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Los neandertales usaban ‘pegamento’ para unir partes de sus herramientas

Han hallado pruebas de esta práctica en empuñaduras de utensilios de hace 40.000 años muy bien conservados

Los neandertales usaban ‘pegamento’ para unir partes de sus herramientas

La herramienta de piedra se pegó en un mango hecho de betún líquido con la adición de un 55 % de ocre. | Patrick Schmidt

Dentro de la colección del Museo de Prehistoria e Historia Temprana de Berlín (Alemania) se custodian varias herramientas de piedra utilizadas por los neandertales durante el Paleolítico Medio. Estos objetos se encontraron en el yacimiento de Le Moustier y hasta ahora no habían sido examinados en detalle.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Nueva York (EE UU), la Universidad de Tubinga y los Museos Nacionales de Berlín, estos dos últimos en Alemania, han redescubierto estas piezas durante una revisión interna. Las herramientas fueron utilizadas hace entre 120.000 y 40.000 años en este lugar homónimo del Musteriense, una cultura arqueológica atribuida a los neandertales, y conservan pruebas de restos de un pegamento multicomponente para unir las piezas.

La excavación de la colección la llevó a cabo el arqueólogo suizo Otto Hauser a principios del siglo XX. “En el yacimiento de Le Moustier se encontraron dos individuos. Uno es un neandertal juvenil cuyo enterramiento fue descubierto por Hauser en 1907 y vendido a Berlín. En la actualidad, solo se conserva el cráneo del individuo; el esqueleto fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. En 1914 se descubrió otro esqueleto, el de un niño pequeño. Ambos proceden del abrigo rocoso inferior, pero los artefactos aquí examinados proceden del superior”, explica a SINC Ewa Dutkiewicz, conservadora del Museo de Prehistoria e Historia Temprana de los Museos Estatales de Berlín y autora principal del artículo que publica la revista Science Advances.

En el yacimiento de Le Moustier se encontraron dos individuos. Uno es un neandertal juvenil cuyo enterramiento fue descubierto por Hauser en 1907 y vendido a Berlín

Ewa Dutkiewicz, conservadora del Museo de Prehistoria e Historia Temprana

Este hallazgo revela una construcción sorprendentemente sofisticada. El uso de adhesivos con varios componentes, entre ellos diversas sustancias pegajosas como resinas de árboles y ocre, se conocía hasta ahora como obra de los primeros humanos modernos, Homo sapiens, de África, pero no por los primeros neandertales de Europa. En conjunto, el desarrollo de adherentes y su uso en la fabricación de estos objetos se considera una de las mejores pruebas materiales de la evolución cultural y las capacidades cognitivas de los primeros humanos. 

«Como parte de su tesis de licenciatura, 280 artefactos fueron examinados por el investigador Gunter Möller. Descubrió restos de ocre en cinco de las piezas y me las enseñó. Enseguida quedó claro que no se trataba solo de restos de sedimentos. Las trazas siempre recorren los artefactos y también pudimos identificar restos de otro material que entonces aún no se conocía. La sospecha de que se trataba de pegamento fue finalmente confirmada por Patrick Schmidt, de la Universidad de Tubinga, y su equipo», añade Dutkiewicz.

Un examen microscópico de las huellas de uso en estas herramientas de piedra reveló que los adhesivos de Le Moustier se utilizaban de este modo.

Estas herramientas asombrosamente bien conservadas muestran una solución técnica muy similar a ejemplos de otras fabricadas por los primeros humanos modernos en África

Radu Iovita, de la Universidad de Nueva York

 «Estas herramientas asombrosamente bien conservadas muestran una solución técnica muy similar a ejemplos de otras fabricadas por los primeros humanos modernos en África, pero la receta exacta refleja un ‘giro’ neandertal, que es la producción de empuñaduras para herramientas de mano», afirma Radu Iovita, profesor asociado del Centro para el Estudio de los Orígenes Humanos de la Universidad de Nueva York.

«Los objetos habían estado envueltos individualmente y sin tocar desde los años 60», explica Dutkiewicz. «Como resultado, los restos adheridos de sustancias orgánicas estaban muy bien conservados».

Betún líquido y el pigmento de la tierra ocre antes de mezclar./ Patrick Schmidt

Materiales recogidos en lugares lejanos

En la región de Le Moustier, el ocre y el betún tuvieron que recogerse en lugares distantes, lo que supuso un gran esfuerzo, planificación y un enfoque específico, según los autores de este trabajo.

“Mezclar dos materiales que tampoco se encuentran en el mismo lugar para producir una sustancia que se adapte con precisión a mis necesidades es una proeza cognitiva de primer orden. Hay que saber dónde conseguir las materias primas y planificar su uso en el futuro; recogerlas a un gran coste y transportarlas a larga distancia; y durante la producción, saber exactamente qué tipo de producto final quiero conseguir, además de tener suficiente experiencia para poder producirlo tan bien”, subraya la conservadora.

La mezcla era lo suficientemente pegajosa como para que una herramienta de piedra se quedara pegada en ella, pero sin adherirse a las manos, lo que la convertía en un material adecuado para un mango.

Los neandertales, nuestro pariente más cercano, también pensaban en el futuro durante periodos de tiempo tan largos

Ewa Dutkiewicz

«Los neandertales, nuestro pariente más cercano, también pensaban en el futuro durante periodos de tiempo tan largos. Hemos encontrado cinco piezas con estos restos. Sin embargo, suponemos que esto se producía y utilizaba con regularidad, es decir, que formaba parte del repertorio de comportamiento normal de la especie», argumenta Dutkiewicz.

De estas distancias se desprende que los neandertales eran muy móviles, conocían bien su entorno y dónde conseguir buenas materias primas. También que planificaban con mucha antelación. Sabían exactamente qué productos querían fabricar y hacían todo lo posible para conseguir estos resultados. «Fueron capaces de producir materiales a partir de varios componentes que no se encuentran en la naturaleza», recalca la investigadora.

Los investigadores descubrieron restos de una mezcla de ocre y betún en varias herramientas de piedra, como raspadores, lascas y cuchillas. El ocre es un pigmento natural de la tierra; el betún es un componente del asfalto y puede producirse a partir del petróleo crudo, pero también se encuentra de forma natural en el suelo.

Sus tecnologías adhesivas tienen el mismo significado para nuestra comprensión de la evolución humana

Patrick Schmidt, de la Universidad de Tubinga

«Lo que demuestra nuestro estudio es que los primeros Homo sapiens de África y los neandertales de Europa tenían patrones de pensamiento similares. Sus tecnologías adhesivas poseen el mismo significado para nuestra comprensión de la evolución humana», recalca Schmidt.

«Nos sorprendió que el contenido de ocre fuera superior al 50 %. Esto se debe a que el betún secado al aire puede utilizarse inalterado como adhesivo, pero pierde sus propiedades cuando se añaden proporciones tan grandes de ocre», señala el científico de la Universidad de Tubinga.

Las herramientas mostraban dos tipos de desgaste microscópico: uno es el típico pulido en los bordes afilados que generalmente se produce al trabajar otros materiales. El otro era un pulido brillante distribuido por toda la presunta pieza de mano, pero no en otras partes, que los investigadores interpretan como el resultado de la abrasión del ocre debida al movimiento de la herramienta dentro de la empuñadura.

«Los adhesivos compuestos se consideran una de las primeras expresiones de los procesos cognitivos modernos que siguen activos hoy en día», afirma Schmidt.

Micrografías que muestran rastros de desgaste en una herramienta utilizada por los neandertales durante el Paleolítico Medio. / Dibujo de D. Greinert, Staatliche Museen zu Berlin

Transmisión de conocimientos

Los científicos no descartan por completo la posibilidad que se produjera una transferencia de conocimientos. «Pero esta podría haber ido en cualquier dirección. Cuando vemos cuánto tiempo y con qué éxito vivieron los neandertales en Europa, es difícil imaginar que lo hubieran aprendido todo de otra persona. Fabricaron artefactos de piedra durante más de 300.000 años y los utilizaron con éxito. ¿Por qué no habrían encontrado la manera de fabricar asas u otros utensilios?», dice Dutkiewicz.

El hecho de que haya tan pocas pruebas de ello se debe a las condiciones de conservación. «Es una suerte que estos diminutos restos hayan sobrevivido y puedan analizarse ahora con métodos modernos. Es una prueba sólida de las habilidades de los neandertales», concluye.

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