El consumo de tabaco está detrás del 15% de todos los casos de alzhéimer

Con motivo del Día Mundial del Alzhéimer, la asociación Nofumadores advierte que el 14% de todos los casos de esta enfermedad que se producen en el mundo se atribuyen potencialmente al cigarrillo, según la OMS. La Sociedad Española de Neurología (SEN) cifra en unos 800.000 el número de personas que sufren esta condición neurodegenerativa, de las cuales se estima que unas 150.000 se deberían al tabaquismo.

La presidenta de Nofumadores, Raquel Fernández Megina, afirmó que «no es sorprendente la correlación entre cigarrillo y cualquier tipo de demencia. Lo sorprendente es el silencio que existe alrededor y que no se tenga en cuenta el coste económico y emocional para las familias de estos enfermos a la hora de aprobar una nueva Ley del Tabaco». Nofumadores propone exigir compensaciones económicas a las tabaqueras para ayudar a sufragar el cuidado y tratamiento de los mismos.

Distintos estudios realizados en los últimos años estiman que fumar incrementa alrededor del 40% el riesgo de desarrollar alzhéimer y el 30% los demás tipos de demencia. Así lo muestran los datos de la Comisión para la Demencia de la revista The Lancet, donde también se menciona al tabaco como uno de los factores de riesgo modificables más importantes para la prevención de la enfermedad.

La presidenta de Nofumadores exhorta a los poderes públicos a «avanzar en medidas de prevención de tabaquismo, tanto activo como pasivo, para reducir el número de enfermos de alzhéimer, así como los costes tanto materiales como emocionales, que supone esta enfermedad para quien la sufre y su entorno».

Efectos del cigarrillo en el riesgo de sufrir alzhéimer

Aunque los mecanismos que llevan a desarrollar alzhéimer son poco conocidos, la exposición crónica al humo de tabaco ha sido relacionada con un gran incremento del estrés oxidativo, acelerador de estas enfermedades neurodegenerativas. Fumar también incrementa el riesgo de padecer otras patologías, como el ictus o la hipertensión, relacionadas también con el alzhéimer.

Las peligrosas consecuencias para el cerebro de fumar están probablemente relacionadas con los efectos del tabaco en los vasos sanguíneos. Fumar incrementa los niveles de un químico de la sangre llamado homocisteína, el cual es tóxico para las arterias.

Estos altos niveles de este compuesto se han relacionado con un incremento del riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares (ictus) y demencia. Las arterias de los fumadores sufren de aterosclerosis desde décadas antes, lo cual resulta muy peligroso para el cerebro, ya que es el sistema cardiovascular a través del flujo sanguíneo el que hace llegar al cerebro oxígeno y nutrientes.

Los investigadores advierten también de la peligrosidad de la exposición al humo de segunda mano, algo que es prevalente en la sociedad española, en la que, por ejemplo, es imposible disfrutar de las terrazas de hostelería sin exponerse al tabaco ajeno. Aunque no es tan dañino como la exposición directa, el fumador pasivo incrementa el riesgo de sufrir demencia en más de un 25%.

El riesgo aumenta con el nivel de exposición: a mayor duración y frecuencia, mayor riesgo. Por eso, la presidenta de Nofumadores advierte de que la situación de las terrazas de hostelería «es absolutamente inaceptable. Ahora tenemos un motivo más para exigir la ampliación de los espacios libres de humo de tabaco y vapeadores».