El expresidente del Constitucional señala que la actual reforma laboral supone «un desarrollo de la de 2012»
Francisco Pérez de los Cobos, actual catedrático de Derecho del Trabajo en la Universidad Complutense, señala que el continuismo de varias de las medidas así lo acrediten
A la izquierda, Francisco Pérez de los Cobos durante su mandato al frente del TC. | Eduardo Parra (Europa Press)
El expresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos Orihuel, ha defendido que la reforma laboral que podría aprobarse mañana no es más que un «desarrollo» de la aprobada en 2012 al avanzar en las medidas ya aplicadas en ese momento. Pérez de los Cobos señala que el nuevo marco supone «una modificación parcial y relativamente incisiva de algunos aspectos del marco normativo de las relaciones laborales que la reforma de 2012».
En un artículo publicado en ABC, el que también es catedrático de Derecho del Trabajo en la Universidad Complutense ha indicado que el Ejecutivo tenía ante sí dos vías diferentes en el momento de plantear la norma: «La que cabría denominar ideológica, que hubiera consistido en trasladar a la letra de la Ley todas las críticas acerbas vertidas contra la reforma de 2012, y otra, que denominaría pragmática, que pasaba por hacer una valoración cabal y desprejuiciada de la reforma de 2012 y de sus efectos». Pérez de los Cobos ha celebrado que el Gobierno haya apostado por la segunda, especialmente gracias a las posibilidades que los fondos europeos otorgan para modernizar el mercado laboral.
El experto indica que las pruebas de ello son varias, en especial las relativas a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), la prioridad aplicativa del convenio de empresa o la modernización de una institución de contratas y subcontratas.
‘Modernización’ de la normativa
Pérez de los Cobos también asegura que esta ‘modernización‘ de la normativa puede realizarse debido a la situación laboral actual, muy diferente a la «pavorosa» vista por Mariano Rajoy en su llegada al Gobierno. Por ello, defiende que en la actual normativa se actúe contra la temporalidad en el mercado laboral de forma incisiva al reducir los contratos temporales.
