Tu corazón y el de tu perro no solo están unidos, ¡están sincronizados!

El vínculo que existe entre un perro y su humano es tan fuerte que hasta los latidos de sus corazones se sincronizan cuando están juntos. Es la conclusión de un nuevo estudio que demuestra, una vez más, que la conexión que existe entre ambas especies es única.

Max Depree escribió: “Estamos solos, absolutamente solos, en este azaroso planeta. Entre todas las formas de vida que nos rodean, ninguna, excepto el perro, ha hecho una alianza con nosotros”. Y menuda alianza. ¿Qué haríamos nosotros sin ellos? Sin su entrega desinteresada, su lealtad absoluta y su habilidad para mejorarlo todo con su sola presencia. Los beneficios físicos y emocionales de vivir con un perro están de sobra demostrados científicamente. Bajan los niveles de estrés, dormimos mejor y somos más felices. Hay expertos que aseguran incluso que la gente que vive con un perro vive más. Pero parece que no somos los únicos. Un estudio sugiere que los perros también se benefician físicamente de la relación con los humanos. ¿Cómo? Sus ritmos cardíacos disminuyen cuando están con nosotros.

Después de un día complicado, nada como llegar a casa y encontrarte con el efusivo recibimiento de tu perro. Los problemas no se solucionan, pero nuestro estado anímico mejora considerablemente después de compartir un rato con ellos. Los perros saben cómo nos sentimos. Pueden leer nuestras expresiones faciales. Y son capaces de hacernos sentir mejor. Su presencia tiene un efecto calmante sobre las personas. No es una exageración. No es una opinión. Es biología pura. Interactuar con un perro estimula la producción de oxitocina, también conocida como la hormona del amor, que desempeña un papel fundamental en la regulación del estrés, y libera endorfinas, produciendo una sensación de bienestar inmediata.

Ahora sabemos que a los perros les ocurre algo similar. Al menos eso es lo que asegura el grupo de investigadores de la Universidad de Monash, Australia, que realizó un pequeño estudio para analizar las variaciones del ritmo cardíaco de los perros cuando se separan de sus humanos. La investigación, financiada por la empresa de alimentos para mascotas Pedigree, es la primera en demostrar que, a pesar de latir a ritmos diferentes, los latidos de un perro y su humano siguen un mismo patrón cuando están juntos. Dicho de otra forma, se sincronizan. Una evidencia más del fuerte vínculo que existe entre ambas especies.

El estudio

Para la investigación, los expertos eligieron a tres participantes con un historial previo de ansiedad y una estrecha relación con sus perros. Los citaron a un estudio de grabación, les pusieron monitores cardíacos y llevaron a los perros a una sala y a los humanos a otra. De forma individual monitorizaron la frecuencia cardíaca de las personas mientras esperaban solas y los cambios experimentados cuando se reencontraban con sus perros unos minutos después. Como era de esperar, la frecuencia cardíaca de los participantes al comenzar la actividad era muy elevada. Cuando volvieron a estar juntos, las pulsaciones descendieron paulatinamente. Lo curioso es que en cuestión de minutos ambas frecuencias estaban sincronizadas. 

El estudio es sencillo y la muestra, muy pequeña. Pero los resultados son relevantes y ponen el foco en uno de los grandes problemas de la sociedad actual: el estrés. Nuestros amigos caninos no se escapan de las consecuencias físicas y psicológicas de vivir bajo tanta tensión. El insomnio y la salida prematura de las canas son solo algunos ejemplos. Como siempre, en lo que a bienestar animal se refiere, si crees que el estrés puede estar afectando la salud de tu perro, no dudes en visitar al veterinario. Cada caso es diferente y debe ser tratado siempre por un profesional.

Además, en Australia, el estudio se presentó en el marco de la campaña Hearts Aligned (corazones alineados), que tiene como principal objetivo recaudar fondos para rescatar animales abandonados. El hashtag oficial es #HeartsAligned