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Cómo dejar de ser un macho para ser un hombre: el instituto que enseña a librarse del machismo

Con el objetivo de que cada vez más hombres reflexionen sobre las conductas machistas que nos afectan a todos y empiecen un cambio hacia la igualdad nació #Demachosahombres, un instituto que imparte charlas y talleres para que los hombres desafíen también al machismo.

Cómo dejar de ser un macho para ser un hombre: el instituto que enseña a librarse del machismo

Que el machismo está presente en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida es algo que ya muy poca gente discute. En los últimos años, los movimientos feministas han vuelto a alzar la voz y han llenado no solo las calles con sus manifestaciones, sino que también se han hecho un hueco en los espacios públicos y han generado un sinfín de conversaciones en torno a cómo está organizada la sociedad hoy en día.

Poco a poco, los hombres también participan en estas conversaciones y se suman a las reivindicaciones que las mujeres llevamos abanderando siglos. Con el objetivo de que cada vez más hombres reflexionen sobre las conductas machistas que nos afectan a todos y empiecen un cambio hacia la igualdad nació #Demachosahombres, un instituto que imparte charlas y talleres para que los hombres desafíen también al machismo.

El fundador de este proyecto nacido en México y que ya ha llegado a países como España y Perú, Nicko Nogués, está convencido de que las masculinidades tóxicas son las culpables no solo de la violencia contra las mujeres, sino de prácticamente todas las violencias del mundo. “Puedes mirar las guerras, puedes mirar el crimen organizado, maras, pandillas, mafias, robos, bullying en las escuelas… puedes ir analizando cualquiera de estos estamentos de violencias, microfamiliar, intrafamiliar, micromachismos, y el porcentaje de quien provoca eso respecto a géneros es apabullantemente masculino”, reflexiona.

Por eso, considera que “como hombres o protagonistas muchas veces de esos episodios de violencia a cualquier esfera, desde lo micro hasta lo macro que está ocurriendo en este planeta, es indispensable también que nosotros mismos empecemos a involucrarnos en cómo ser parte de la solución, porque es evidente que somos parte del problema”.

¿Cómo trabaja #Demachosahombres?

Los miembros de #Demachosahombres ofrecen lo que llaman círculos, que van desde las tres hasta las 10 semanas de trabajo, así como workshops, talleres formados por un máximo de tres sesiones de unas tres horas. A estos últimos asisten tanto hombres como mujeres, pues habitualmente se realizan en empresas donde “lo que se quiere es aumentar la confianza y la diversidad real de los equipos de trabajo”, explica Nogués.

Sin embargo, los círculos son sesiones exclusivamente para hombres y, además, impartidas por hombres. “Si fuesen mixtas no habría una apertura real de parte de los hombres donde se bajan las barreras, cuentan lo que realmente sienten ellos, cómo están viviendo ese día a día, sus miedos”, nos explica Nogués, que considera que estas sesiones son realmente interesantes porque “hay un reconocimiento del problema que puede empezar a activar, y de hecho activa, esa segunda parte que es la asimilación de qué pueden empezar a hacer y cambiar para generar resultados distinto”.

Hacia la masculinidad positiva

La labor de este instituto tiene un claro objetivo: dejar atrás las masculinidades tóxicas y avanzar hasta alcanzar las masculinidades positivas. “Sabemos cuáles son los comportamientos tóxicos que nos han llevado donde estamos, perfectamente”, dice Nogués. “Y al mismo tiempo sabemos que hay otro tipo de atributos históricamente no conectados a las masculinidades, como la empatía y el cuidado”, señala.

En concreto, en #Demachosahombres ponen el énfasis en el cuidado, porque “son infinitas las capas que tiene el concepto de cuidado”, explica Nogués. “El cuidado es infinito, el cuidado personal, el cuidado de tu salud emocional, de tu salud reproductiva, responsabilidad sexual, de tus emociones, de la persona que tienes al lado, de tus hijos, etc.”, dice Nogués, que opina que “cuando estás desconectado de todo eso, te pierdes una gran parte de conexión con tu verdadera expresión, en este caso de la masculinidad, que pasaría por descubrir un montón de matices, de maneras de expresarte con las cuales no estamos en contacto precisamente por caer en la trampa de que estos atributos no representan la masculinidad”.

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Fotos: campaña de #Demachosahombres por el Día Internacional del Hombre

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Es importante además “empezar a hacerte responsable de tus propias interacciones con otros hombres también, porque ahí hay también todo un tema de homofobia implícito donde parece que no pudieses expresar o tener esta, no sé cómo llamarla, hermandad o sororidad desde el lado masculino, donde no sea un pacto silencioso donde apruebes comportamientos tóxicos, sino más bien una confianza real de poder expresar tus sentimientos con otro hombre y viceversa”.

“En definitiva, hay muchos aspectos ahí más luminosos de atributos que no estamos acostumbrados a incorporar y ahí hay una posibilidad, cada quien que los conecte como quiera”, concluye Nogués, que define la masculinidad positiva no como un dogma ni como una manera única de vivirla, sino como “una gran posibilidad de abrirse a nuevas maneras de expresar tu masculinidad conectándonos a nuevos atributos que históricamente hablando se han definido como que no tienen que ver con ser hombre”.

Machismo en las empresas y fuera de ellas

Uno de los principales trabajos que hace #Demachosahombres es con empresas. “Es una necesidad que ahora tienen muchas compañías por lo que está pasando en el mundo, por el contexto coyuntural que estamos viviendo, porque por ejemplo hay empresas donde se presentan problemas de acoso y claro, no hay ninguna política al respecto, no hay ningún proceso de cómo tratar eso”.

Sin embargo, lo más llamativo no es el trabajo que hacen con hombres en este sentido, sino la petición de las empresas de que se incluya a las mujeres en las charlas para evitar “las réplicas de liderazgos tóxicos masculinos”. “Se están también haciendo grupos de trabajo con mujeres donde se trabaja un tipo de liderazgo que pasa por entender cuál sería la forma de hacerlo sin necesidad de tomar como referencia liderazgos tóxicos masculinos”.

Pero este no es su único trabajo. Conscientes de que el machismo afecta a todos los ámbitos de la sociedad y que no todo el mundo puede pagar para recibir esta formación, los miembros de #Demachosahombres ofrecen cada año círculos gratuitos en diferentes puntos de México, donde han trabajado ya en Oaxaca, Yucatán, León y Monterrey.

Además, en su página web se puede descargar una gran cantidad de material “para que grupos de hombres que deseen replicar estos círculos en sus respectivas comunidades, ciudades, pueblos, lo que sea, lo puedan hacer”.

¿Qué es un macho? ¿Y un hombre?

Lo que nos queda claro es que #Demachosahombres quiere contribuir a acabar con el machismo. Lo que genera dudas, sin embargo, es qué es exactamente un macho y qué consideran ellos un hombre. “Ser hombre es una condición a ganar, no es algo que ya tengas”, dice Nogués. “Tu expresión masculina es algo a ganar, es algo a elegir, algo a descubrir y es algo que realmente haces tuyo una vez rompes con este patrón machista en el que estamos inmersos desde que somos niños”.

Es ese patrón machista que condiciona a las personas desde que nacen el que hace que los hombres se desarrollen como “machos”, opina Nogués. “Te das cuenta de que sí, de que tú naces con un determinado sexo y una construcción social que vas adquiriendo y vas creciendo con eso, y a eso se le llama hombre, pero realmente la esencia tóxica a la que tiende ese patrón es muy machista, por el contexto social en el que nos estamos englobando”.

De ahí el nombre del proyecto, nos explica Nogués, “porque es una evolución desde ese patrón tóxico a una conducta elegida”, un camino en el que “pasas desde la negación hasta la indiferencia, hasta la toma de contacto, hasta el cambio de hábito y hasta una supuesta, que no sé si algún día llegaremos desde este lado, toma de conciencia”. “Hay todo un proceso de desaprendizaje de este patrón tóxico. Por eso de machos a hombres es un viaje”.

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