La Policía Nacional de Perú volvió a reprimir durante la madrugada de este domingo a un grupo de manifestantes que llegó hasta el frontis de la sede del Congreso peruano, mientras fuentes oficiales informaron que el presidente Manuel Merino no piensa renunciar al cargo a pesar de la exigencia popular.
Lo más importante: tras los violentos sucesos que este sábado dejaron al menos dos muertos, decenas de heridos y al menos veinte desaparecidos, los agentes se replegaron hasta las cercanías al Palacio Legislativo, por lo que cientos de manifestantes que aún estaban en el centro histórico de Lima avanzaron de manera pacífica hacia ese lugar.
En un primer momento, los pocos agentes que custodiaban los exteriores del Congreso dejaron avanzar a los jóvenes, hombres y mujeres, que portaban banderas peruanas y lanzaban arengas acusando al Gobierno de Merino por las muertes de este sábado.
Sin embargo, después de que los manifestantes decidieran sentarse en la avenida Abancay, frente a la sede del Congreso, apareció otro gran contingente policial que, sin mediar mayores incidentes, comenzó a disparar gases lacrimógenos contra ellos y los periodistas que cubrían los incidentes.
La televisión local mostró como los agentes detenían y cargaban en vilo a, por lo menos, una persona y golpeaban con sus escudos a los periodistas que intentaban cubrir el arresto.
Tras la carga se generó un nuevo enfrentamiento y los jóvenes tuvieron que huir ante la arremetida policial, que también intentó intervenir las unidades móviles de los canales de televisión que cubrían los incidentes.
«Hemos tenido una emboscada, nosotros somos la mayoría en nuestra nación, somos más del cincuenta por ciento de 18 a 39 años, nosotros decidimos quién gobierno y quién no… somos quienes hacemos el contrapeso al gobierno de facto», arengó uno de los líderes de los manifestantes cuando amainó el enfrentamiento.
Aunque Merino no ha emitido ningún pronunciamiento tras los sucesos violentos, que llevaron al Congreso a pedirle la renuncia para no tener que destituirlo, durante la madrugada se divulgó una fotografía en la que apareció reunido con parte de sus ministros.
En la imagen se apreció al aún gobernante, que no mira hacia la cámara, reunido con el primer ministro Ántero Flores-Aráoz y varios de sus ministros, entre ellos el del Interior, Gastón Rodríguez, que dos horas después presentó su carta de renuncia.
Poco antes, casi una decena de ministros ya había anunciado su dimisión, lo que, según han indicado constitucionalistas, no evitará que asuman la responsabilidad legal que le corresponde a todo el Ejecutivo por las acusaciones que se le puedan imputar a Merino, que asumió la jefatura del Estado después de que el Congreso destituyera este lunes a Martín Vizcarra.
Después de la medianoche también corrieron como reguero de pólvora los rumores de una posible salida de Merino del país en un avión desde el grupo aéreo militar de Lima, anexo al aeropuerto internacional de la capital peruana.
Esto llevó a la empresa Lima Airport Partners, que administra el aeropuerto, a señalar que la terminal estará cerrada y sin vuelos hasta el amanecer, mientras que la empresa LATAM aseguró que tiene la potestad de reservarse la admisión de pasajeros a sus aeronaves.
Sin embargo, el congresista Rennan Espinoza declaró en la cadena local América Televisión que Merino había decidido dimitir pero durante la reunión con sus ministros fue convencido de que esperara a ser destituido por el Congreso para no asumir la responsabilidad política y legal de lo sucedido este sábado.
Poco antes, tras los sucesos violentos que se presentaron en el centro de Lima, el primer ministro Flores-Aráoz afirmó que se mantendrá en el cargo por «lealtad» a Merino y solo si este renuncia se irá con él.
Sin embargo, el jefe del gabinete indicó que estaba intentando comunicarse con Merino, pero este no respondía sus llamadas telefónicas.
Además, negó conocer que varios ministros ya habían hecho pública su renuncia porque no se lo habían comunicado y, por tal motivo, los había convocado a una reunión de urgencia, que posteriormente se celebró con aproximadamente una decena de ellos.
El presidente del Congreso, Luis Valdez, anunció la noche del sábado que convocó a la Junta de Portavoces a primera hora de este domingo para elegir a una nueva mesa directiva del Parlamento y destituir a Merino por los hechos violentos producidos en Lima.
Según la información difundida por las autoridades sanitarias, la represión policial durante la multitudinaria marcha contra el gobierno de Merino dejaron al menos 63 heridos, entre ellos bomberos y brigadistas de sanidad, y al menos dos fallecidos por disparos con perdigones y bombas lacrimógenas.
El destituido presidente Vizcarra afirmó que las muertes de los ciudadanos «no quedarán impunes» y calificó de «ilegal e ilegítimo» al Gobierno de Merino.