Díaz contraprograma el giro social de Sánchez con medidas fuera de sus competencias

La vicepresidenta Yolanda Díaz quiere ganar protagonismo en la actual crisis económica. La ministra de Trabajo anunció el pasado lunes su intención de llegar a un «acuerdo» entre los distribuidores y los productores para fijar precios en los alimentos básicos. La política gallega desactivó así el anuncio que ese mismo día hizo el presidente del Gobierno Pedro Sánchez sobre el subsidio de desempleo de las trabajadores del hogar. No es la primera vez que Díaz contraprograma a Sánchez y La Moncloa en sus propuestas sociales. Según las fuentes consultadas, la ministra ha activado su ofensiva después del Debate sobre el estado de la Nación del pasado julio.

Díaz sostiene que el Ejecutivo debe actuar cuanto antes para paliar la escalada de los precios en los alimentos básicos de la cesta de la compra. La ministra adelantó en una entrevista para eldiario.es su intención de buscar una negociación con los productores y los distribuidores para establecer precios máximos a unos 20 o 30 productos básicos. Díaz lleva tiempo avisando de que el encarecimiento de bienes como la leche, el pan, los huevos o la fruta y verdura representan un verdadero quebradero de cabeza para los ciudadanos.

Su entorno, de hecho, amagaba con la posibilidad de fijar los precios desde hace tiempo. Y centraba su critica en el ministro de Agricultura, responsable en materia, Luis Planas. Planas lleva desde el pasado mes de abril avisando de la «inviabilidad» de fijar los precios de los alimentos básicos. El ministro sostiene que la fijación de los precios es impracticable debido al contexto normativo de la Unión Europea. Y la vicepresidenta Nadia Calviño (Economía) también forma parte del frente del no.

Pero Díaz no se da por vencida. La ministra sostiene que se puede llegar a un acuerdo no legislativo, es decir, entre productores y distribuidores para mantener topes que impidan una escalada descontrolada de los precios. No hace falta una ley, pero sí se puede llegar a un acuerdo: este es en síntesis el punto de vista de la ministra de Trabajo.

Una polémica extraministerial

Díaz ha aumentado la tensión con los socios del PSOE a partir del pasado debate del estado de la Nación. Entonces, Sánchez dio un giro a la izquierda, anunciando medidas populares contra el encarecimiento de la energía. Una de ellas fue el descuento en los abonos de transporte, además del impuesto extraordinario a las entidades financieras, que los populares tacharon de «podemización» de Sánchez. En realidad, los morados aplaudieron dichas medidas, puesto que consideraron que el giro de Sánchez servía para señalar a Díaz y sus críticas al Gobierno tras el arranque de Sumar (llegó a decir que el Ejecutivo carece de «alma»).

La semana pasada, Díaz atacó a la CEOE por su negativa a subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Y lo hizo en el mismo día en que se debatía en el Congreso la ratificación del decreto sobre el descuento a los bonos de transporte. El ataque de Díaz contra la patronal desvió los focos del debate público, al igual que este lunes la ministra ha ganado protagonismo con su propuesta sobre los alimentos básicos a la misma hora en la que Pedro Sánchez se reunía en la Moncloa con decenas de ciudadanos.

Una de las claves de las nuevas propuesta de Díaz tiene que ver con que «excede sus competencias ministeriales», destacan fuentes de Unidas Podemos. Estas fuentes apuntan a que la vicepresidenta insistirá en esa línea. Su objetivo es doble: frenar, o dar el sorpasso, al giro social de Sánchez, demostrando que el grueso de las medidas más populares se debe a su trabajo en el Ejecutivo, y consolidar su figura en el espacio de Unidas Podemos.

Evitar la pinza PSOE-Podemos

Díaz, en definitiva, huye de la pinza entre un PSOE centrado en el mensaje del «gobierno de la gente» y Podemos, que mantiene su peso en el espacio de la izquierda radical. Y lo hace explotando los asuntos que más preocupan a los ciudadanos en la actual crisis económica, aunque no formen parte estrictamente de sus competencias. En verano, la ministra también avisó a Sánchez de que su apoyo a los presupuestos peligra si pretende incluir el aumento del gasto en defensa en las nuevas cuentas.

Sánchez reiteró su compromiso adquirido en la última reunión de la OTAN, pero el nuevo curso político empieza con una ministra que parece haber vuelto a su etapa gallega. No hay que olvidar que Díaz entró en el Parlamento regional criticando al PSOE y a la «troika» europea en plena crisis financiera. El pasado viernes, lanzó el grupo de expertos para subir el SMI. Y ahora se centra en los precios de los alimentos básicos. El perfil dialogante de estos últimos años parece haberse quedado atrás en la nueva coyuntura.