'Constructech' en España: lo que hay no basta, pero indica el camino a seguir

La industria de la construcción siempre ha tenido en España una fama dual. Por una parte, algunos de los personajes más estrambóticos del país hicieron fortuna en torno al ladrillo; por otro lado, dragones como Acciona, ACS y FCC operan a escala mundial con prestigio y números de infarto. 

Se trata, sin la menor duda, de uno de los nichos menos digitalizados del panorama económico. Viajes, moda, finanzas, medicina, abogacía, energía, educación y movilidad, entre muchos otros sectores, han mutado de piel gracias al impulso disruptivo de cientos de startups. El propio nombre oficial (constructech) ya transmite cierta espesura: el enésimo anglicismo, buildtech, sonaría mejor. Pero incluso en el plano descriptivo existe alergia a la innovación. 

Ni en los fondos estadísticos del Observatorio de Bankinter ni en los silos de El Referente aparece siquiera una mención al desempeño del constructech en España. Sólo el primo lejano del proptech (inmobiliario) arroja datos oficiales: en 2021 las startups de este segmento levantaron 689,5 millones de euros; en 2022 cayeron hasta 315,8 millones y en 2023 lograron sólo 25,8. 

Esta falta de ímpetu no impide que haya nombres dignos de mención con potencial suficiente para darle al tablero un vuelco más que necesario a la vista de la involución de los últimos años: la aportación de la construcción al PIB nacional no deja de menguar. 

011h y Checktobuild son dos de las startups más relevantes en este mercado por conquistar. La primera es catalana y pretende revolucionar el concepto clásico y opaco de la construcción con un SaaS (software as a service) para arquitectos, contratistas y project managers donde todos los aspectos del proceso estén digitalizados, otorgando a la visualización, gestión del dato y la consiguiente precisión el poder absoluto. La segunda es andaluza y propone algo similar pero más concreto: automatizaciones de los controles de calidad, el progreso de una obra y las mediciones. 

Propuestas con respaldo y recorrido

En 011h los fondos han inyectado 35 millones en dos rondas incluyendo el concurso de Seaya, un top 3 del VC español. Detrás están los fundadores de Privalia. Checktobuild levantó en diciembre una ronda de 1,19 millones en una operación más modesta que no oculta la ambición expansiva de su CEO, el joven malagueño Alejandro Ruiz (1995), sobre todo en Estados Unidos. 

Digno de mención es el caso del trébol que conforman Woodea, Nido y CoCircular, tres empresas en la órbita de Zubi Labs, el venture builder de Iker Marcaide, uno de esos emprendedores siempre preocupados por el bien común y la sostenibilidad, en la línea de otros líderes emergentes como Antonio Espinosa de los Monteros (LIUX, Auara).

Woodea es el caso más claro de constructech con su apuesta nítida por la madera certificada como base de cualquier proyecto y una plataforma de seguimiento en tiempo real de la obra. Nido está especializada en la instalación de aerotermia en hogares. Y CoCircular digitaliza la gestión de los residuos que genera cualquier tipo de empresa, incluidas obviamente las dedicadas a la construcción. 

En el radar

Entre las iniciativas dignas de seguimiento destacan ROOM2030, empresa de arquitectura industrializada que diseña y fabrica soluciones tecnológicas, saludables y sostenibles y que ha sido seleccionada para el programa Neotec del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI); Aquí tu Reforma (dedicada a lo que su propio nombre indica; 6,75 millones levantados hasta la fecha); SAALG Geomechanics, autora de un software pensado para ingeniería civil y edificación; la vasca Egoin, cuya propuesta es similar y anterior a Woodea; o Evocons (robótica e impresión 3D aplicada a la construcción y la arquitectura).