enseñanza

Nuestra Señora de la Lectura Lenta

Nuestra Señora de la Lectura Lenta

No existe —aún— la advocación de Nuestra Señora de la Lectura Lenta, pero estoy en ello. En mi opinión, la riquísima iconografía de María leyendo nos ofrece un mensaje que eleva la lectura a la dignidad del sacramento: Leed, porque mediante la lectura, el verbo se hace carne.

Abulia española

Abulia española

Quizás sirva como respuesta uno de los diagnósticos que el propio Ganivet transmite en el Idearium, y que reza así: si yo fuese consultado como médico espiritual para formular el diagnóstico del padecimiento que los españoles sufrimos, (porque padecimiento hay y de difícil curación) diría que la enfermedad se designa con el nombre de no-querer o en términos más científicos por la palabra griega aboulia, que significa eso mismo, extinción ó debilitación grave de la voluntad.

Tres cosas que aprendí en Italia

Tres cosas que aprendí en Italia

Tener veinte años y hacer el primer viaje a Italia. Tal era, según Josep Pla, el deseo que rogaría al diablo si este le ofreciera uno último antes de morir. Yo tenía veintiuno y no el diablo, pero sí el programa Erasmus, me concedió un curso para estudiar Filosofía en Roma (también me ofreció pasarlo en Alemania, Francia o Inglaterra, lugares todos ellos donde se parlan lenguas bien apreciables…

Y para eso sirve un profesor de griego

Y para eso sirve un profesor de griego

Esta mañana, mis hijos y yo, de camino al colegio, pasábamos por delante de las obras de un inmenso polideportivo en construcción que lleva en esqueleto varios años. La mastodóntica obra municipal quedó paralizada por la crisis, pero desde hace unos meses los trabajos se han reanudado. Una cuadrilla de esforzados obreros va cubriendo aguas de los pabellones abiertos a la intemperie. Los niños, en el coche, comentaron el asunto. Dijo el de 10 años:

¿Es el cine la asignatura pendiente de las escuelas?

¿Es el cine la asignatura pendiente de las escuelas?

El cine está en el espíritu de Francia desde que el inventor Louis Le Prince se filmó caminando en círculos por dos segundos en el jardín de su suegra. Estuvo ahí cuando siete años después, en 1895, los espectadores se llevaron las manos a la cabeza con aquello que proyectaba el cinematógrafo de los Lumière, esas fotografías de un tren llegando a la estación que se sucedían muy rápido y creaban un movimiento que no era posible. Este mismo espíritu permanece en Francia en el siglo XXI y se retroalimenta gracias al exministro de Educación Jack Lang, que introdujo el cine en las escuelas en el año 2000, asumiendo que una película no solo es un entrenamiento admirable, sino que, en el mejor de los casos, también es una forma elevada de arte.

No ha lugar

No ha lugar

No me escandaliza demasiado que los padres eduquen a sus hijos en lo que consideran bueno. Mucho peor sería que los educasen en aquello que consideran malo o que no los educasen en absoluto, si tal cosa fuese posible. Por eso no logro tirarme de los pelos al ver que algunos de mis compatriotas llevaron a sus hijos a las cabalgatas de los farolillos independentistas o, mejor dicho, llevaron farolillos independentistas a las cabalgatas de reyes de sus hijos. Como no me escandalicé al ver que los llevaban a las manifestaciones del 11-S, o a las contrarias a la Guerra de Irak o a las en defensa de la vida y de la familia. Y todavía menos me indigna que los lleven al futbol o a los toros, para que aprendan allí a ver más y mejor y se curen de ser aquellos ciegos que no ven más que a 22 tipos corriendo en calzoncillos o a un sádico en mallas torturando a un pobre animal indefenso. Tienen, al menos, derecho a intentarlo. Porque es sabido que los niños tienen su propia lista de prioridades, y me imagino que la luz de un farolillo indepe poco podría hacer para eclipsar la llegada de un rey mago.

Publicidad
Publicidad
Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D