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El beneficio del melocotón en temporada para tu salud de primavera

Tu piel, tu colesterol y tus alergias pueden llevarse una alegría si incluyes el melocotón en tu día a día durante la primavera y el verano

El beneficio del melocotón en temporada para tu salud de primavera

Varios melocotones en un bol | ©Freepik.

Fruta de verano por excelencia, el melocotón también hace sus primeros pinitos en primavera. Aprovechando su inminente temporada, quizá sea el momento de sacar a esta fruta de hueso del frutero y ponerla en marcha. No sólo ya por su sabor y dulzura, que también, sino por lo que puede aportar a nuestra salud.

Presente en nuestra vida desde hace más de 8.000 años, cuando se comenzó a domesticar, el melocotón es un tesoro gastronómico que en lo nutricional también tiene relumbrón. Familia del albaricoque, de las ciruelas, de las cerezas y de la almendra, el Prunus persica no palidece en ciertas comparativas.

Como es lógico, al ser una fruta, se trata de un producto donde la mayor parte de su porcentaje es agua. También significa que no tiene apenas grasas y apenas proteínas, pero sí que tiene carbohidratos interesantes, pues provienen de la fructosa del propio melocotón.

No es, además y curiosamente, una de las frutas que más eleva el índice glucémico. A pesar de ser una fruta especialmente dulce, el melocotón no tiene una gran cantidad de azúcares. Algo que sí pasa con el plátano, el caqui o las uvas, e incluso con ciertas frutas que pueden resultar más ácidas —como ciertas manzanas— que aun así tienen más azúcar que el propio melocotón. Por este motivo, podemos incluirlo dentro de las frutas que menos calorías tienen, como ya te contamos en THE OBJECTIVE.

El melocotón, aliado contra el colesterol

Una tabla con melocotón entero
El melocotón tiene una cantidad interesante de vitamina A y de vitamina C. ©Freepik.

Es un motivo para alegrarse, aunque también conviene que sepamos que el melocotón no es el rey de la fiesta en cuanto a micronutrientes. Los tiene, claro, pero no en cantidades desorbitadas. Tiene una cantidad interesante de vitamina C y de vitamina A, pero más allá de ahí, la presencia de minerales es relativamente exangüe.

Tampoco tiene demasiada fibra, al contrario de lo que pasa con la ciruela, su prima hermana. Eso no quita que tenga una cantidad interesante, pero tampoco es fuente de fibra. Lo que sí sabemos, sin embargo, es que el melocotón es una buena fuente de antioxidantes que, además, serán más abundantes cuanto más fresca esté la fruta. Como es lógico, los antioxidantes son elementos naturales de los frutos para alargar su vida, así que cuanto más se deje madurar una fruta, más se perderán.

Lo que sí han demostrado ciertos estudios es que el consumo de melocotón reduce los riesgos cardiovasculares. Algo que nos aterra con la hipertensión o con los niveles de colesterol. Según diversos estudios in vitro, el melocotón se adhiere a los ácidos biliares, que no son otra cosa que compuestos que el hígado genera durante la digestión.

Gracias a esa adhesión, estos ácidos biliares —y el colesterol que tienen— se excretan de forma más sencilla a través de las heces. Del mismo modo, ciertos estudios apuntan a que el consumo de melocotón también podría rebajar las ratios totales de colesterol malo. Aun así, estos estudios han de ser confirmados en la práctica más allá del tubo de ensayo.

La ventaja primaveral del melocotón

Sin embargo, aunque siempre nos preocupa el colesterol, hay un par de caminos más por donde el melocotón puede ayudar. Los dos, además, tienen que ver con la temporada en la que se produce esta cotizada fruta. Primavera y verano son dos estaciones especialmente cruentas para determinadas personas como sucede con los alérgicos. No obstante, también las pieles sensibles podrían beneficiarse de su presencia.

Vista superior de varios melocotones
El melocotón podría prevenir el daño celular generado por los rayos UV. ©Freepik.

Determinados estudios apuntan a que ciertos compuestos presentes en el melocotón permitirán retener una mayor hidratación, mejorando la textura de la piel. Una pista que también apunta a las propiedades del melocotón, aplicado directamente sobre la piel, para prevenir el daño celular causado por la radiación ultravioleta, según indica este estudio.

El otro camino que abrimos es el de batallar contra las alergias. En este caso, parece que el melocotón reduce la producción de histaminas en sangre. Como se sabe, estas histaminas son unos compuestos químicos que nuestro cuerpo secreta para combatir a los alérgenos. Con esta reducción, el melocotón permitiría que los síntomas de la alergia fueran menos severos, según un estudio que comprueba los efectos de los glucósidos de la semilla del melocotón.

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