Ciudadanos no se reconcilia en los juzgados de Murcia un año después de la moción de censura

Las dos facciones de Ciudadanos en la fallida moción de censura en Murcia de marzo del año pasado se verán las caras este jueves en el Juzgado de Instrucción número 4 de Murcia. La vicepresidenta regional, Isabel Franco, la consejera de Empresa y portavoz del Ejecutivo regional, Valle Miguélez, y el portavoz del grupo parlamentario de Cs en la Asamblea regional, Francisco Álvarez, están citados a las 09:30 horas a un acto de conciliación con Carlos Cuadrado.

Este último, quien fuera mano derecha de Inés Arrimadas en Ciudadanos y actual secretario de Finanzas de la formación naranja, denunció antes de verano a Franco, Miguélez y Álvarez por decir que se les coaccionó para que firmasen la moción de censura del PSOE y Cs contra Fernando López Miras. 

En realidad, solo Cuadrado estará presente ante el juez, pues los denunciados tienen previsto enviar representantes legales al acto de conciliación, el requisito previo a la presentación formal de una querella. Fuentes del Ejecutivo regional adelantaron a THE OBJECTIVE que Franco y Miguélez tienen Consejo de Gobierno a la misma hora que la citación judicial y que no habrá acuerdo con el demandante, por lo que la denuncia proseguirá su tramitación.

Este caso judicial ha tenido un recorrido accidentado. El citado Juzgado de Instrucción número 4 de Murcia emitió las citaciones en julio pero los agentes judiciales no localizaron en sus domicilios particulares a Franco y Miguélez, dos de las personas más conocidas del Gobierno de López Miras. Así que al primer acto de conciliación, fijado para el 4 de octubre, solo se presentó Álvarez con su abogado.

Delante de la secretaria del juez, el actual jefe del grupo parlamentario de los díscolos de Ciudadanos se enteró de que la vista se había pospuesto unos días antes, el 4 de octubre. La notificación de dicho aplazamiento no le había llegado a tiempo a Álvarez, pero lo más sorprendente es que Franco y Miguélez aparecían «en paradero desconocido» a ojos de la Justicia murciana, tal y como desveló este periódico.

En la formación naranja minimizaron ese entuerto de las citaciones y señalaron que se había notificado al juzgado las direcciones de trabajo de Franco y Miguélez en Murcia capital. Es decir, las sedes de la Vicepresidencia y de la Consejería de Empresa. Y ahí sí que se les llegaron las citaciones judiciales.

La defensa de Isabel Franco

Franco se defendió en marzo del año pasado de su expulsión con un escrito a la Comisión de Régimen Disciplinario de Ciudadanos para que le revocase la expulsión del partido. En ese documento señaló que firmó la moción de censura bajo una «fuerte coacción y desinformación».

La vicepresidenta murciana recibió el 13 de marzo a las 19:44 horas un correo electrónico en el que se le informó de la resolución que había adoptado el Comité Permanente de Cs el día anterior, pero se quejó de que la resolución estaba redactada «de forma genérica, no habiendo sido dirigida a mi persona y de forma individualizada». También reprochó a la formación naranja a la que pertenecía que no se le hubiera especificado el número de expediente, lo que imposibilitaba «la identificación y registro del mismo».

Sobre la convocatoria interna en la que se firmó la moción de censura, Franco señaló que fue convocada por Cuadrado a una reunión urgente en la sede autonómica del partido, «todo ello sin ser informada de cual era el motivo o asunto a tratar, ni quién estaría presente».

Aquella cita fue «orquestada en todo momento de forma autoritaria y verbal por don Carlos Cuadrado, el cual nos indicó una serie de negociaciones llevabas a cabo por el partido a raíz del miedo a una inminente convocatoria de elecciones por el Partido Popular en 48 horas, sin informarnos, ni justificar acerca de que órganos eran los que supuestamente habrían llegado a tales acuerdos».

Franco desgranó, a continuación, el «engaño producido en cuanto a lo informado» por Cuadrado «y lo recogido en los documentos». Al filo de las 22:00 horas, cuando se aproximaba el toque de queda, les entregó «rápidamente» el documento a firmar de la moción de censura. Concretamente, tres copias.

«En ese momento, y con una fuerte coacción y desinformación, firmé el documento por disciplina del partido, confiando en lo que se nos había indicado», señaló entonces la vicepresidenta murciana. «Lo que desconocía», añadió a renglón seguido, «era que en realidad se estaba entregando al PSOE el Ayuntamiento de Murcia a cambio del Gobierno de la Región de Murcia».

«No se nos dio respuesta; únicamente Carlos Cuadrado manifestó que él estaba ahí para hacer lo que él se decía, porque él era el partido»

Isabel Franco

La que fuera cabeza de cartel de Ciudadanos a las autonómicas murcianas de 2019 lamentó también que solo se estaba dando la presidencia de Murcia a Cs «de forma figurativa» en la persona de Ana Martínez Vidal «y sin ningún tipo de decisión en el Gobierno por parte de Cs» ya que seis de las nueve consejerías caían en manos del PSOE, por lo que los socialistas tendrían mayoría «para la toma de decisiones».

Franco subrayó por último que «en todo momento» pidió información de qué órgano interno del partido había autorizado esa maniobra política. «No se nos dio respuesta; únicamente Carlos Cuadrado manifestó que él estaba ahí para hacer lo que él se decía, porque él era el partido», concluyó.