THE OBJECTIVE
Consumo

Qué es la tasa Amazon, que promete encarecer la entrega de productos a domicilio

Hacienda va a gravar la ocupación del espacio público por parte de empresas de paquetería, lo cual acabará repercutiendo en el precio final de los productos y presumiblemente en los consumidores

Qué es la tasa Amazon, que promete encarecer la entrega de productos a domicilio

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero

La tendencia a comprar por Internet que se impone, y mucho más tras la irrupción de la pandemia de la Covid-19 hace más de dos años, ha provocado que aumente el servicio de reparto de paquetería en las ciudades, lo cual se traduce en una mayor ocupación del espacio público, imprescindible para realizar las entregas que, a juicio del Gobierno, ha de ser gravada. Las grandes empresas de reparto tachan la medida de únicamente recaudatoria, y es que tanto las que trabajan a través de Internet como las tradicionales, tendrán que hacer frente a ese nuevo tributo que, aunque se denomina tasa Amazon, aunque afectará a más empresas a pesar de que ya existen tasas específicas por ocupación del espacio público.

El grupo de expertos creado por el Gobierno, bajo la supervisión de la ministra de Economía, María Jesús Montero, para acometer una profunda reforma fiscal recomienda el cobro de esta tasa por ocupar espacios públicos en las entregas, y se basa en que estos servicios a domicilio son contaminantes, crean atascos, generan muchas emisiones y en definitiva obstaculizan el tráfico rodado en las poblaciones. Las empresas afectadas, por su parte, rechazan la tasa por considerar que ya pagan por ocupar espacios públicos a los diferentes ayuntamientos y que, por lo tanto, la medida se les antoja otra artimaña para que la administración tenga unos ingresos añadidos, que en ningún caso se justifican.

¿Hasta un 5% más?

Aunque el nuevo impuesto lleva el nombre de Amazon, lo cierto es que no solo afectará al coloso estadounidense de las ventas por Internet y los repartos masivos, sino a cualquier empresa, online o no, que presente un elevado volumen de entregas a domicilio, y además se justifica con el argumento de que la tasa sea para todo tipo de empresas por la necesidad de no favorecer a unas sobre otras. De esta manera, la consecuencia lógica de la aplicación del tributo es que repercuta en los precios finales de los productos y consiguientemente en los consumidores.

Los expertos no aportan una cuantía concreta de la tasa Amazon. Creen que su impacto individual no será excesivamente elevado, aunque podría llegar a gravar los artículos entre un 3% y un 5%, y a buen seguro ese incremento no lo van a asumir totalmente las empresas. Otra cosa sería que, para eludir el pago, estas compañías recurrieran a otras formas de entrega vigentes en otros lugares pero de difícil aplicación en España, como la entrega con drones, que en nuestro país conlleva multitud de trabas jurídicas que la hacen inviable por el momento, como lo son los puntos de entrega de barrio, existentes en otros países y creados por diferentes administraciones para evitar los problemas derivados del reparto. Lo que sí es posible en nuestro país es recoger los pedidos en las instalaciones de las propias propias empresas de reparto o en puntos habilitados por ellas, taquillas y buzones como los que tiene Amazon a disposición de sus clientes en diferentes espacios, como los centros comerciales, que no justificarían esa tasa por reparto a cada domicilio.

Alternativas al reparto

La alternativa evidente para no hacer frente a ese nuevo pago de reparto de paquetería es comprar en establecimientos físicos que, además, incentivan el comercio local. Así, cualquier incentivo que pudieran tomar estas tiendas para fomentar las compras presenciales, iría en contra del pago de tasas y repercutiría positivamente en el bolsillo del consumidor. En cualquier caso, el reparto no va a dejar de existir, al contrario, y precisamente ese auge es la justificación de la tasa Amazon, aunque no convenza a las empresas y tampoco lo hará a los consumidores.

La tasa está a la espera de poder ser aplicada, ya que debido la invasión rusa de Ucrania ha supuesto una pausa para su implantación. De hecho, la guerra ha frenado en seco su aplicación, pero más tarde o más temprano acabará llegando y posiblemente cuando los consumidores vean en la práctica que los precios se incrementan será cuando surjan sus protestas. Por el momento son las empresas afectadas las que ponen el grito en el cielo.

Nada que ver con la tasa Google

El Libro Blanco sobre la Reforma Tributaria, donde queda incluida esta tasa por ocupación de espacios públicos, recoge que la medida no solo va afectar a grandes tiendas online como Amazon o Aliexpress, también al «comercio tradicional» y se citan expresamente firmas como «El Corte Inglés, Carrefour e Ikea» por su volumen de pedidos y repartos a domicilio. El documento cita que «el tributo no debería recaer exclusivamente sobre el comercio por Internet, aplicándose también sobre el comercio tradicional cuando se realice el presupuesto de hecho del gravamen, para evitar tratamientos discriminatorios».

La reforma fiscal que acomete Hacienda «adaptada al siglo XXI» ha buscado fórmulas para aumentar significativamente los ingresos y esta que lleva el nombre de Amazon promete ayudar a recaudar más. Eso sí, no debe confundirse con la tasa Google, que Amazon aplica desde enero de 2021 con una modificación posterior el 1 de abril, y que pasa por cargar a las empresas tecnológicas que venden sus productos en España con un 3% de sus ingresos por servicios digitales, medida que afectó inicialmente a más de 9.000 pymes de nuestro país. Con esa tasa Google, Hacienda pretendía recaudar cerca de mil millones de euros al año, pero lo cierto es que en 2021 la cifra se quedó en 240, aunque el ministerio es más optimista de cara a este año.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D