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Los coches eléctricos chinos invaden Europa, pero Corea tiene varios ases en la manga

Los coches chinos no son malos, pero tienen que responder a muchas preguntas que el conglomerado de Kia, Hyundai y Genesis responde desde hace años

Los coches eléctricos chinos invaden Europa, pero Corea tiene varios ases en la manga

Hyundai iOniq 6.

La fiebre amarilla ataca con fuerza al mercado automovilístico europeo. Es raro el mes que los chinos no presenten una marca nueva, pero carecen de algo en lo que los coreanos son ricos: llevan décadas en los mercados occidentales. Poseen unas muy establecidas redes de distribución, concesionarios, almacenaje de repuestos, mecánicos especializados y un prestigio ganado a base de hacer las cosas bien.

No es que los coches chinos sean malos, es que tienen aún que responder a muchas preguntas que el conglomerado que conforman Kia, Hyundai y Genesis responden desde hace años. Las dos primeras son firmas, están muy reconocidas, y dentro del mercado gozan de cierto prestigio. La tercera —Genesis— es una marca prémium, más reciente, pero que en los mercados en los que se comercializa goza de gran aceptación.

Se han sabido ganar su espacio a base de poner en sus concesionarios una oferta que satisface casi cualquier tipo de demanda. Entre todas ellas albergan una política única de vender todo tipo de coche, ya sea de gasolina, gasoil, híbrido, híbrido enchufable, 100 % eléctrico o incluso de hidrógeno. Es por ello que ocupan el tercer puesto como fabricante, con 6,8 millones de coches vendidos en 2022, y avanzan a toda máquina, en especial subidos a la tecnología de moda: los eléctricos.

Superando al resto

Los Tesla fueron los primeros y marcan el ritmo, los chinos atacan en la zona media y baja de precios, pero hay una cosa en la que Hyundai gana a todos. En un reciente estudio se apunta que el Ioniq 6, coche del año en varias categorías, es el eléctrico más eficiente de todos. Con la misma carga que los mejores diseños de sus competidores, llega más lejos. Una de las claves es una aerodinámica superlativa. Su Cx es de 0,21 y esto ayuda a su penetración al tiempo que deja un excelente sabor de boca a los que lo admiran, con unas líneas muy personales e identificativas.

Con una magnífica calidad de acabados entra en lucha directa con el Tesla 3, el BYD Seal, o las berlinas alemanas electrificadas. Se comercializa en tres versiones, con baterías de 53 kW y un motor de 151 CV, o de 77,4 kW con dos motorizaciones, con uno o dos propulsores, de 229 y 336 CV respectivamente. Como en la mayoría de las ocasiones, en la medianía reside la virtud, y es su modelo más centrado el que parece el más interesante. La marca asegura una autonomía de hasta 614 kilómetros en un uso mixto para este modelo, el de batería grande y un solo propulsor. Con sistema de 800 voltios, todas sus versiones admiten carga ultrarrápida de 350 kW. Consigue ‘el llenado’ de hasta el 80% de su batería en 18 minutos; y en apenas 15 se obtiene energía suficiente como para recorrer 351 kms.

Sus precios arrancan en 40.200 euros con financiación. Si este es el vehículo estrella de la gama eléctrica, Hyundai tiene otros no menos interesantes como son el Ioniq 5 y el Kona. Este último está siendo una sorpresa, en gran medida a que comienzan por poco más de 28.000 euros. Pero los coreanos se guardan un as en la manga. Los eléctricos desatan pasiones de todo tipo, a favor y en contra, pero en lo que casi todos coinciden es que rara vez transmiten las sensaciones de un vehículo de combustión de ciertas prestaciones, y aquí Hyundai tiene algo que decir…

Hyundai N Vision 74 con propulsion de hidrogeno.

Una letra que lo cambia todo

Dentro de la gama de Hyundai ya existe un Ioniq 5, y en el mes de julio, llega un hermano a la familia, al que se le añadirá una letra al final: la N, como en Nürburgring. Y ha sido en los alrededores del mítico circuito alemán por donde ha sido cazado por los fotógrafos-espía una derivación deportiva de este modelo, y no es uno cualquiera, sino uno que está llamado a marcar tendencia.

El lugar donde sería presentando el nuevo Ioniq 5 N será el Goodwood Festival of Speed, una concentración anual de coches de carreras, el marco perfecto para lo que pretende ser. Allí estará rodeado de monoplazas de Fórmula 1, ganadores de Le Mans, o prototipos de vehículos de carreras, y tiene toda la lógica si escrutamos su espíritu de competición.

La marca tiene en Alemania un centro dedicado a mantener y desarrollar sus coches de carreras. Entre ellos destacan los i20N e i30N que participan en el mundial de rallyes, diversas categorías nacionales en circuitos, el TCR, o más concretamente el recientemente desaparecido ETCR, versión eléctrica de la de esta última. De su experiencia deportiva ha extraído el enorme know-how volcado en este modelo, que no solo corre que se las pela, sino que hace algo impropio de un eléctrico: tiene cambio de marchas y suena como un coche de competición. Lo primero es toda una rareza en vehículos de propulsión eléctrica, y lo segundo es en realidad artificial, pero el efecto percibido resulta bastante sugerente.

En las fotos espía disponibles antes de su presentación, el Ioniq 5 N se diferencia del modelo ya conocido por el mayor tamaño de sus frenos, pasos de rueda más amplios y elevados, un frontal más agresivo, y un spoiler trasero más racing. Se sabe que dispondrá de la friolera de 577 caballos de potencia, basados en la misma plataforma que comparte con el Kia EV6 GT y el Génesis GV60.

Para acentuar su alma competitiva dispondrá de un «modo derrapaje», donde los controles electrónicos quedarán desactivados para pasar al conductor, o más bien piloto, las decisiones a tomar. Entre ellas están el cambio de marchas con levas tras el volante, o el reparto de potencia entre el tren delantero y trasero. Se le ha dotado con un potente circuito de refrigeración de las baterías, para que no se sobrecalienten en largas sesiones con el acelerador a fondo; esto es, en tandas por circuitos de carreras. Es el turismo más potente que jamás ha fabricado la marca, que es justo lo que necesita para dar caza a dos coches que tiene en su punto de mira: el Porsche Taycan y el Tesla S Plaid.

La ambición de los coreanos va más allá. Tienen en cartera el N Vision 74, con 680 CV y propulsión por pila de hidrógeno, y un diseño que nos lleva al DeLorean de ’Regreso al futuro’. Con productos así, estos van a tener mucho más futuro que otros que tienen bastantes menos ideas. La plaza del segundo fabricante del planeta no está tan lejos. Seguro que encuentran un modelo de su gama que les lleve hasta allí.

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