Los sondeos no se cumple. La ultraderecha francesa de Marine Le Pen (RN) ha sufrido un revés este domingo en la primera vuelta de las elecciones regionales, donde la oposición de derecha consiguió una cómoda victoria a menos de un año de las presidenciales.
Los datos: contrariamente a lo que vaticinaban los sondeos, el partido nacionalista y antiinmigración francés no se ha impuesto en ninguna de las seis regiones de las 13 para las que se disponía de estimaciones poco después de las 18:00. La abstención ha sido clave en los resultados, alrededor de un 68%, unos datos históricos en unas regionales.
Según un sondeo al cierre de los colegios del instituto Ipsos, la derecha tradicional ha obtenido en el conjunto de Francia un 29% de votos, frente al 18,5% del RN, muy por debajo del 27,7% que tuvo en las anteriores regiones de 2015, cuando fue el partido más votado.
Por su parte, al partido presidencial, La República en Marcha (LREM), tampoco le fue bien y sus probabilidades de ganar una región son casi nulas. Con apenas cuatro años de existencia, la formación de Macron no ha logrado implantarse a nivel local, no obstante puede ser decisiva de cara a la segunda vuelta para impedir el ascenso de la ultraderecha. «Fue difícil», ha reconocido el portavoz del Gobierno, Gabriel Attal.
Los ecologistas (EELV), que habían obtenido buenos resultados en las elecciones municipales de 2020, tampoco obtuvieron buenos resultados.
La votación, que fue aplazada debido a la pandemia de covid-19, estuvo marcada por una abstención récord superior al 66%, según estimaciones de varios sondeos. «El nivel de abstención es particularmente preocupante», ha declarado el ministro del Interior Gérald Darmanin.
Con apenas cuatro años de existencia, la formación de Macron, no ha logrado implantarse a nivel local, no obstante puede ser decisiva de cara a la segunda vuelta para impedir el ascenso de la ultraderecha.
Hace seis años, la derecha y el centro consiguieron siete regiones y los socialistas cinco. Desde entonces, estas grandes fuerzas de gobierno han perdido fuerza a nivel nacional, pero cuentan con sus raíces locales para limitar los daños.