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Paro cardíaco: cómo reconocerlo y las claves para salvar la vida del afectado

Según la Fundación Española del Corazón, la parada cardíaca mata a 30.000 personas en España anualmente

Paro cardíaco: cómo reconocerlo y las claves para salvar la vida del afectado

Técnica de reanimación RCP | Pixabay

En términos simples, la parada cardíaca se produce cuando el corazón deja de latir de manera súbita e imprevista, deteniendo el flujo de sangre y provocando la interrupción del suministro a diferentes partes del cuerpo.

Esta situación puede afectar a personas tanto saludables como a aquellas con historial de enfermedad cardiovascular, y puede ocurrir en cualquier lugar y momento, ya sea en casa, en la calle, en presencia de familiares, amigos o incluso desconocidos

La parada cardíaca mata a aproximadamente a 30.000 personas en España anualmente. Actualmente, la tasa de supervivencia es de alrededor del 5%, pero podría aumentar significativamente al 15% mediante la aplicación de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).

Si además se implementa un programa de desfibriladores en áreas clave, la supervivencia podría alcanzar hasta el 30%. Esto implicaría la posibilidad de evitar entre 4.500 y 9.000 fallecimientos al año solo en nuestro país.

Cada minuto sin intervención puede tener consecuencias graves, como daño cerebral o incluso la muerte súbita. Se calcula que cada minuto que pasa disminuye un 10% las posibilidades de supervivencia para la persona que ha sufrido el paro. Por eso es vital actuar con rapidez.

Afortunadamente, existen maniobras de reanimación sencillas que se puede aprender y así poder salvar a las personas en esta situación.

La reanimación cardiopulmonar

La reanimación cardiopulmonar (RCP) es esencial para mantener el flujo de sangre y el suministro de oxígeno a los distintos órganos y tejidos.

Reactivar el funcionamiento del corazón puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para alguien que ha sufrido una parada cardíaca.

Las probabilidades de supervivencia y la reducción de daños cerebrales son significativamente mayores cuando se administra la RCP, incluso si es realizada por personas no profesionales de la salud.

¿Cómo se debe realizar la maniobra de reanimación?

Las personas sin capacitación médica pueden llevar a cabo tres acciones fundamentales en el proceso de reanimación:

  • Identificar si el individuo ha experimentado una parada cardíaca.
  • Llamar al número de emergencias 112 para solicitar ayuda profesional.
  • Iniciar las compresiones torácicas como parte del masaje cardíaco.

Cómo reconocer una parada cardíaca

Cuando alguien experimenta pérdida de conciencia, desmayo, falta de movimientos y no responde a estímulos verbales o físicos, hay que acercarse para verificar la ausencia de respiración. Los signos de una parada cardíaca incluyen:

  • Inmovilidad del tórax.
  • Ausencia de exhalación por la boca o nariz (10 segundos de observación son suficientes).

En caso de paro cardíaco, es ideal contar con varias personas para dividir tareas: mientras una persona llama al 112, otra puede iniciar las compresiones torácicas.

Cómo realizar un masaje cardíaco

Una vez confirmado el paro cardíaco, no hay tiempo que perder. El masaje cardíaco se realiza únicamente con las manos. Coloca al paciente boca arriba en el suelo, arrodíllate con los brazos extendidos y sin doblar los codos, y comienza a comprimir el centro del pecho con ambas manos entrelazadas a un ritmo de 100-120 compresiones por minuto.

Cada compresión debe hundir el tórax unos 5 centímetros. Es recomendable que varias personas se turnen para mantener un ritmo constante hasta la llegada de los servicios de emergencia.

Otras medidas adicionales

Además, según el entorno y la presencia de personas con conocimientos de primeros auxilios, es posible llevar a cabo acciones complementarias:

  • Ventilación: después de unos minutos de realizar compresiones torácicas, especialmente si hay varias personas presentes y, en particular, si alguna de ellas está capacitada en reanimación o cuenta con formación sanitaria, se puede iniciar la ventilación boca a boca. Para ello, cubre la nariz del paciente e insufla aire en su boca a un ritmo de 2 ventilaciones por cada 30 compresiones. Para verificar la efectividad de esta maniobra, observa si el pecho del paciente se eleva.
  • Desfibrilador: en muchos lugares públicos, se encuentran desfibriladores semiautomáticos que pueden reconocer arritmias y proporcionar instrucciones precisas a través de una locución. El proceso implica colocar adhesivos en el pecho del paciente y esperar a que el dispositivo indique si se debe administrar una descarga. En caso afirmativo, es crucial no tocar al paciente y confirmar la descarga presionando el botón correspondiente. Luego, se debe reanudar el masaje cardíaco hasta la llegada de los servicios de emergencia.
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