Telefónica deberá provisionar 1.100 millones de euros para su nuevo plan de bajas incentivadas

Telefónica tendrá que provisionar al menos 1.100 millones de euros en sus cuentas en España para poner en marcha su nuevo plan de bajas incentivadas (PSI), según las estimaciones de fuentes sindicales a THE OBJECTIVE. El plan que en un comienzo está abierto para unos 5.000 empleados, pero cuya aceptación rebaja la empresa a entre 2.000 y 2.500 empleados, comenzará a negociarse en los próximos días con el objetivo de tenerlo cerrado antes de finales de año.

La idea de la compañía es dar el primer paso de manera después de que su Consejo de Administración apruebe el PSI en su reunión mensual prevista esta semana. Posteriormente se convocará a los sindicatos a la primera reunión de toma de contacto, probablemente antes de que finalice este mes de octubre y comenzarán las negociaciones en noviembre.

De hecho, al conocerse este lunes los primeros detalles del plan, los sindicatos no habían tenido todavía ninguna comunicación oficial del nuevo PSI, aunque posteriormente han reconocido a este diario que -en caso de confirmarse- se aleja el fantasma de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que llegó a sobrevolar la división española de Telefónica.

2.000 salidas

La idea de la dirección es tener una primera aproximación formal con los representante de los trabajadores lo antes posible para presentar el plan de bajas incentivadas entre los principales hitos de su Plan Estratégico 2023-2025 que José María Álvarez-Pallete presentará ante los inversores el próximo 8 de noviembre. El primer Investor Day desde el año 2011 y el estreno del actual presidente de Telefónica en este tipo de foros.

Respecto del impacto financiero del plan, en 2022 se provisionaron 1.600 millones de euros para financiar las 2.950 salidas finalmente aprobadas. Las fuentes consultadas indican que en este caso la proporción de gasto será similar ya que hablamos de un plan que mantendrá prácticamente las mismas condiciones que anteriores reducciones de plantilla. Del mismo modo, el target objetivo de salidas se fija en las 2.000 puestos de trabajo, lo que -en este caso- rebaja las provisiones hasta los 1.000 a 1.100 millones de euros.

Sin embargo, esta cifra no es definitiva, ya que dependerá de las condiciones en que finalmente se cierre el plan, que podrían variar respecto de las propuestas iniciales y en base a las que se hace este cálculo. De hecho, Telefónica sólo podrá realizar una provisión oficial en sus cuentas de 2024 cuando el PSI esté cerrado y firmado con los sindicatos, algo que solo se prevé que se resuelva hacia finales de año.

Plan plurianual

En este caso, las fuentes sindicales consultadas por THE OBJECTIVE indican que todavía son muchas las dudas que planean sobre este nuevo PSI. La primera es quiénes estarán incluidos y a qué años afectará, una variable que puede cambiar radicalmente el número de personas que finalmente puedan ser elegibles para optar a las bajas incentivadas.

Lo que ha trascendido es que el plan incluirá en principio a personas nacidas en el año 1.968 (55 años al cerrar el curso), lo que eleva el universo de trabajadores potencialmente admitidos a unas 5.000 personas. En este sentido, si consideramos que en anteriores planes la adscripción fue del 60% al 70%, desde algunos sectores se ha limitado el número de afectados a unas 3.000 a 3.500 personas.

Sin embargo, otras fuentes apuntan a que el plan podría ser plurianual y que duraría el mismo tiempo que el Plan Estratégico (2023 a 2025). De ser así, el listón bajaría hasta los nacidos en 1.969, si es que se incluye el año 2024; y a 1.970, si es que se contabiliza el año 2025. Esto elevaría el universo en al menos 1.000 a 2.000 personas, disparando el número de potenciales afectados, aunque otras fuentes indican que la intención de la empresa es centrar el PSI en sectores muy concretos, por lo que trabaja con estimaciones de unas 2.000 salidas como máximo.

Costes de Telefónica

En el caso de que se hiciera un PSI a tres años -lo que no es más que fraccionar el plan en tres partes– el impacto contable sería diferente, ya que el monto total destinado debería provisionarse en tres ejercicios diferentes, con el consiguiente alivio en las cuentas de la operadora en España ya que podría equilibrar su Ebitda (beneficio operativo) en estos cursos.

De todas maneras, hay una gran coincidencia entre trabajadores, sindicatos y empresa de que el PSI es la mejor solución para ajustar las dimensiones de la plantilla. En los sindicatos aseguran que siempre que las salidas no sean forzadas, y las condiciones sean buenas, no se opondrán. Y por el lado de la plantilla existe unanimidad en que todos los que estén en edad de acogerse, se plantearán el plan de bajas como una forma atractiva de salir de la compañía.

Del lado de la compañía, es la mejor manera de recortar costes laborales evitando conflictividad social y sin tener que recurrir a un ERE. Las cuentas que hace Telefónica indican que tras ejecutarse el plan, la operadora podría obtener importantes sinergias. En el plan de 2021 calcularon 200 millones extra a sus resultados operativos brutos (Ebitda) del 2022 en España. Este aumento provino fundamentalmente del ahorro que se produjo con la salida de los empleados que se llevaban la parte más elevada de la masa salarial.

Condiciones del PSI

¿Condiciones? Solo se sabe que serán muy similares a las del PSI de 2021. Esto es un 68% del salario hasta la jubilación para los trabajadores del año en curso (1968) y un 65% para los que estuviesen por encima de este año. Quienes se sumaron al plan siguieron manteniendo todos los beneficios de trabajar en Telefónica, como asistencia médica con Antares y seguir formando parte del Seguro Colectivo de Riesgo de la compañía.

En el PSI de 2019 se aprobó también que los adscritos al plan de bajas incentivadas siguieran perteneciendo a ATAM, un sistema privado de protección social para las familias con situaciones de discapacidad y dependencia y la empresa también se comprometió a seguir aportando a sus planes de pensiones.