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El Gobierno forzó la salida del ex alto cargo del 'caso Negreira' por defender intereses de Tebas

Los cambios en la Ley del Deporte y otros movimientos causaron varios desencuentros entre Albert Soler y el presidente del CSD

El Gobierno forzó la salida del ex alto cargo del ‘caso Negreira’ por defender intereses de Tebas

Albert Soler, en primer término, en una rueda de prensa. | FC Barcelona

Buscar nuevos retos profesionales. Así vendió Albert Soler su salida del Consejo Superior de Deportes (CSD) en enero. La realidad parece ser distinta a la versión oficial. El ex alto cargo del Gobierno de Pedro Sánchez que avaló la existencia de los informes del caso Negreira que acorralan al FC Barcelona, club para el que trabajó, fue forzado a abandonar el organismo público por promover los intereses de La Liga, que preside Javier Tebas. Este y otros movimientos le causaron varios desencuentros con José Manuel Franco, máximo dirigente del CSD.

«No le cesan por casualidad, sino por muchas cuestiones peliagudas», destacan fuentes gubernamentales a THE OBJECTIVE. Y continúan: «Durante el trámite de enmiendas de la Ley del Deporte intentó interceder ante el Gobierno para incluir cambios que parecían estar avalados por el CSD cuando en realidad llevaban el sello de LaLiga. Trabajaba para Tebas».

Consultado por este diario, Soler descarta rotundamente esas acusaciones. Afirma que su papel se limitó a la redacción de la ley, antes de que fuese enviada al Congreso, y a las funciones propias de su cargo de director general del CSD. Niega haber tenido contacto con los grupos parlamentarios y rechaza haber intercedido en favor de LaLiga. La patronal de los clubes de fútbol es cliente desde hace tres años de la consultora privada por la que el ex alto cargo del Gobierno fichó tras salir del CSD.

De Negreira a Acento

Las fuentes parlamentarias confirman que Soler no se dirigió en ningún momento a los grupos para cambiar la redacción de la nueva ley. Apuntan que despachaba directamente con el equipo del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que entre 2014 y 2021 ocupó la secretaría general del PSC, formación a la que estuvo vinculado el exdirigente del CSD desde sus inicios en el Ayuntamiento de Barcelona.

«Iceta consiguió los cambios que pretendía Tebas. Temía enfrentarse a una huelga de LaLiga», explican fuentes gubernamentales. El Gobierno estaba preocupado por la erosión que podía producirle un parón en la competición deportiva, pero también por cómo podía afectar la situación a la guerra que mantienen la organización que dirige Tebas y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Soler e Iceta con Saúl Craviotto en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. | Foto: COE

Especialmente sensible era el caso de esta última, ya que su presidente, Luis Rubiales, acababa de lanzar la candidatura de España para el Mundial de 2030, que pretende organizar junto a Portugal y Ucrania. El Ejecutivo aprobó en diciembre una subvención directa de 7,5 millones de euros para la empresa.

Soler fue director general del CSD entre 2008 y 2011, cuando sucedió a Jaime Lissavetzky al frente del organismo. Apenas duró seis meses. Dimitió para presentarse a las elecciones generales por el PSOE por la provincia de Barcelona. Dejó el acta tres años después para fichar por el Barça de Josep María Bartomeu como director de relaciones institucionales y asumir luego el área de deportes profesionales.

Era él quien recibía los informes del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), conocido como caso Negreira por el titular de la empresa que llegó a facturar más de 7 millones de euros al Barça entre 2001 y 2018. Soler avaló la existencia de esos informes en octubre ante la policía judicial. Salió del club azulgrana en 2021 para volver al CSD como director general, cargo en el que participó activamente en la redacción de la Ley del Deporte aprobada en diciembre.

Una campaña intensa

El dirigente estuvo en la pomada desde el inicio. El CSD constituyó en octubre de 2018 un grupo de expertos para la elaboración de la norma. Soler entonces trabajaba para el Barça. Junto a él se encontraban expertos como Carlota Castrejana, Eva Cañizares, María José López, Alberto Palomar y Antonio Millán. La redacción de la norma supuso más de un quebradero de cabeza para Franco, al que advirtieron de que Soler «le estaba segando la hierba».

La Ley del Deporte se aprobó en diciembre y el organismo que preside Tebas consiguió introducir dos de las tres reivindicaciones que llegó a reclamar con una intensa campaña publicitaria. La norma reconoció a La Liga como propietaria de su explotación comercial, clave tras el acuerdo con la CVC en agosto de 2021.

La otra demanda que consiguió Tebas serviría para impedir que la RFEF pueda cambiar las competiciones nacionales de forma unilateral. La única reivindicación que no fue atendida fue la de bloquear los campeonatos domésticos ante otras competiciones emergentes como la Superliga, como han hecho otros países.

Las maniobras de Soler con la Ley de Deportes acabaron por colmar la paciencia de Franco. No era el primer desencuentro que protagonizaban, revelan a THE OBJECTIVE las fuentes consultadas. El ex director de deportes profesionales del Barça chocó con el presidente del CSD durante la creación de la liga de fútbol femenino.

Entre otras cosas, trató de promocionar a una exjugadora del FC Barcelona para que la presidiera. También intentó sin éxito inhabilitar al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. Las fuentes consultadas indican que el antiguo director de deportes profesionales del Barça ambicionaba la presidencia de la federación y que incluso se postuló. Estos y otros desencuentros hizo que perdiera la confianza de Franco.

Soler pactó una salida tranquila tras la aprobación de la Ley del Deporte. Tuvo lugar el 10 de enero. El dirigente argumentó que había acabado su etapa en el CSD y que buscaba nuevos retos. El artículo 15 de la ley que regula el ejercicio de los altos cargos de la Administración establece que no podrá realizar un trabajo vinculado al deporte en entidades privadas durante los dos próximos años.

Semanas más tarde trascendía su fichaje por Acento Public Affairs. La compañía especializada en consultoría fue creada en 2019 por el exministro de Fomento José Blanco (PSOE) y el exministro de Sanidad Alfonso Alonso (PP), que actualmente la preside. Soler dirigirá una nueva área especializada en deporte, ocio y entretenimiento. Uno de los clientes de Acento es La Liga de Tebas.

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