transmite dudas en torno a la ley de amnistía o se cuestiona su criterio jurídico contra la «palmaria inconstitucionalidad» de la ley que puso en duda el contrainforme de los letrados de la Comisión de Justicia. 

Galindo, «nervioso e incómodo»

Son unos nervios que contrastaron también en los silencios a otras cuestiones que se abordaron en la Mesa, como la decisión de remitir a la Comisión de Justicia la proposición de ley de amnistía para la redacción de un nuevo dictamen en el plazo de un mes, conforme al artículo 131.2 del reglamento del Congreso. Una decisión que, sin embargo, ya anunció la presidenta Armengol hace una semana, al finalizar el pleno del Congreso en el que se rechazó la amnistía y ante la cual los populares presentaron un escrito de reconsideración. Según consta en la respuesta a ese escrito, la Mesa explica que «las decisiones de la presidenta en la dirección del pleno no son susceptibles de revisión por la Mesa y tampoco ha lugar a la reconsideración de lo que dice la presidenta».

A tenor de que este era uno de los puntos del orden del día, objeto de votación por parte de la Mesa, el representante del PP aprovechó para replicar, tras votarse remitir a la Comisión de Justicia el dictamen de la ley de amnistía: «¿Entonces lo que dice la Mesa es que la presidenta se extralimitó al anunciar que se remitía a la Comisión de Justicia?». Según diversas fuentes, tanto Galindo como Armengol y el secretario de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, permanecieron callados.