Hamás mejora su aparato armamentístico con productos comerciales comprados en Europa

Ya no son media docena de desarrapados subidos en una camioneta y armados con unos AK47 desvencijados. Los de Hamás se están sofisticando hasta niveles impensables hace unos años, y un buen ejemplo es el intento de ataque a suelo israelí con submarinistas del pasado 24 de octubre. 

En la tarde de aquel martes, y en línea con la escalada que se inició el fatídico día 7, la organización terrorista envió a una decena de hombres rana armados a las inmediaciones del kibutz Zikim, en el sur del país, y muy cerca de Gaza. El acceso a suelo hebreo por vía marítima y con intenciones similares no es nuevo. En 1990 un equipo de milicianos estuvo a punto de cometer una masacre en Tel Aviv, entrando por sus costas en una operación dirigida por el histórico Abu Abbas; fueron neutralizados por las fuerzas de seguridad judías. Más recientemente, en 2018, tres comandos pusieron sus pies sobre las playas israelíes y corrieron la misma suerte tras ser repelidos por el ejército. 

De la misma forma, el pasado 14 de octubre, la tripulación de una patrullera de la clase Dvora repelió un ataque similar dentro de la oleada programada por Hamás. Con posterioridad, la armada hebrea, conocida por su acrónimo YALTAM, encontró en el lecho marino de sus costas armas de fuego, artefactos explosivos, munición y lanchas neumáticas hundidas por estos disparos. Procedieron a sacarlos a la superficie y el cuerpo de ingenieros procedió a su destrucción. Los militares macabeos grabaron este vídeo: 

Comandos subacuáticos

Las Israel Defense Forces (IDF) no han facilitado muchos datos acerca del intento de ataque del pasado 24. Se sabe que fue al atardecer, y que fueron abatidos entre cuatro y diez terroristas. Los que sí han aportado algún dato más son los de Hamás, cuyos medios de propaganda suelen usar con fruición. Sin ir más lejos, y en varios videos distribuidos a través de redes sociales —en línea con su afición por difundir todo lo que hacen—, se puede ver que todos sus hombres rana llevaban cámaras GoPro para grabar vídeos de sus acciones. 

El detalle más ha llamado la atención de observadores y analistas es su equipamiento, porque no es habitual. Se cree que las fuerzas de Hamás se acercaron en algún tipo de embarcación hasta una distancia asumible, y se echaron al agua equipados con armas largas y un sistema de respiración subacuático muy especial. No llevaban las clásicas botellas de aire comprimido a la espalda, sino otros sistemas bastante más sofisticado: respiradores de aire.

En los vídeos que han publicado las IDF estos detalles no se aprecian, pero por sus líneas, formas y tamaño, es bastante posible que utilizaran el mismo instrumental con que se les ve en pruebas y entrenamientos. Se trata de los dispositivos de la firma italiana Sanosub, especialista en sistemas de respiración con diversas aplicaciones, y una es esta, relacionada con el submarinismo. El modelo que se puede ver en fotografías y vídeos es el AROC96, que se puede adquirir en el mercado comercial.

Cómo funcionan

Los llamados rebreathers apenas acumulan oxígeno. Lo que hacen es reciclar el existente, ya sea proveniente de los pulmones de su usuario, o el que quede alojado en el propio mecanismo y sus conductos. A la mochila que lo reúne todo habría que añadir una pequeña cantidad de gases filtrantes, pero sin apenas presión. Este tipo de sistema es frecuente en ámbitos militares y operaciones especiales, porque no producen burbujas como los equipos de buceo tradicional. A pesar de ser una rareza, son de fácil acceso en muchos países, y se cree que se compraron en Italia. De hecho, su fabricante los vende en su propia página web. 

Su modo de funcionamiento está basado en depurar el aire expulsado por los pulmones de los usuarios, esto es, reutilizan el gas exhalado reciclando la mayor parte o la totalidad. El equipo no solo es más pequeño, al carecer de pesadas botellas, sino que además permite inmersiones más prolongadas al no depender de una cantidad de aire limitada. 

Otra ventaja añadida es el factor tranquilidad. A los fotógrafos subacuáticos les encanta porque pueden acercarse a criaturas marinas que normalmente huirían por el ruido de las burbujas. No expelen aire, gases o CO₂ procedente de la respiración, sino que en un circuito cerrado, lo que sale de la boca del submarinista vuelve al sistema para filtrarse y poder ser usado. A nivel militar, esto supone una enorme ventaja en aproximaciones a zonas vigiladas; no dejan rastro en la superficie del mar, y la huella que proyectan sus operadores es prácticamente nula. Por otra parte, al no ser aire comprimido procedente de una botella, sino aire que ya ha pasado por unos pulmones, ya está caliente, o al menos al nivel de un cuerpo humano. 

Diversos tipos y utilidades

Hay de dos tipos: los rebreathers de circuito cerrado (CCRs), que reciclan todo el gas que se exhala, y del que solo escapan algunas burbujas durante los ascensos para equilibrar el gas expandido. Los CCRs requieren dos suministros de gas, un diluyente, normalmente aire, y una pequeña cantidad de oxígeno puro. El otro tipo, los llamados rebreathers de circuito semicerrado (SCRs), reciclan algo del gas que exhala su portador, pero no todo. Las burbujas escapan en una corriente o en pequeñas cantidades, pero no muchas. Los SCRs solo necesitan un pequeño suministro aire enriquecido, normalmente del tipo EANx36. Es una mezcla frecuente en submarinistas de altas profundidades. 

La utilización de este tipo de dispositivos requiere de cierto entrenamiento, revisiones frecuentes, y son relativamente sencillos de mantener. A tenor de los restos encontrados tras el frustrado ataque del día 24 de octubre, se cree que el comando se equipó de una forma bastante particular. Las investigaciones han conducido a encontrar entre su material restos de explosivos procedentes de un barco de la Segunda Guerra Mundial. La peculiaridad reside en que el barco estaba hundido. Muy probablemente, estos mismos equipos de respiración fueran usados para rescatar dicho explosivo, que se piensa se usó en los ataques del 7 de octubre. 

El grupo terrorista Hamas está siendo muy metódico en su preparación, y una de las consecuencias de su siniestra eficacia es que ha desarrollado una unidad naval equipada con lanchas rápidas y buzos. No es tarea fácil debido al bloqueo impuesto por Israel y la extensa panoplia de medios que ponen para combatirlo. Que hayan estado tan cerca no es señal más de que lo siguen intentando, y un ejemplo más de que existen multitud de productos comerciales, fáciles de encontrar sin levantar sospechas, que pueden ser utilizados en la guerra. Un dolor de cabeza más para las fuerzas israelíes, porque todos piensan que esto irá a más en el futuro.