La empresa familiar pide una rebaja fiscal para mejorar el salario neto del trabajador

El presidente del Instituto de la Empresa Familiar, Andrés Sendagorta, ha apostado este lunes por una revisión de la actual fiscalidad de España para conseguir, entre todos, que, «el salario neto que al bolsillo de los trabajadores esté lo más cerca posible del coste bruto que asumen las empresas».

Crítico con las actuaciones del Gobierno de Pedro Sánchez, también en en el terreno laboral y educativo, y haciendo primar el fin de la polarización política y el afán por recuperar el respeto por la institucionalidad en España, Sendagorta ha aprovechado su discurso en el acto inaugural del XXVI Congreso de la Empresa Nacional de la Empresa Familiar -en presencia de Su Majestad el Rey, del lehendakari, Iñigo Urkullu, y del ministro de Seguridad Social e Inclusión, José Luis Escrivá, y ante más de 500 empresarios reunidos durante dos días en el Palacio Euskalduna de Bilbao- para pedir públicamente una revisión de los salarios, «sin más límite que mantener el listón de la competitividad, esencial para la continuidad de las empresas».

Con el título del Congreso, La fuerza de las personas, el presidente del Instituto de la Empresa Familiar ha remarcado la relevancia de «evitar la polarización y apostar, por contra, por la moderación de diálogo, para que nos permitan construir relaciones estables que proyecten nuestro país y nuestras empresas hacia un futuro a largo plazo.

Desde es punto de vista, Sendagorta ha subyarado vital recuperar y reforzar el sentido de la institucionalidad. «Es tarea de todos -ha señalado- para hacer más fuertes todas las instituciones que nos representan y nos vertebran como sociedad».

El marco constitucional

En presencia del jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo -quien por cierto ha podido hablar unos minutos con Iñigo Urkullu antes de que llegara el Rey Felipe VI al Palacio Euskalduna -, el presidente del IEF ha apelado al marco constitucional que «nos ha dado decenios de estabilidad y prosperidad, que comparte la actuación del Instituto de la Empresa Familiar. Y dentro de ese marco -afirmó-, «queremos colaborar con todos sin excepción y ponernos al servicio de la prosperidad común».

Asimismo, ha agradecido el apoyo de la Junta Directiva del IEF, también el de los presidentes y directores de las Asociaciones Regionales de la Empresa Familiar, así como el del equipo del Instituto, liderado por José Luis Blanco y, señalando el soporte de Ana Botín y de Juanjo Cano, «por su cercanía y por los apoyos permanentes», Sendagorta ha recordado que «esta institución representa a más de dos millones y medio de personas que trabajan todos los días con ilusión y pasión en iniciativas promovidas y gestionadas por familias empresarias».

No en vano -ha destacado-, que en España se está presenciando una acusada dificultad para disponer de perfiles profesionales adecuados que incorporar a nuestras empresas. Y -ha añadido-, no solo faltan ingenieros e informáticos, tambiñen personas que trabajen en el mundo de la hostelería o el mundo industrial. Por eso -ha ahondado-, el resto pasa por atraer y retener en nuestras empresas a personas con talento, lo que se ha convertido en una prioridad de primera magnitud».

De ahí -apuntó-, «la importancia por potenciar y desplegar elementos esenciales como son la cercanía y el compromiso con las personas», dijo.

La formación

Otra de las demandas formuladas por Sendagorta ante la concurrida audiencia -en la que se ha podido ver a grandes empresarios como Juan Roig (Mercadona), Ana Botín (Banco de Santander), José Manuel Entrecanales (Acciona), Sabina Fluxá (Grupo Iberostar), Javier Ormazabal (Velatia) y, Juan José Cano (KPMG), entre otros– se ha centrado en el papel de la educación en España, petición que ha hecho a las autoridades, destacando la necesidad acuciante de «mejorar drásticamente nuestro sistema, de tal manera que los jóvenes que salgan de nuestras universidades y centros educativos tengan la formación que precisan los nuevos puestos y que necesitan nuestras empresas».

Con esta visión, el presidente del IEF ha manifestado tener la impresión de que en este terreno, en el educativo, «se destina más tiempo en el debate público en subrayar rasgos ideológicos que en apuntalar los objetivos reales que deberían perseguir nuestros programas educativos. Así, apostó por una educación transversal y a largo plazo, y que también esté orientada en valores».

En el transcurso de su oratoria, Sendagorta ha profundizado en la importancia de saber comunicar bien las actuaciones de la empresa familiar, lo que además ha de corresponder con el compromiso de las empresas, pero también de las instituciones públicos para que hacer prevalecer el trabajo bien hecho.

El reto del empleo

Sendagorta también se ha detenido en el principal desequilibrio de la economía española, en el desempleo, en su opinión, «una de las principales causas de las desigualdades sociales, y el auténtico freno al ascensor social». De ahí que el presidente del IEF haya recalcado que, si bien las subvenciones pueden ser un remedio temporal necesario, solo sirven para salvar situaciones puntuales, porque después, «solo el trabajo desarrollado por personas con la formación precisa representa una verdadera solución sostenible». Y es por eso -añadió-, que «necesitamos incoporar a más ciudadanos a la vida laboral activa, e integrarlos en el ciclo virtuoso del empleo de calidad, del empleo productivo privado, que es el que más genera riqueza -subrayó-, para distribuir y cubrir las necesidades públicas, y no del solo sirve para maquillar las estadísticas».

Por su parte, su Majestad el Rey destacó «el importante papel de las empresas, como parte de la solución», en cualquier momento, al tiempo que Iñigo Urkullu hizo un llamamiento por el buen uso de los fondos Next Generation, de manera regional, en su caso, porque de otro modo, «corremos el riesgo de dejar perder esta oportunidad de futuro».

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