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Francia lanza una polémica reforma migratoria que amenaza con romper el Gobierno

El ministro de Salud, Auréliem Rousseau, ha presentado su carta de dimisión por sus diferencias con la iniciativa

Francia lanza una polémica reforma migratoria que amenaza con romper el Gobierno

La diputada Marine Le Pen, durante la votación de la reforma migratoria. | Reuters

Francia cambia su legislación respecto a la inmigración en medio de una gran tormenta política y mediática. La Asamblea Nacional francesa ha aprobado este martes la polémica reforma migratoria, que ofrece importantes concesiones a la derecha ultranacionalista de Marine Le Pen y ha abierto una importante brecha en el Gobierno que dirige Emmanuel Macron, donde ya se ha anunciado una dimisión. En concreto, el proyecto incluye medidas como el restablecimiento del delito de residencia ilegal, la limitación del acceso de extranjeros a diferentes ayudas sociales, el cuestionamiento de la automaticidad del ius soli a la hora de otorgar nacionalidades y la posibilidad de detener indefinidamente en la frontera a determinados solicitantes de asilo.

La ley llega un año y medio después de haber sido anunciada por el Ministro del Interior, Gérald Darmanin, y después de haber sido rechazada en primera instancia el pasado 11 de diciembre en la Asamblea Nacional. El borrador de misma había sido aprobado con anterioridad en el Senado con 214 votos a favor y 114 en contra después de que una comisión parlamentaria mixta, formada por siete diputados y siete senadores, hubiera pactado un texto de consenso.

La primera ministra, Élisabeth Borne, ha considerado que la reforma es un «texto necesario y útil, esperado por los franceses», un «texto eficaz y coherente con los valores republicanos». Eso sí, también ha admitido que tiene «dudas» de que todos los artículos incluidos en la polémica reforma migratoria cumplan con la Constitución, por lo que ha adelantado que el Gobierno solicitará un pronunciamiento del Consejo Constitucional.

En cualquier caso, durante el debate, la jefa de Gobierno denunció las «maniobras groseras» del partido de Marine Le Pen. «Plantan la bandera sobre nuestro texto a pesar de que no lo votaron en el Senado», afirmó. Ahora, Borne ha aseverado que «la mayoría estaba unida» y que la «maniobra» de Agrupación Nacional «ha fracasado». «Esta noche solamente ha ganado el interés general», ha zanjado, pese a que uno de cada cuatro diputados macronistas ha votado en contra del texto, lo que evidencia la brecha en torno a la norma que ha formado en la mayoría gubernamental.

En este sentido, el ministro de Salud, Auréliem Rousseau, ha presentado su carta de dimisión al Ejecutivo, por sus diferencias con la iniciativa, según ha adelantado el periódico francés Le Figaro. Rousseau se opuso firmemente al endurecimiento del proyecto de ley y antes de la votación amenazó con su renuncia junto a otros ministros, como la de Educación Superior, Sylvie Retailleau, y el de Vivienda, Patrice Vergriete, respectivamente.

Más difícil acceder a ayudas

Uno de los principales focos de tensión han sido las ayudas sociales, ya que inicialmente la derecha reclamaba un claro endurecimiento de las actuales políticas. Este tipo de prestaciones, por ejemplo las destinadas a familias o a temas de vivienda, estarán condicionadas a que los extranjeros lleven al menos cinco años en Francia, en lugar de seis meses como hasta ahora. En caso de tener trabajo, se rebajan los plazos, a entre tres y 30 meses, en función del subsidio.

Además, el borrador incluye medidas de regularización de los inmigrantes que puedan trabajar en sectores con escasez de mano de obra –sujetas a la discrecionalidad de los prefectos–, el endurecimiento de los requisitos para la reunificación familiar, la recuperación del delito de estancia ilegal, la prohibición de ingreso de menores en centros de reclusión administrativa o la retirada de la nacionalidad para quienes cometan delitos contra las fuerzas de seguridad.

La votación de la ley es significativa a los ojos de muchos investigadores, historiadores y sindicatos, abogados o asociaciones, que ven en la reforma un vuelco político sin precedentes, ya que su contenido retoma varias ideas clave de la extrema derecha en materia de inmigración. Por su parte, el líder de La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon, ha tildado la aprobación de «victoria repugnante», tras lo que ha informado de que su formación ha propuesto a la «izquierda parlamentaria unirse para enfrentar el eje Macron-Le Pen». «Esta situación no puede quedarse sin una reacción acorde a la importancia del momento», reza un comunicado del coordinador de la formación, Manuel Bompard, compartido por Mélenchon.

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