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Economía

Los beneficios de las empresas españolas caen un 5% hasta marzo, mientras suben en la UE

La actividad económica crecerá un 3,9% este año y la inflación se situará en una media en torno al 8%, según los cálculos del Instituto de Estudios Económicos

Los beneficios de las empresas españolas caen un 5% hasta marzo, mientras suben en la UE

Europa Press.

Los beneficios de las empresas españolas cayeron un 5,1% en el primer trimestre de este año respecto a cierre de 2021, según cálculos del Instituto de Estudios Económicos (IEE) para THE OBJECTIVE, a partir de los datos más recientes publicados por la oficina de Estadística europea Eurostat.

En concreto, el retroceso del Excedente Bruto de Explotación (EBE) -los resultados minorados por el coste del factor trabajo- de las empresas españolas, del 5,1% entre enero y marzo, contrasta con la subida media del 7,2% en el conjunto de la UE en el mismo periodo, y con recuperaciones de las cuentas de explotación de las compañías del 3,7% en Portugal, del 0,9% en Italia, del 4,9% en Irlanda y del 3,3% en Grecia.

Así, España es la única economía de las agrupadas bajo el acrónimo PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España, por sus iniciales en inglés) que no ve relanzados los resultados de sus empresas en el primer trimestre de 2022.

Desmarcadas de la UE

Es más, según los estudios del IEE, a cierre de 2021 un tercio de las empresas del país se mantenían en pérdidas y el conjunto de las firmas no ha recuperado los niveles prepandemia, como sí lo han hecho sus homólogas de otros países de nuestro entorno, incluso llegando a rebasar los niveles de 2019.

«A excepción de Portugal, que experimenta una caída similar, la evolución de los resultados empresariales (aproximados con el EBE) en España durante los últimos dos años muestran el peor comportamiento de toda la Unión Europea», reza el informe.

EVOLUCIÓN DEL EBE Y EL PIB NOMINAL (2021 vs. 2019). VARIACIÓN EN %
Fuente: Instituto de Estudios Económicos (IEE) a partir de datos de Eurostat.

Así, en la práctica totalidad de países europeos, el EBE no solo recuperó -a cierre de 2021- los niveles anteriores a la crisis, sino que los sobrepasó ampliamente. De igual modo, en el conjunto de la UE, el EBE se situó a cierre del ejercicio pasado un 5% por encima de los niveles previos de 2019 (frente al -6,2% en España). Tan sólo Italia, Portugal y España presentaron a cierre de 2021 un EBE todavía inferior al de antes de la pandemia.

Por ello, desde el IEE se refuta el argumento de que parte del fenómeno inflacionario deriva de los beneficios empresariales. «Es técnicamente incorrecto y muy peligroso para la necesaria recuperación económica, que, recordemos, todavía permanece incompleta». En este sentido se pronuncian el presidente de la institución, Íñigo Fernández de Mesa, y su director general, Gregorio Izquierdo.

La variable más rezagada

De hecho, el último informe del organismo, bajo el epígrafe La Inflación y la Incertidumbre Frenan la Recuperación de las Empresas, señala a los beneficios empresariales como la variable económica más rezagada en la recuperación, constata que las compañías aún no han recuperado los niveles previos a la pandemia, como sí han hecho otras variables, y cifra en 100.000 millones la pérdida acumulada del EBE a cierre de 2021 en comparación con el cierre de 2019.

Además, 2021 cerró con una brecha del 6,2% en los excedentes brutos de explotación de las sociedades en general y del 8,8 en el caso de las mercantiles no financieras. Además, aduce el estudio, que según los datos de la Central de Balances del Banco de España se observa que tanto los beneficios brutos de explotación como el resultado neto ordinario -otros medidores del beneficio empresarial- se situaban a cierre de 2021 todavía un 24% y un 52% (en el caso de aislar las sociedades no financieras) por debajo de los niveles precrisis.

Por todo ello, los expertos del IEE concluyen que «es fácil inferir que la variable que peor se ha comportado (los resultados empresariales) no puede ser la responsable del incremento de los precios».

Revisión de las proyecciones

Con este escenario, la revisión de las previsiones macroeconómicas del Instituto apunta a un crecimiento del 3,9% este año y del 2,5% el próximo. Además, la economía española afrontará el final de 2022 y el comienzo del año 2023 con una enorme incertidumbre, afirma el estudio del IEE.

«Es previsible que el PIB en España no alcance el 4% de crecimiento este año y se sitúe por debajo del 3% en 2023; y el crecimiento de los precios puede situarse, en media, en registros cercanos al 8% en 2022, si bien el menor dinamismo de la actividad y la normalización de algunos factores deberían contribuir a un descenso en 2023 hacia tasas de inflación por debajo del 3% el próximo ejercicio», asevera el informe.

Pérdida de intensidad

El IEE confirma la pérdida de intensidad en la recuperación que vienen reflejando diversos indicadores proxy de la actividad así como la ráfaga de rebajas de previsiones de crecimiento. Y los técnicos del Instituto manifiestan su preocupación por la caída del consumo de las familias, el aumento del gasto público y la «notable» reducción acumulada de la productividad.

Por otra parte, los economistas del think tank advierten de que si persiste el aumento de los precios energéticos que importamos del exterior, puede registrarse en los próximos meses el primer déficit en la balanza por cuenta corriente de la última década.

Por otra parte, el estudio celebra el dinamismo del mercado laboral y la mayor disposición de los empresarios a contratar, al tiempo que llama a la responsabilidad de los agentes sociales en la negociación colectiva de modo que aquilaten su consenso hacia medidas que eviten una espiral de salarios y precios que pueda retroalimentar la inflación.

Vulnerabilidad en deuda y déficit

Por último, señalan a la deuda (117% del PIB) y el déficit público (5%) como grandes vulnerabilidades de nuestra economía y, en este sentido, y ante el endurecimiento de las condiciones de financiación y el empeoramiento de las primas de riesgo, el IEE reclama una estrategia fiscal a medio plazo creíble y realista.

En este sentido, el Instituto critica las subidas de impuestos a entidades financieras y energéticas recientemente anunciadas por el Gobierno y cifra en 5.000 millones de euros el impacto contractivo que puedan operar sobre la economía, equivalente a cuatro décimas de PIB y una pérdida de 72.000 empleos.

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