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Probióticos y prebióticos: qué son, qué relación tienen con la microbiota y cómo elegir el mejor

Los expertos han descubierto que si equilibramos y cuidamos nuestra microbiota acabaremos con nuestros problemas de sobrepeso, cansancio, acné…

Probióticos y prebióticos: qué son, qué relación tienen con la microbiota y cómo elegir el mejor

CC

La microbiota es el conjunto de microorganismos que viven en tu cuerpo y realizan funciones decisivas para tu salud. Probablemente has oído hablar de su existencia, igual que la de los probióticos y los prebióticos, pero ¿realmente sabes algo sobre ellos?

Es un tema complejo que en las últimas décadas está despertando mucho interés, pues se ha descubierto que la existencia de las bacterias intestinales que forman la microbiota es muy beneficiosa para el desarrollo del sistema inmune, así como para la conducta humana y el estado de ánimo.

¿Por qué es tan importante la microbiota?

La microbiota se adquiere desde el momento en que nacemos y se mantiene estable hasta los 3 años de edad. A partir ahí, ésta puede cambiar al producirse modificaciones en la flora intestinal a causa de cambios alimenticios, estrés, ansiedad…

Lo curioso del asunto es que los expertos han descubierto que si nos centramos en equilibrar y cuidar de nuestra microbiota acabaremos con nuestros problemas de sobrepeso, cansancio, acné, estado de la memoria… Además de tener menor riesgo de padecer determinadas enfermedades intestinales, cardiovasculares, inflamatorias, estreñimientoceliaquía y asma, entre otras.

Se trata de un tema que no se aprende de una y que requiere de información precisa, amena y detallada para comprenderlo del todo. Para avanzarte algo sobre el tema, hemos echado mano del nuevo libro de la doctora Olalla Otero, titulado El revolucionario mundo de los probióticos (ed. Alienta).

Los expertos han descubierto que si nos centramos en equilibrar y cuidar de nuestra microbiota acabaremos con nuestros problemas de sobrepeso, cansancio, acné… Además de tener menor riesgo de padecer determinadas enfermedades

El texto arroja luz sobre un tema del que muchos hablan pero muy pocos conocen, y lo hace basándose en cientos de estudios científicos. Explica de forma clara la importancia de tener una microbiota equilibrada y proporciona una guía sobre las cepas de distintos probióticos y sus efectos en multitud de patologías.

«Quizá ayude a los ‘negacionistas’ de la microbiota y los probióticos a cuestionarse su dogma y ahondar en toda la evidencia científica que hay tras ellos y que he tratado de recopilar en estas páginas. (…) Como bióloga siempre me ha gustado cuestionarme el porqué de las cosas (…) y me parece importante compartir lo que llevo años leyendo sobre los probióticos y su utilidad en distintos trastornos o patologías», asegura la doctora Otero en su libro, del cual extraemos información relevante en las siguientes líneas.

¿Qué son los probióticos?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define los probióticos como «microorganismos vivos que, cuando se administran en las cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud de quien los consume».

Así, pues, la propia OMS advierte de que no podrán entrar en la categoría de probióticos los productos con microorganismos inactivados o con cantidades insuficientes de los mismos.

«Y tampoco podrán ser considerados como tales los microorganismos sobre los que no haya evidencia de su efecto beneficioso. […], ya que los productos probióticos deben pasar por una serie de controles para garantizar que son seguros para el consumo humano. Y para eso tiene que cumplir una serie de requisitos más que marcarán la diferencia entre un probiótico útil y otro que no valdrá para conseguir mejoras en la salud», reza la doctora.

¿Cómo elegir el probiótico adecuado para mi caso?

«Para elegir el probiótico adecuado a cada caso es importante conocer la cepa. […] Cualquier organismo se nombra con dos palabras, el género y la especie; por ejemplo, Lactobacillus acidophilus. Los organismos probióticos son los burgueses de la
microbiología y, a falta de un apellido, quisieron tener dos. En su caso, se añade un código alfanumérico que nos indica la cepa exacta (por ejemplo, L. acidophilus LA-14). ¿Por qué es importante este numerito? Por la sencilla razón de que dentro de una misma especie pueden darse diferencias genéticas entre sus cepas, lo que conlleva que algunas de sus propiedades o de las acciones que realizan sean distintas, como te iré explicando a lo largo del libro», detalla la doctora Otero.

«Pensemos, por ejemplo, en Bifidobacterium breve. Hay una cepa de esta especie, la B3, que ha demostrado influir sobre los niveles de triglicéridos en sangre, reduciéndolos y ayudando a normalizar su valor. Pero esa propiedad sólo se ha demostrado
científicamente en la B3, no en la especie completa», asegura, así, pues, habría que elegir la cepa 3 del mencionado probiótico.

Doctora Olalla Otero: "En momentos de estrés o ansiedad la microbiota se  altera porque entre cerebro e intestino la comunicación es bidireccional" -  Revista Pharma Market
Doctora Olalla Otero

Y los prebióticos, ¿qué son?

La dieta es uno de los grandes moduladores de la microbiota. En función de lo que comamos, así será la composición de nuestra microbiota. Por tanto, cuidar nuestra alimentación resulta vital para nuestro organismo y en ella no pueden faltar los alimentos
prebióticos
.

Y ¿qué son los prebióticos? «Son sustancias que la microbiota emplea de forma selectiva y que confieren un beneficio para la salud del hospedador. Para poder considerar un alimento como prebiótico debe resistir el ácido del estómago, no ser digerido por nuestra ‘maquinaria enzimática’ y no ser absorbido en el tracto gastrointestinal. Pero sí debe poder ser fermentado o degradado por la microbiota y favorecer el crecimiento o la actividad de ciertos microorganismos que realizan funciones beneficiosas. Digamos que son el alimento de nuestras bacterias. (…) La mayor parte de las sustancias prebióticas son carbohidratos, es decir, moléculas complejas formadas por unidades de algún azúcar».

Alimentos con prebióticos

Los prebióticos se encuentran de forma natural en los siguientes alimentos:

  • Leche.
  • Miel.
  • Frutas, en especial los plátanos.
  • Verduras: sobre todo en el ajo, las alcachofas, las cebollas, los espárragos y los puerros.
  • Cereales integrales: trigo integral y avena.
  • Legumbres y frutos secos.
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Y, entonces, ¿cómo elegir el probiótico y el prebiótico que más me conviene? Pues, para ello, deberás leerte este libro o alguno similar, y buscar tu caso y el probiótico y prebiótico que más te conviene tomar, cuándo y cómo. También puedes echar mano de expertos que se dedican a esto. Te harán un análisis completo, te recetarán diferentes productos y te modificaran algo la dieta, si así fuera necesario. Si te interesa el tema, no dudes en investigar más.

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