El Gobierno incentiva el tabaco con nuevos estancos mientras prepara una subida fiscal

El último movimiento del Gobierno en relación al sector del tabaco choca frontal con el nuevo Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 del Ministerio de Sanidad –aún por aprobar–, cuyo fin es reducir en un 30% el consumo de tabaco para el 2025. En este contexto, en el que el objetivo de la cartera de Carolina Darias es «disminuir la prevalencia de compra para conseguir una generación libre de nicotina», el Ministerio de Hacienda ha anunciado que subastará «al mejor postor» 203 licencias de estanco que saldrán a concurso en octubre. Un hecho que tiene lugar por primera vez en 18 años en puertas de una subida fiscal a la industria, contemplada en el anteproyecto de Ley del Mercado de Tabacos.

Según fuentes del sector, el Gobierno aspira aumentar un 8% los ingresos por esta vía después de que se desplomasen un 4,98% en 2020 en comparación con el ejercicio prepandemia. En concreto, los beneficios a través de los impuestos que gravan a la totalidad de las labores del tabaco (impuestos especiales e IVA) sumaron 8.636,9 millones de euros en 2021 frente a los 8.806 de 2019, según datos del Comisionado para el Mercado de Tabacos.

La presidenta de Nofumadores, Raquel Fernández Megina, apunta a THE OBJECTIVE el «afán recaudatorio» del Gobierno en un momento que, en su opinión «necesita dinero» como consecuencia de la crisis económica y la «modificación de los hábitos sociales». «Es llamativo este movimiento que queda, cuando menos, bajo sospecha», señala Fernández, que hace hincapié en la «prisa» del Ejecutivo en la apertura de nuevos estancos con el Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo «guardado en un cajón».

De cada cinco euros de un paquete de cigarrillos, cuatro acaban en las arcas del Estado

En este sentido, desde Nofumadores argumentan que lo lógico hubiera sido esperar a la entrada en vigor de la futura Ley del Mercado de Tabacos que prevé la prohibición de vender cigarrillos u otros productos que contienen nicotina. Sin embargo, demorarse ese tiempo «hubiera retrasado» los ingresos de estas 203 nuevas licencias hasta 2023. Con esas concesiones –que tienen un tiempo de duración de 25 años–, la facturación en el sector, que cuenta en la actualidad con 16.049 estancos repartidos por toda España, pasará de 11,8 millones a 13 millones, según el Ministerio de Hacienda. Y es que de cada cinco euros de un paquete de cigarrillos, cuatro acaban en las arcas del Estado.

Licencias por primera vez a subasta

Hasta ahora, este tipo de permisos para abrir un estanco se concedían únicamente a huérfanos, militares retirados o viudas, y su precio oscilaba entre los 70.000 y los 200.000 euros aproximadamente. Ahora, por primera vez, las licencias serán para «el mejor postor» con el fin, señala el Gobierno, de «asegurar la igualdad de todos los participantes en el acceso a las concesiones».

Sin embargo, una parte de la industria ve en este cambio un mero «afán recaudatorio» que «beneficia» a las tabaqueras «en contra» de los intereses de los ciudadanos españoles. Y es que el único criterio de adjudicación de la expendeduría será el del «precio más alto ofertado», se lee en el BOE, que además aclara que si un mismo participante resultase el mejor postor en dos o más zonas, «se le asignará automáticamente aquella expendeduría en cuya puja su oferta haya sido más elevada».

Por otro lado, desde Nofumadores han remitido una carta al presidente del Gobierno, con copia a la Ministra de Hacienda, donde critica la «extrema» concentración de expendedurías en la frontera con Francia donde se acumulan 50 estancos por cada 10.000 habitantes (cuando en el resto del país es de cuatro por 10.000). «España está inundando Francia de tabaco barato y generando una economía sumergida de personas que cruzan la frontera para revenderlo comprado en España convirtiendo a nuestro país en una especie de ‘traficante de tabaco’», se lee en la misiva.

Y es que pese a la reciente subida del precio del tabaco llevada a cabo en julio, España sigue siendo uno de los países de la Unión Europea con los precios más bajos en este producto

Y es que pese a la reciente subida del precio del tabaco llevada a cabo en julio, España sigue siendo uno de los países de la Unión Europea con los precios más bajos en este producto y, precisamente, la región gala, una de las más caras, donde una cajetilla cuesta de media 9.70 euros, frente a los 4,53 en nuestro país. «Esto nos convierte en el estanco de Europa», apunta a THE OBJECTIVE Raquel Fernández, quien recuerda que nuestro país se encuentra en el puesto 54 sobre 96 en el índice internacional de interferencia de la industria del tabaco.

«Nos defrauda enormemente que la Ministra de Hacienda, Mª Jesús Montero, licenciada en medicina, haya elegido, para aumentar la recaudación del estado, la fórmula de sacar a subasta la licencia de 203 nuevos estancos en lugar de aumentar los impuestos del tabaco para así frenar la pandemia del tabaquismo», concluye Fernández Megina, que espera que el Ejecutivo finalmente «cancele» estas convocatorias y «no renueve» aquellas cercanas a centros escolares y parques infantiles.