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Así vivió Nacho Peña la final de la Supercopa en Riad

Florentino Pérez es consciente de haber batido un registro para la historia: superar en títulos a don Santiago Bernabéu

Así vivió Nacho Peña la final de la Supercopa en Riad

El Real Madrid celebra el triunfo de la Supercopa de Arabia Saudí. | Reuters

Acaba de terminar la Supercopa en Arabia. Me encuentro en el túnel de vestuarios del Estadio Al-Awwal Park de Riad. Entre el revuelo de fotógrafos, cámaras y personal de seguridad emerge la figura de Florentino Pérez. El presidente del Real Madrid camina sonriente y satisfecho. Es consciente de haber batido un registro para la historia: superar en títulos a Don Santiago Bernabéu, que logró 32, y situarse como el más laureado de la historia merengue alcanzando los 33.

Me acerco a él, lo felicito y me responde con un elocuente «otro más, Nacho». Entonces, el máximo mandatario blanco sigue avanzando protegido por un séquito de empleados del club hasta encontrarse con Joan Laporta a unos pocos metros del césped. Se saludan deportivamente, intercambian algunas confidencias y esperan su turno para participar en la ceremonia de trofeos.

Mientras observo atento mantengo mi posición en la zona de entrevistas. Desde el departamento de comunicación del Barça me han avisado de que «saldrán volando para el aeropuerto nada más recoger las medallas», así que todo debe de estar perfectamente preparado para la entrevista con Xavi Hernández.

El de Tarrasa, vestido completamente de negro, llega cariacontecido a mi posición. Lo primero que hace es «pedir perdón» a la afición culé, lo segundo quejarse porque «el penalti de Araujo a Vinicius no lo es» y lo tercero «felicitar al Real Madrid porque han merecido ganar». La charla es corta, dos minutos escasos y de vuelta a vestuarios. El Barça no quiere estar un segundo más en Arabia Saudita.

La medalla de Valverde

En estas aparece Fede Valverde. Guardo una buena relación con el uruguayo tras varios años de entrevistas así que, en lo que me daban paso al directo, tengo un minuto para hablar con él fuera de cámara. Lo veo un poco serio para acabar de ganar un título, así que le pregunto directamente: «¿Qué te pasa, Fede?». Su respuesta es tan lógica como reveladora: «Echo de menos a los niños y a mi mujer. Una semana aquí es mucho tiempo». Empatizo con él. Es más, le confieso que me he perdido el cumpleaños de mi esposa durante estos días de trabajo en Riad. Fede me mira ojiplático y espeta: «Si hago yo eso, no vuelvo a casa». Los dos nos partimos de risa.

Antes de que se marche me confiesa (ya al aire) que «tiene el tobillo bastante inflamado» y que en las semifinales «se le rompió una vena del pie», según le explicó el doctor. Tras desearle una pronta recuperación no puedo evitar pedirle que enseñe la medalla a cámara y solicitarle que me deje cogerla. Valverde acepta encantado y me la presta. Debo confesar que pesa más de lo que pensaba.

La gran noche de Vini

Otro que iba cargado de metales por las entrañas del Al Wasal era Vinicius Junior. El brasileño llevaba la presea colgada al cuello y el título como MVP del encuentro, que sólo soltó para comer fruta, acunado entre sus brazos. Aunque hubo algo que me llamó más la atención.

Después de meterle un hat trick al Barça y de hacer (si no el mejor) uno de sus mejores partidos con la camiseta del Madrid diría que estaba feliz pero no exultante. Tras escuchar sus declaraciones en rueda de prensa lo fui comprendiendo todo: «Intento cada vez estar más tranquilo. A veces me equivoco con un regate que no se debe hacer pero no soy un santo. Estoy aquí para aprender todo lo que Carlo me enseña». Su cambio y las declaraciones del míster diciendo que «no le gustan los tacones innecesarios de Bellingham y Vinicius» olían a (sabio) tirón de orejas.

Ancelotti está a un paso de la gloria eterna

Y entonces llegó el maestro. Son algo más de cuatro años (entre sus dos etapas) entrevistando a Carlo Ancelotti y nunca dejará de sorprenderme su elegancia y manera de mantener el equilibrio tanto en las buenas como en las malas. «Carlo, acaba usted de alcanzar un récord empatando a Zinedine Zidane como segundo entrenador con más títulos en la historia del Madrid», le lancé.

«Sí, pero esto al final se queda en la vitrina. Yo ya estoy pensando en el partido contra el Atlético de Madrid de Copa. Alguna vez miraré la medalla y pensaré: ‘¡Mira, aquel día estuve en Riad y gané la Supercopa!’. Los títulos al final son esto». 

Don Carlo Michelangelo Ancelotti. Más clase que un instituto.

Así, con estas vivencias y aprendizajes, viví la final de la Supercopa desde Riad.

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