La Asamblea de Madrid investiga a Vox por un voto irregular de Monasterio en el pleno
La portavoz de Vox apretó el botón del escaño de José Luis Ruiz Bartolomé, quien dimitió el 25 de enero
Rocío Monasterio, líder de Vox en la Asamblea de Madrid.
El presidente de la Asamblea de Madrid, Enrique Ossorio, ha abierto una investigación interna al grupo parlamentario de Vox, que dirige Rocío Monasterio, por «un posible voto irregular» que se produjo en el pleno del pasado jueves. Estaban en sus escaños diez diputados de la formación de Santiago Abascal y aparecieron once votos. Fue la propia Monasterio quien apretó el botón del escaño que está a su lado, como se puede ver en el siguiente video.
«Los hechos se remontan al último pleno celebrado en la Asamblea de Madrid, el pasado jueves 1 de febrero, cuando se registró un voto desde el escaño de un diputado de Vox, José Luis Ruíz Bartolomé, que dimitió el 25 de enero y ya no es miembro de la Cámara», explica el Parlamento madrileño en un comunicado.
«A pesar de que todavía no ha tomado posesión el sustituto, en una de las votaciones, en concreto la Enmienda a la totalidad del Grupo Más Madrid al proyecto de Ley de Economía Circular, en el panel de votaciones se contabilizó un voto en ese escaño», prosigue la institución que dirige Ossorio sin mencionar a Monasterio.
Este último ha comunicado a Monasterio la apertura de oficio de una investigación sobre el voto fraudulento «para que expliquen lo sucedido y una vez escuchadas las partes, se adoptarán las medidas oportunas conforme a la normativa vigente en la Asamblea de Madrid».
Monasterio ha vinculado a un «fallo técnico» el voto «irregular» del último pleno que está investigando la Cámara mientras que su homólogo del PP, Carlos Díaz-Pache, ha negado esta teoría y lo ha adjudicado a un «fallo humano». En la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces, la portavoz de Vox ha explicado que en la votación se encendió también el escaño adjunto al suyo, el que ocupaba hasta ese pleno quien fuera número dos de Vox en las elecciones de mayo.
«Son cosas de la tecnología y lo avisó Enrique Ossorio. Intenté darle a todos para que se apagase», ha justificado Monasterio, quien ha insistido en que «no hay gravedad» y que «no afectó a lo que se votó». En esta «falta de trascendencia» ha coincidido con la dirigente de Vox el portavoz del PSOE, Juan Lobato, quien ha apuntado que «se equivocaron en la votación» pero que se tiene que solucionar porque «ningún diputado puede votar dos veces». «Que se investiga y que se advierta de que no se puede aprovechar si no hay alguien para darle al botoncito de al lado», ha expuesto.
El sistema informático de la Asamblea de Madrid exige que antes de cada votación, el diputado apriete el botón de presencialidad antes de poder votar ‘sí’, ‘no’ o ‘abstención’. El error se produjo en la primera de las votaciones de ese día y el propio Ossorio advirtió a sus señorías, una vez cerradas las puertas del hemiciclo, de que «por error» de alguno de los presentes se había activado la presencialidad de un diputado ausente -eran 131 y aparecían 132-.
Aún así, salieron 132 votos ya que Monasterio apretó el suyo y el botón de su hasta hace unos días número dos. En el resto de votaciones el escaño de Ruiz Bartolomé apareció en las pantallas del hemiciclo como ausente, por lo que nadie activó su presencialidad. Fuentes parlamentarias consultadas por THE OBJECTIVE señalan que, por el momento, se desconoce quién apretó ese botón antes del inicio de la primera votación y que llevó a la portavoz de Vox a intentar apagarlo a continuación.
«Durante el pasado pleno en la Asamblea de Madrid, el Grupo Parlamentario Vox tenía, entre sus escaños, un escaño vacío que jamás debería haber funcionado. Durante las votaciones, los botones del escaño vacío se encendieron y el presidente de la Asamblea, Enrique Ossorio, lo alertó. Por su parte, Rocío Monasterio trató de apagarlo sin fortuna y, por tanto, apareció un voto de más en las iniciativas. Es decir, es un error de los servicios técnicos de la Cámara que se emita un voto desde un escaño vacío», aseveró el equipo de Monasterio en un comunicado.
Desde Vox se critica que Ossorio, pese a alertar del error, permitiese continuar con la votación. Las conclusiones de la investigación se remitirán a la Mesa para que decida o rechace si se nombra un instructor -de entre los 135 diputados de la Cámara autonómica- que determine si se ha vulnerado el artículo 33.3 del reglamento de la Asamblea regional, subrayan las fuentes parlamentarias.
Sus conclusiones deberían entregarse de nuevo a la Mesa antes de que se adoptase la decisión final. En el hipotético caso de que fuese sancionada, Monasterio podría ser suspendida de sus deberes como diputada entre 15 y 30 días, así como del correspondiente sueldo.
