Los pactos del 28-M en Cataluña confirman la carrera entre 'indepes' por pactar con el PSC

El llamamiento de Pere Aragonès tras las elecciones del 28 de mayo para construir un «frente común» independentista ha quedado en papel mojado. Este sábado, día en que se deben constituir los ayuntamientos, se confirma la carrera entre ERC y Junts per Catalunya para pactar con el PSC con el fin de no ceder poder territorial ante sus rivales en el espacio nacionalista.

Las tres plazas más importantes donde hay -o puede cerrarse hoy- un acuerdo entre independentistas son el consistorio de Barcelona, con Xavier Trias como alcalde, el de Gerona, donde la CUP ostentará por primera vez la alcaldía, y la Diputación de Girona. Pero estos acuerdos serían una suerte de espejismo de una unidad que no se reproduce en otros municipios de lo largo y ancho del territorio.

Como informó THE OBJECTIVE, después de años en los que Junts fijó un veto al PSC (con la excepción de la Diputación de Barcelona), el partido ha dado un giro estratégico y se ha abierto a pactar con los de Salvador Illa en muchos pueblos.

Acuerdo entre PSC-Junts en 20 pueblos

Los neoconvergentes han sellado ya pactos de esta naturaleza en más de una veintena de localidades, como Sant Antoni de Calonge, Vilafant, Roses, Llagostera, Bisbal del Empordà, Lloret de Mar, Montgat, Prades, Platja d’Aro, Quart, Campdevànol, Calella de Mar, Dosrius, Calafell, Villalonga del Camp, Lliçà de Vall, Cunit, Riba-Roja d’Ebre, Manlleu, La Garriga, Ametlla de Mar o Llançà.

En las próximas horas se podrían cerrar más acuerdos de este tipo en otras latitudes de la región. En algunas ocasiones, y según los resultados del 28-M, es el PSC quien queda al frente de estos municipios y en otros, Junts. El hecho de que haya otra cita electoral en el horizonte político ha contaminado o ralentizado algunos acuerdos por el temor a que les pasara factura.

ERC pacta con el PSC en diputaciones

Por lo que respecta a ERC, tampoco se quedan cortos con sus pactos con los socialistas. En algunos casos, aprovecharon para adelantarse a Junts cuando los equipos locales de este partido se vieron forzados a romper las conversaciones con el PSC por orden de la dirección del partido. La cúpula de Junts quería ganar tiempo para no perjudicar sus perspectivas electorales el 23-J en plena campaña del independentismo más radical para promover la abstención como castigo a ERC, Junts y la CUP.

Los casos más paradigmáticos de este error estratégico de Junts se han producido en Vilafranca del Penedès y en la Diputación de Tarragona. Un pacto de última hora entre ERC y PSC les ha arrebatado sus posibilidades de gobernar.

En la misma línea, en la Diputación de Lérida también gobernará ERC gracias a un pacto con el PSC. Asimismo, en los municipios de Reus, Palamós, Castelló d’Empúries, Móra la Nova, Masquefa, Torredembarra, Selva del Camp, Tortosa, Llinars del Vallès, Tàrrega, Les Franqueses del Vallès. Otro acuerdo que se podría cerrar es el de Salt, municipio muy tensionado con la inmigración y en el que Vox logró cuatro concejales.

Por su parte, la CUP ha cerrado hasta el momento un pacto con el PSC en Sarrià de Ter. A la espera de cómo se configuren el resto de consistorios, estos acuerdos reflejan una evidencia: que el independentismo sigue fracturado.