La mortalidad se dispara un 28% en la construcción en un 2022 de auge para el sector
La mayor actividad y las «prisas» tras el retraso de algunos proyectos por la pandemia y la crisis de materiales, podrían estar detrás de este incremento
Varios obreros trabajan en la construcción de un edificio | Europa Press
La construcción ha cerrado un año de auge a pesar de que los precios de los materiales y la energía han puesto la rentabilidad de las empresas del sector en un brete. Una mayor actividad con respecto a 2021 que, desgraciadamente, también ha tenido su efecto en la siniestralidad laboral y en consecuencia en la mortalidad.
La construcción es la segunda actividad que ha acumulado más accidentes mortales entre noviembre de 2021 y octubre de 2022, solo por detrás del sector servicios, según los datos del Ministerio de Trabajo. Así, de las 661 muertes acumuladas en este intervalo, 147 tuvieron lugar dentro de la construcción, 29 más que en el periodo de doce meses inmediatamente anterior.
El acumulado de 2022 es aún más desafortunado para este sector, siendo el que más muertes ha registrado: solo entre enero y octubre hubo 129 accidentes mortales, un 28% más que hace un año. Unos datos que «preocupan y mucho» a Mariano Sanz Loriente, secretario general de la Confederación Nacional de la Construcción. Desde la patronal de la construcción destacan que normalmente el número de accidentes va vinculado a la actividad y en 2022 ésta ha sido mayor al año anterior, tanto en obra pública como en privada.
¿Mayor mortalidad por los retrasos?
La construcción, tanto pública como privada, ha atravesado momentos complicado en los últimos años lo que ha provocado el retraso de algunas obras. En 2020 el estallido de la pandemia y sus consecuencias provocó la paralización de muchas obras. Posteriormente, la crisis de materiales, agravada por la guerra de Ucrania, acentuó esos retrasos y paralizaciones, como contamos en THE OBJECTIVE.
Esta situación ha obligado a acelerar su ejecución en los últimos meses, según apuntan fuentes del sector. Sin embargo, «las prisas no puede convertirse en una excusa para saltarse unos protocolos de trabajo, que, precisamente, juegan a favor de los propios trabajadores y que aseguran una indemnidad para el empresario», explica Felipe García, abogado y socio de Círculo Legal.
Formación en la construcción, clave
«Formación y prevención», son las claves para intentar reducir al mínimo estas dramáticas pérdidas, asegura Sanz Loriente a THE OBJECTIVE. «En la Fundación laboral para la construcción no paramos de impartir cursos de prevención. Estamos reciclando continuamente a los trabajadores», reconoce.
Por su parte, el socio de Círculo Legal que asesora a constructoras de primer nivel en estos asuntos, señala que «los accidentes con el peor desenlace posible suponen un verdadero drama para las familias de los fallecidos», pero también apunta que «con frecuencia se tiende a responsabilizar a los empresarios, demonizando su figura, incluso a pesar de que este haya puesto todos los medios a su alcance en materia de seguridad y salud en este tipo de accidentes laborales».
En este sentido, García insiste en que los empresarios están obligados a proveer a sus trabajadores de todos los medios necesarios para desarrollar su jornada laboral con garantías de total seguridad en la ejecución de sus tareas. No obstante, el abogado recuerda que a veces «estas medidas no se cumplen, porque se cometen imprudencias graves».
«Se junta un poco todo. Cuando tienes mas obras hay más prisas, es la pescadilla que se muerde la cola», reconoce García a este diario. Además, asegura que en el sector hay mucha gente extranjera sin formación y que dada la necesidad urgente de mano de obra, en algunas empresas no se les forma de la manera más adecuada. «A veces se le da la formación un poco deprisa, hay que tener en cuenta que lo entiendan», añade.
Auge por las elecciones
El año 2023 viene cargado de citas electorales, el sector de la construcción es consciente y espera un primer semestre de récord. «Las expectativas son muy buenas», afirman fuentes de la patronal.
Este año las licitaciones y adjudicaciones han crecido considerablemente tras el parón de pandemia. La licitación ejecutada por todos los organismos públicos de España alcanzó un importe de 26.370 millones de euros hasta el noviembre. Esto supone un crecimiento del 26,5% respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos publicados por la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de Infraestructuras (Seopan). Todo hace indicar, que este auge licitador continuará lo que hará que la actividad del sector aumente y también la «siniestralidad», afirman los expertos.
