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Vladimir Putin ordena suspender el asalto al último núcleo de resistencia en Mariúpol

El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ordenado parar los ataques contra el último gran foco de resistencia que queda en la ciudad ucraniana y pasar a una fase de asedio

Vladimir Putin ordena suspender el asalto al último núcleo de resistencia en Mariúpol

Tropas rusas avanzan en un tanque por Mariúpol. | Maximilian Clarke (Contacto)

Asedio en la acería Azovstal. El último gran núcleo de resistencia que queda en la ciudad ucraniana de Mariúpol (sureste), después de que el ejército ruso haya asegurado haber terminado de tomar la destruida urbe, será sitiado por las fuerzas del Kremlin sin asaltarlo. Un movimiento que busca preservar el mayor número posible de tropas evitando un asalto que se revelaba cada vez más complicado.

«Considero inapropiada la orden de irrumpir en la zona industrial y ordeno que se cancele», ha manifestado el presidente ruso, Vladimir Putin, durante una reunión con el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, antes de argumentar que es necesario pensar en «salvar la vida y la salud de los soldados y oficiales», según ha informado la agencia rusa de noticias Interfax.

El líder ruso ha manifestado que «no hay necesidad de entrar en estas catacumbas e ir bajo tierra en instalaciones industriales», al tiempo que ha ofrecido a las fuerzas ucranianas que entreguen las armas. «Rusia garantiza su vida y un tratamiento decente, en línea con las leyes internacionales», ha subrayado, antes de incidir en que la zona permanecerá bloqueada para que estas fuerzas no puedan escapar del lugar.

Por su parte, Shoigu ha recalcado que la acería es la única zona en la que quedan «formaciones nacionalistas». «Mariúpol ha sido liberada por las Fuerzas Armadas de Rusia y la milicia de la República Popular de Donetsk. Los restos de las formaciones nacionalistas se refugiaron en la zona industrial de Azovstal«, ha detallado.

El máximo responsable del Ejército ha apuntado que todavía hay cerca de 2.000 integrantes de las fuerzas ucranianas que se encuentran en los terrenos de la acería y ha subrayado que están «rodeados». Shoigu ha reseñado que «durante la liberación de la ciudad», más de 4.000 miembros de las fuerzas ucranianas murieron y cerca de 1.500 se entregaron a las fuerzas rusas.

El ministro de Defensa ruso ha puntualizado además que durante los dos últimos días nadie ha salido de la acería por los corredores humanitarios establecidos por el Ejército ruso y ha defendido que las fuerzas rusas respetaron la suspensión de hostilidades para permitir la «salida de civiles». «Nadie salió de Azovstal», ha reiterado.

La ofensiva no se detiene

En este contexto, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha hecho hincapié en que la decisión de suspender el asalto a la acería no implica cambio alguno en las operaciones militares de la «operación especial» en Ucrania. «La operación especial continúa según los planes», ha aseverado.

«Mariúpol, que se había convertido en un lugar de concentración de formaciones nacionalistas, ha sido liberado», ha ensalzado, al tiempo que ha señalado que a partir de ahora «es posible empezar a establecer una vida pacífica para el retorno de la población».

«Respecto a Azovstal, es una instalación separada en la que queda el último grupo de nacionalistas ucranianos», ha destacado Peskov, quien ha reiterado que «había y sigue habiendo una oportunidad para que las fuerzas ucranianas entreguen las armas y salgan a través de los corredores designados«.

Las fuerzas de la autoproclamada República Popular de Donetsk anunciaron el martes el inicio de una ofensiva contra la acería Azovstal después de que Rusia afirmara que las fuerzas ucranianas se encontraban cercadas en las instalaciones. Tras ello, Moscú ofreció a las fuerzas ucranianas deponer las armas y entregarse, lo que ha sido rechazado por el comandante adjunto del Batallón Azov -un grupo armado neonazi integrado en las fuerzas de seguridad ucranianas que se encarga de la defensa de Azovstal-, Sviatoslav Kalyna Palamar.

Por su parte, David Arajamia y Mijailo Podoliak, miembros de la delegación negociadora ucraniana, han mostrado en las últimas horas la disposición de Kiev a enviar un equipo negociador a la ciudad para mantener conversaciones con la parte rusa con el objetivo de evacuar civiles y personal militar de Mariúpol.

El vicealcalde de la ciudad, Sergei Orlov, alertó el miércoles en declaraciones concedidas a la cadena de televisión británica BBC de que hay «muchos» civiles refugiados en la acería Azovstal. «Carecen absolutamente de todo. Carecen de agua, comida, medicinas y ayuda. Rusia bloquea absolutamente todo, cualquier ayuda humanitaria o evacuación», denunció.

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