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Los insultos a Sánchez y el estreno de Garzón acaparan la recepción en Palacio Real 

Sánchez desafía a las encuestas: «Ya se verá en su momento. Y cuanto lleguen las elecciones, le daremos la vuelta a la tortilla»

Los insultos a Sánchez y el estreno de Garzón acaparan la recepción en Palacio Real 

Alberto Garzón e Irene Montero observan a Felipe VI a su llegada al desfile del 12-O. | EFE

Buena parte de los corrillos que se formaron en la recepción de los Reyes en el Palacio Real por la Fiesta Nacional giraron en torno a los insultos que recibió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su llegada al Paseo de la Castellana para el desfile militar del 12 de octubre.

Varios ministros y altos cargos del Ejecutivo expresaron en privado su profundo malestar por la cascada de improperios, insultos personales y descalificaciones obscenas que Sánchez tuvo que soportar al bajarse del vehículo. «Lo de pedir la dimisión es un clásico y se puede soportar, pero los insultos no tienen un pase», subraya uno de los invitados a la recepción que se encontraba en la tribuna de invitados al desfile.

Algunos asistentes se sorprendieron al ver a niños que acompañaban a sus padres insultando al presidente del Gobierno. O que un adulto del público pidiese a Sánchez a voz en grito «que se f… a la guarra de tu Begoña» en un acto solemne como es el desfile. El retraso del jefe del Ejecutivo al acto no le libró de los pitos y abucheos de una parte de la ciudadanía, que pidió a gritos su dimisión, pero la escalada de insultos preocupó sobremanera a muchos de los presentes.

Más allá de ese vía crucis por el que el presidente del Gobierno tuvo que pasar, las miradas en el Palacio Real se posaron en los ministros de Podemos. Este tipo de recepciones, con más de 2.500 invitados aunque únicamente asistieron unos 1.500, se suspendieron con el inicio del coronavirus hace dos años, por lo que los representantes morados no se habían encontrado hasta ahora en un acto de estas características en el Palacio Real.

El titular de Consumo, Alberto Garzón, fue el único ministro que prescindió de la corbata en el desfile y la recepción. A varias personas que se le acercaron en la recepción les repitió la curiosidad que le producía el evento. Otra representante de Podemos fue Irene Montero, quien se ‘refugió’ con su equipo del Ministerio de Igualdad en una de las columnas de la sala donde se sirvieron los canapés y las bebidas.

Tanto Ione Belarra, cuyo embarazo está en la recta final, como Joan Subirats no estuvieron ni en el desfile ni en la posterior recepción presidida por los Reyes. Sorprendió la ‘lejanía’ del equipo de Montero con la vicepresidenta segunda y líder de la plataforma Sumar, Yolanda Díaz, quien se movió con soltura por el salón repartiendo saludos y sonrisas.

Entre los invitados hubo caras nuevas, como el actor Javier Gurruchaga, un tanto desubicado en el ceremonial previo al ‘besamanos’ con los monarcas. Para Alberto Núñez Feijóo también fue su primera recepción como líder del PP. Por parte de Ciudadanos, fue Edmundo Bal quien asistió en nombre de la formación naranja ya que Inés Arrimadas estuvo en Zaragoza para los actos de la Virgen del Pilar.

Sánchez quiere darle la vuelta «a la tortilla»

Sánchez dejó claro en uno de los corrillos que ahora mismo no está pendiente de las encuestas adversas para el PSOE de cara a la doble cita con las urnas de 2023, sino en la aprobación de los Presupuestos del próximo año. Con todo, insistió en que peleará «hasta el último segundo» en los futuros comicios.

El presidente del Gobierno defendió que en el contexto actual provocado por la guerra en Ucrania hace falta «estabilidad» y eso pasa, a su juicio, por aprobar las cuentas públicas del próximo año y buscar soluciones a nivel europeo, sobre todo en lo relativo a la crisis energética.

«Las encuestas se verán cuando llegue el momento», comentó Sánchez cuando se le preguntó por los sondeos que sitúan al PP claramente en cabeza de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo, a las que le seguirán las generales de finales de 2023. «Y cuando llegue, le daremos la vuelta a la tortilla», aventuró.

El ‘superdomingo’ electoral casi está descartado de su calendario. «Uf, pensar en mayo con todo lo que tenemos por delante…», señaló Sánchez, quien dio muestras de querer enfrentarse a Feijóo. «Voy a jugar el partido hasta el último segundo. Este Gobierno se ha enfrentado a situaciones inéditas y estamos dando una respuesta progresista, que va a ser reconocida por los ciudadanos», concluyó.

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