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Defensa otorgó puntos extra a los beneficiados en las polémicas oposiciones del Gómez Ulla

El Ministerio concedió, en solo dos años, 17 medallas a familiares del líder de UGT y del jefe de Seguridad del hospital militar, lo que les colocó en mejor posición

Defensa otorgó puntos extra a los beneficiados en las polémicas oposiciones del Gómez Ulla

El líder de UGT en el Ministerio de Defensa, Alfonso Castillo, junto a Margarita Robles. | Twitter de A.C.Gallardo

El Ministerio de Defensa ha concedido, en un lapso de dos años, un total de 17 condecoraciones a miembros de las dos familias que están en el punto de mira por las polémicas oposiciones de empleo público al hospital Gómez Ulla, en las que se ha extendido la sospecha de que las preguntas de los exámenes, o al menos una parte, pudieron filtrarse previamente a algunos de los aspirantes.

Detrás de este «sorprendente» número de medallas y menciones honoríficas que han recibido ambas familias, a juicio de fuentes militares consultadas por este periódico, estaría el intento de ayudar a los aspirantes a sumar puntos en la fase de concurso, el último trámite de la oposición si un examinado logra superar el corte de la primera prueba escrita y donde se valora el expediente militar de cada uno.

Las «dudas en la cadena de custodia de los exámenes», en palabras del sindicato CCOO, de la que se habrían favorecido varios opositores se centran en dos personas. Por un lado, el máximo responsable del sindicato UGT en Defensa, Alfonso Castillo Gallardo, cuya mujer –María Begoña Lorenzo López– e hijo –Alberto Castillo Lorenzo– consiguieron superar el corte del examen con dos de las notas más altas, según desveló THE OBJECTIVE a principios de junio.

La otra familia en el ojo del huracán está encabezada por el teniente Antonio Jesús García Sillero, jefe de Seguridad en el centro hospitalario, según destapó El Periódico de España previamente. Los exámenes quedaron depositados en el Gómez Ulla durante un tiempo antes del día del examen, aunque él niega haber tenido acceso a ellos o que se rompiese la cadena de custodia. Desde el departamento de Margarita Robles se mantiene que la controvertida oposición fue «completamente estanca, segura y limpia». Tanto el sindicato CCOO como formaciones políticas tan dispares como Izquierda Unida y Vox han pedido que se abra una investigación interna sobre lo sucedido.

El teniente Antonio Jesús García Sillero, primero por la izquierda. | Foto: Boletín Sanidad Militar

Dos hijos de Sillero –Alejandro e Isabel García Salmoral– consolidaron sus plazas eventuales en las categorías de fisioterapeuta y celador, al quedar en primera y segunda posición en sus respectivas oposiciones del hospital. Además, el novio de ella –Daniel Cuadrado Simón– quedó en séptimo lugar en la misma prueba de celador a la que se presentaron centenares de personas (ver la lista abajo). Y se da la circunstancia de que su esposa, Isabel Salmoral Nieto, ya tiene asignada una plaza de funcionaria como técnico de Recursos Humanos en el mismo Gómez Ulla.

Resultado de una oposición con la hija del teniente Sillero y su novio en segundo y séptimo lugar. Además, en amarillo, la mujer del coordinador de UGT en Defensa.

THE OBJECTIVE ha tenido acceso a las 17 resoluciones de concesión de recompensas que Defensa ha entregado a miembros de ambas familias desde junio de 2019 a agosto de 2021. En apenas dos años hubo seis cruces del mérito naval (CMN), cuatro menciones honoríficas (MN) y siete medallas por participar en la operación Balmis contra el coronavirus (MB).

Es llamativa tanta cantidad de condecoraciones en tan poco tiempo y concentradas justo antes de las oposiciones al Gómez Ulla (ver el gráfico de abajo), sobre todo cuando varios familiares eran trabajadores eventuales. En el caso de los hijos de Sillero, habían encadenado contratos durante siete años en el hospital de referencia de Defensa, donde la concesión de la medalla Balmis se hizo extensible a prácticamente la totalidad de sus miembros. «En el Gómez Ulla se la dieron al 99% del personal», admite una fuente consultada por este periódico.

Lista de condecoraciones a las familias de Alfonso Castillo Gallardo y Antonio Jesús García Sillero en dos años. | Fuente: Elaboración propia

El cómputo más numeroso de condecoraciones lo tiene la familia del teniente Sillero ya que los cuatro miembros suman en total cinco CMN, una MH y cinco MB. El jefe de Seguridad del Gómez Ulla ya está en la reserva y tener más medallas o menos no implica ninguna ayuda en su carrera. Sí sorprende que su mujer recibiese dos medallas Balmis de forma consecutiva, en octubre y noviembre de 2020, aunque el teniente alega a este periódico que se trata de un error administrativo pues en el expediente de Isabel Salmoral Nieto solo aparece como entregada la primera. Pero a día de hoy, el Boletín Oficial de Defensa (BOD) no ha rectificado esa concesión errónea.

En el caso de la esposa e hijo de Castillo Gallardo, el representante de UGT en Defensa, las condecoraciones recibidas son una CMN, tres MH y dos MB. El hecho de que todas las menciones honoríficas recaigan en María Begoña Lorenzo López implica que la suma de las tres equivale a una medalla, por lo que las fuentes militares creen que con ello se la favoreció de cara a la fase de concurso. Y en el caso del vástago, junto con la cruz del mérito naval hay una Balmis que llegó «en el descuento». Es decir, con la última remesa de medallas de agosto del año pasado y, sobre todo, cuando ya se había aprobado la convocatoria de las oposiciones por parte de Defensa.

Precisamente, tanto el máximo responsable de UGT en el departamento de Robles como el jefe de Seguridad del Gómez Ulla estuvieron presentes en la reunión de la mesa delegada del Ministerio de Defensa del 2 julio de 2021, en la que se decidieron las condiciones de esta oferta pública de empleo (ver abajo). Por ejemplo, el número de temas que se exigirían a los opositores -un total de 56- o la luz verde para que «se puntúen las condecoraciones, pero no en mayor medida que la formación». Un punto que beneficiaba a sus familiares directos.

Acta de la reunión en Defensa con la presencia de García Sillero y Castillo Gallardo. Este último firma en nombre de UGT.

La presencia del Sillero en dicha reunión es controvertida porque su condición de jefe de Seguridad del Gómez Ulla no le debería permitir estar en ella. El oficial en la reserva subraya que aquel día acompañó a la jefa de Personal, la teniente coronel Eva María Gálvez, porque así se le requirió, si bien «en ningún momento» abrió la boca ni tuvo que firmar el acta.

Las fuentes militares cuestionan ese relato porque el teniente aparecía –hasta la noticia de THE OBJECTIVE a principios de junio– como segundo jefe de Recursos Humanos del hospital, por detrás de la citada Gálvez, dentro del Sistema de Mensajería Oficial y Gestión Documental (Simendef), la ‘intranet’ de personal de Defensa a la que tuvo acceso este periódico.

Sillero reitera sobre esto último que se trata de un error informático, que se subsanó de inmediato y que nunca ha firmado ninguna orden como segundo jefe de Recursos Humanos. Esa supuesta doble condición laboral dentro del Gómez Ulla, alegan sus detractores, le pudo servir para tener acceso al contenido de las preguntas antes del examen y compartirlas con el responsable de UGT, máxime cuando los exámenes quedaron depositados en el hospital durante un tiempo. Algo que no había ocurrido hasta ahora en las oposiciones precedentes.

Defensa propicia un «auténtico escándalo»

Además, la inclusión de las medallas para que sumen puntos en la fase de concurso ha sido una de las novedades de esta convocatoria de plazas públicas para el Gómez Ulla, por lo que la presencia de García Sillero y Castillo Gallardo en dicha reunión es criticada por numerosas fuentes. Varias de ellas coinciden en que es «poco ético» que ambos responsables tercien en una convocatoria de estabilización de puestos de trabajo a la que luego se iban a presentar sus familiares más directos.

«Este reparto de medallas no es que no sea normal, es que se trata de un auténtico escándalo», subraya un general a este diario. «Los premiados ocupan puestos eventuales y la antigüedad es de apenas unos años. Lo habitual es que este tipo de recompensas se concedan a partir de los diez años de antigüedad. Hay personal que lleva 15 años cumpliendo con su trabajo y nunca ha sido recompensado», hace hincapié este mando.

El máximo responsable del sindicato UGT en Defensa junto a la vicepresidenta Teresa Ribera. | Foto: Twitter de A.C.Gallardo

Estas condecoraciones entre 2019 y 2021 fueron elevadas a la Subsecretaría del Ministerio de Defensa por el director del Gómez Ulla, el general de brigada médico Miguel Fernández Tapia-Ruano, quien acabar de dejar la dirección del centro al pasar a la reserva hace dos semanas, poniendo fin a una extensa carrera militar en la que destacó por su puesto como jefe médico en la Casa del Rey.

El favorito para sustituirle es el coronel Francisco Javier Areta Jiménez, jefe de Traumatología del Gómez Ulla y que ha conseguido el primer puesto en la evaluación para ascenso a generales dentro de esta rama de los Cuerpos Comunes. Margarita Robles tendrá que cubrir en unas semanas la vacante dentro de este cupo que deje José María Delgado, quien también pasa a la reserva a finales de julio después de estar los últimos años al frente de la Jefatura de Sanidad Operativa del Estado Mayor de la Defensa (EMAD).

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