Estas son las normas del extraño Mundial de Qatar

Poco más de dos semanas quedan para que arranque el Mundial de Qatar. Una cita que romperá con todo el statu quo conocido en la historia del fútbol mundial, tanto desde el punto de vista deportivo como desde el cultural y religioso.

En el ámbito deportivo, es la FIFA la máxima responsable de todo cuanto acontezca desde el 20 de noviembre hasta el 18 de diciembre en Qatar. Un evento en el que todas las selecciones deberán estar obligatoriamente cinco días antes de su debut y donde también existirá la obligación de llegar al estadio el día del partido no más tarde de hora y media antes del comienzo del encuentro.

¿Cuándo se usará el techo retráctil en los estadios?

Los estadios contarán con techos retráctiles dadas las elevadas temperaturas del país, pero su uso está totalmente regulado por la FIFA y deberá decidirse antes del inicio de cada encuentro.

En el momento en el que se fije si se usa o no, al comienzo del partido, ya no podrá modificarse durante el encuentro, salvo en el caso de que se decida inicialmente dejarlo abierto y haya una situación climatológica grave que pueda influir en el partido, como una fuerte tormenta. Eso sí, en caso de cerrarse al principio, ya no podrá abrirse en lo que resta de encuentro.

Todos los suplentes podrán estar en el banquillo

Normativamente, además, todos los jugadores que acudan al Mundial podrán estar en los partidos que dispute su selección, tanto los 11 titulares como los 15 que no aparecen en esa relación inicial. Todos ellos podrán estar a disposición del seleccionador para salir en cualquier momento, dentro de los cinco cambios que permite FIFA.

Una relación de 26 jugadores que saldrá obligatoriamente de la «prelista» que acaban de enviar todas las selecciones y cuyo plazo concluyó el pasado 28 de octubre. Solo en caso de lesión grave se podrá sustituir al futbolista, siempre 24 horas antes del debut, por un jugador que no esté en esta «prelista».

Eso sí, ninguna de las selecciones va a poder utilizar los estadios para el entrenamiento previo a la disputa de sus partidos. Tendrán que hacerlo en sus instalaciones habituales. Como mucho, podrán llevar a cabo lo que FIFA ha llamado la «sesión de familiarización», que permitirá a los jugadores y cuerpo técnico pisar el terreno de juego con el fin de inspeccionar el césped y siempre con calzado deportivo. También podrán moverse por el estadio para familiarizarse con el recinto.

Prohibidas las famosas «vuvuzelas»

La FIFA, junto al Gobierno qatarí, ha convertido los estadios en auténticos bunkers. Está prohibida, como es lógico, cualquier arma, ya sea de fuego o blanca. Pero también cualquier objeto que pueda ser empleado como arma o cualquier objeto que la seguridad entienda que puede poner en peligro la integridad del resto de los asistentes. Esto incluye los paraguas, las sombrillas de playa e incluso los cascos de moto.

También estará prohibido cualquier elemento de protección del cuerpo o incluso corsé, salvo que se presente un informe médico. El objetivo es evitar que se porte chaleco antibalas o protecciones similares, que suelen ser utilizadas en artes marciales o deportes extremos.

Por otro lado, están totalmente prohibidos los aerosoles, botellas, balones inflamables, bicicletas y monopatines, así como cualquier bolsa que exceda los 75 centímetros de diámetro.

Especialmente llamativo, o hasta incomprensible, es el hecho de que los instrumentos ruidosos tampoco podrán emplearse en el próximo Mundial. Aquí aparecen las «vuvuzelas» del Mundial de Sudáfrica del 2010, aquel instrumento que se hizo famoso por su sonido permanente en la Copa Confederaciones del 2009 y, un año más tarde, en la cita mundialista del 2010.

Autorizado el burka

Y es aquí donde aparece el elemento religioso que también implica este Mundial. Porque tanto la FIFA como el Gobierno de Qatar sí permiten el uso del burka o cualquier atuendo similar que sirva para tapar la cara por motivos religiosos. También se permiten las máscaras médicas, las gafas protectoras y los cigarrillos electrónicos.

Las particularidades del alcohol

Capítulo aparte merece el alcohol, considerando el carácter musulmán del país. De esta forma, introducir alcohol en los estadios, salvo que sea en recipientes de 100 mililitros y por motivos sanitarios, estará totalmente prohibido. Lo mismo que cualquier otro líquido que exceda este límite, salvo leche para bebés o agua esterilizada.

Y luego está el consumo del alcohol, que será duramente castigado si se considera que un aficionado está bajo su influencia o bajo la de substancias narcóticas. Es decir, que el alcohol solo puede consumirse con moderación y de forma privada, siempre según las normas que establezca el organizador del Mundial de acuerdo a la legislación qatarí al respecto. Y nunca podrá ser consumido por personas por debajo de la edad permitida. Por el momento, la FIFA solo ha autorizado el consumo de cerveza y de bebidas alcohólicas pero solo para aquellos que tienen entradas VIP a los estadios.

Además, cualquier droga, narcótico o producto estimulante también está prohibido, salvo en el caso de que tengan prescripción médica. Eso sí, solo podrán introducirse los medicamentos autorizados por el gobierno qatarí.

Prohibido retransmitir por móvil

También tenemos el papel de la tecnología y la amenaza del pirateo audiovisual. Y aquí la FIFA será muy tajante, prohibiendo la transmisión de los encuentros por el móvil o cualquier otro dispositivo.

También estará totalmente prohibido tomar fotografías de los miembros del cuerpo de seguridad que estarán trabajando en el interior de los estadios.

Contenido político fuera

Por último, está el elemento político. Aquí tanto la FIFA como el gobierno qatarí son muy estrictos y prohibirán todo material como bandera, pancarta o cualquier tipo de parafernalia que tenga contenido político o discriminatorio por razón de raza, lenguaje, religión, política u orientación sexual.

En este sentido, la polémica en torno a la prohibición de exhibir la bandera LGTBI, considerada símbolo político, ha sido uno de los grandes problemas de los organizadores. El pasado mes de abril, el director de seguridad del Mundial de Qatar, Abdulaziz Abdullah Al-Ansari, aseguró que las banderas arcoiris podrían ser arrebatadas a la gente, utilizando como pretexto su seguridad, ya que «no pueden controlar el comportamiento violento de toda la ciudadanía».