Las empresas de Castilla y León deben vender fuera de la UE, según ECOVA

Los últimos datos de exportaciones de Castilla y León muestran una consolidación de su crecimiento, pero las empresas de la Comunidad «deben diversificar productos y venderlos fuera del mercado de la UE», según el Observatorio de Comercio Exterior de Castilla y León presentado por el Servicio de Estudios Económicos ECOVAEstudios.

Su director y Decano presidente del Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (ECOVA), Juan Carlos de Margarida, ha asegurado en la presentación de este informe al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, correspondiente a 2023, que «la economía regional se ha comportado mejor de lo esperado durante el año 2023», con un incremento de las exportaciones «donde la automoción ha sido determinante».

Para Margarida «las perspectivas para 2024 son optimistas» y en esta evolución explica que «existe una clara ventaja, ya que España y Castilla y León están menos expuestas a determinadas amenazas comerciales, como son los conflictos en Ucrania e Israel o el estancamiento de la economía china». Las relaciones de la región, subraya, «se centran en Alemania, Francia, Portugal e Italia, lo que hace que sea un comercio estable y sin grandes sobresaltos».

«Las exportaciones se están debilitando por la realidad geopolítica y económica de la UE»

No obstante, el director señala como amenazas la posibilidad de que el conflicto de Oriente Medio incremente el precio del petróleo, con un efecto directo de aumento de la inflación a nivel mundial, lo que podría provocar «una gran inestabilidad económica, en unos momentos en donde la UE se encuentra con un crecimiento económico plano y rozando la recesión en las economías de algunos de sus miembros».

Por tanto, «las exportaciones se están debilitando por la realidad geopolítica y económica de la UE», lo que hace que importen menos productos y, por tanto, compren menos a España y a nuestra región».

El Servicio de Estudios de ECOVA ha tenido también en cuenta la existencia de otras realidades socioeconómicas que no ayudan, puesto que «la demanda esperada por las empresas no es suficiente para incrementar la producción y, por tanto, la inversión». Por otro lado, «la carestía de la cesta de compra, debido a la inflación y el encarecimiento de los créditos, hace que el consumo no tenga la fortaleza suficiente».

En cuanto a las perspectivas para este año 2024, «la caída del comercio exterior será leve y contenida hasta el tercer trimestre, y todo ello gracias a la solidez de la economía europea frente a otras muy dependientes de países en conflicto».

En este sentido, el director del Servicio de Estudios considera que «la economía crecerá a partir de septiembre y tendrá un formato de V», debido a varias causas, entre las que señala la estabilidad del comercio a nivel mundial «siempre que las tensiones geopolíticas y la incertidumbre política no limiten el alcance de la recuperación del comercio de la región».

También la disminución del precio del dinero, «que pasará del 4,5 por ciento a estar por debajo del 3 por ciento», así como una inflación que «se modera aunque muy lentamente, con la previsión de finalizar el año en una inflación cercana al 2,5 por ciento», ha detallado.

Por todo ello, Juan Carlos De Margarida ha resaltado que «para lograr la estabilidad y el crecimiento del Comercio Exterior es necesario que se reduzca la excesiva dependencia de suministros en determinadas zonas geográficas, así como volver a localizar las empresas en el ámbito de la UE para garantizar la autosuficiencia de materias primas, bienes y servicios».