Enfado en la Guardia Civil por el plantón de su directora en una reunión crucial para el Cuerpo

El enfado en la Guardia Civil tras la renuncia de Mercedes González como responsable del Cuerpo tras presentarse como número 10 en las listas del PSOE por Madrid a las generales «es mayúsculo». No tanto porque haya ostentado la cartera tan solo dos meses, sino porque se va «en un momento muy importante» para el Instituto Armado, señalan las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE. Se trata de una fecha en la que finalmente la Dirección General iba a negociar algunas mejoras en las condiciones laborales de los agentes. 

Tras la insistencia de las asociaciones profesionales, el área dirigida por González convocó hace unas semanas una reunión «extraordinaria» del Consejo de la Guardia Civil, el miércoles 14 de junio a las 10.00 horas, para debatir sobre los cambios en la jornada laboral en el Instituto Armado. Una fecha que coincide con la publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de las listas electorales, razón por la que la actual responsable no podrá asistir al cónclave. La Ley Electoral no le permite concurrir a los comicios porque su cargo, el de directora general de un departamento, resulta inelegible. 

«Otra vez nos dejan tirados», revela una fuente del Consejo de la Benemérita. La reunión será previsiblemente anulada, puesto que ese día no habrá todavía ningún responsable al mando del Cuerpo. El próximo martes, el Consejo de Ministros aprobará, a propuesta del Ministerio del Interior, el nombramiento de Leonardo Marcos como director de la Guardia Civil. Hasta ahora, era el director general de Protección Civil y Emergencias.

Acusaciones de Tráfico

Marcos, según las fuentes consultadas por este diario, no puede convocar al pleno del Consejo de la Benemérita hasta que jure el cargo, lo que, salvo cambios, se producirá dentro de varias semanas, ya muy cerca de agotar la legislatura. «Se pidió expresamente para hablar de la falta de una adecuada jornada laboral. La nuestra es de 2014, y no se modificó para mejorar, solo para empeorar», critican desde la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC). 

Entre los obstáculos con los que cuentan, revelan desde la AEGC, está, por ejemplo, el hecho de que los agentes de Tráfico «tienen que hacer más horas en verano» por la falta de personal; que los guardias de Servicio Marítimo «trabajen 24 horas y solo les cuenten 15»; o que los grupos de Seguridad Ciudadana hagan «muchas más horas mensuales y cada cuatrimestre que un policía nacional». 

Otro de los asuntos que también se iba a tratar era la indignación que reina entre las asociaciones después de que la Jefatura de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil les acusase, en un oficio interno, de dañar la imagen de la especialidad y con ello de que hubiese menos agentes en la misma.  «Es una falta de respeto hacia el cuerpo, más aún cuando es en la época estival cuando las plantillas de agentes sufren más», critican.

Dos dimisiones en 60 días

La dimisión de Mercedes González se producirá tan solo 12 semanas después de que María Gámez dejase su cargo. La exdirectora anunció su renuncia tras la imputación de su marido por el desvió de fondos públicos a empresas a su nombre en una pieza vinculada al caso de los ERE en Andalucía. «Una decisión, pero la única posible para alcanzar dos objetivos: proteger a la familia y al Instituto Armado», señaló Gámez en su comparecencia. 

González se marchará del Instituto Armado sin apenas haber tomado contacto con la institución. De hecho, según señalan fuentes de la Benemérita, en los dos meses como responsable de la misma no «ha mostrado intención alguna de reunirse con las asociaciones profesionales» ni «en conocer los problemas de los agentes». Estas mismas fuentes critican, entre tanto, que este «movimiento» es un «claro indicador» de la «politización del Cuerpo», pues se trata de la primera vez que un director de la Guardia Civil deja su puesto para ir en una listas electorales. 

Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles, en cambio, valoran que la actual responsable deje deje su cargo para «ser candidata» y «hacer política», ya que continuar en el puesto «sería un problema para mantener la neutralidad política». «Los agentes necesitan una persona que asuma la Dirección General con decisión y que afronte los cambios que necesitan los hombres y mujeres que integran la institución. Esperamos que quien tome el próximo relevo traiga estabilidad en este cargo».