Moncloa maniobra para frenar la destitución de Elena Sánchez y mantener el control de RTVE

Pintan bastos en Radio Televisión Española (RTVE)… otra vez. El equipo más cercano al presidente Pedro Sánchez realiza movimientos de urgencia para intentar bloquear a toda costa la rebelión contra la actual presidenta interina, Elena Sánchez. Las informaciones confirmadas por THE OBJECTIVE indican que un número importante de consejeros de la cadena pública están decididos a destituir a la directiva designada por Moncloa y que están cerca de reunir la mayoría necesaria para conseguirlo.

El objetivo de los hombres del presidente no es otro que salvar el control de RTVE, considerado un activo estratégico para Sánchez durante este año electoral. Y para ello se multiplican los contactos con los diferentes grupos políticos que les apoyan en el Congreso para mantener el statu quo dentro de un revuelto y cada vez más ingobernable consejo de administración. Moncloa quiere asegurarse el apoyo de los representantes del PSOE, Unidas Podemos y PNV, haciendo un llamamiento a filas para asegurar tranquilidad y gobernanza de la cadena pública al menos hasta finales de año.

La llegada de Elena Sánchez se produjo hace cuatro meses tras el asalto de Moncloa a la presidencia de José Manuel Pérez-Tornero, con la ayuda de los consejeros de Unidas Podemos y del PSOE, y después de promulgar un decreto que mantenía su interinidad con funciones ejecutivas sine die y sin necesidad de ser ratificada por el Congreso de los Diputados. De esta manera, los fontaneros de Moncloa se garantizaban una televisión fiel al menos hasta el final de esta legislatura.

Votos necesarios

Sin embargo, el nombramiento de Sánchez y la negativa del Gobierno a buscar un sustituto permanente para RTVE hizo estallar a buena parte del consejo de administración y a sindicatos de la cadena pública como UGT. Los primeros llevan meses discutiendo las decisiones de la presidenta interina y los segundos han impugnado su nombramiento ante el Tribual Supremo y el Tribunal Mercantil. Sin embargo, hasta la fecha la sangre no había llegado al río y Elena Sánchez había logrado sacar adelante sus proyectos gracias a una escueta mayoría en la que sus apoyos han ido disminuyendo paulatinamente.

El Independiente publicó este viernes las intenciones de miembros del consejo de proponer la destitución de Elena Sánchez este jueves 15 de febrero. Las fuentes consultadas por este medio confirman estas informaciones, pero agregan que si los rebeldes no tienen cinco votos asegurados para esta reunión, no se propondrá la votación. El orden del día no incluye este punto, pero la dinámica del consejo de administración de RTVE permite perfectamente incluir a última hora una iniciativa de estas características.

No obstante, ya nadie oculta que la destitución de Elena Sánchez está sobre la mesa y que si no se consiguen los votos necesarios este jueves se buscarán para la siguiente reunión o en posteriores encuentros. Las fuentes consultadas por este diario coinciden en señalar que la situación se ha vuelto insostenible y que la presidenta se está quedando sin apoyos incluso dentro de los que tienen similitudes ideológicas con ella.

Consejeros de RTVE

Su gestión se califica de irregular. Enfrentada con los sindicatos, cercada por unas oposiciones salpicadas de polémica, con unas audiencias a la baja, líos con productoras de confianza y ante la imposibilidad de destituir al director general Alfonso Morales y situar a directivos cercanos, se enfrenta a un peligroso cóctel que hace muy complicada la gobernabilidad de una cadena pública, de por sí muy difícil e históricamente inestable.

En estos momentos, RTVE tiene nueve consejeros: Elena Sánchez, Concepción Carrascosa y Ramón Colom, nombrados por el PSOE; Carmen Sastre, Jenaro Castro y Consuelo Aparicio, designados por el PP; José Manuel Martín Menem y Roberto Lakidain representando a Unidas Podemos; y Juan José Baños, nombrado por el PNV. El décimo sillón no se cubrió tras la salida de José Manuel Pérez Tornero, el cuarto designado por el PSOE, porque el Gobierno se negó a abrir el proceso para llenar esta vacante y nombrar a un presidente en las Cortes.

De hecho, el nombramiento de Elena Sánchez salió adelante con solo cinco votos a favor después de que Ramón Colom se votase a sí mismo y los consejeros del PP se opusieran. Es más, desde esa fecha, la presidenta se ha apoyado en una mayoría precaria intercalando el apoyo del propio Colom y de Baños, el consejero del PNV, como ya informado este periódico.

Todo depende del PNV

Según ha sabido este diario al menos cuatro consejeros de RTVE apoyan la salida de Elena Sánchez: los tres del PP y Ramón Colom, que en las últimas reuniones del consejo manifestó su oposición frontal a la presidenta, pese a que fueron nombrados por el mismo partido. Considerando que es casi imposible aglutinar el apoyo de Concepción Carrascosa y de los morados Medem y Lakidain, todos sus esfuerzos se centran en intentar convencer a Baños.

El consejero designado por el PNV no tiene especial apego a la gestión de la presidenta, pero hasta el cierre de este artículo no había confirmado su adhesión al bando de los rebeldes. «Las cosas están muy abiertas y puede pasar cualquier cosa, el último consejo estuvo especialmente tenso por lo que si se logran los apoyos su destitución es posible», dicen fuentes de la cadena pública a este diario. «Está todo muy roto y la mayoría están muy cansados de las decisiones de la presidenta», rematan.

Esfuerzos de Moncloa

Desde el punto de vista legal, Sánchez podría ser destituida por mayoría simple del consejo, aunque tenga funciones ejecutivas tras la última modificación de los estatutos aprobada por un decreto del Consejo de Ministros. Una decisión que fue denunciada por algunos consejeros como una usurpación flagrante de funciones reservadas por ley exclusivamente al Parlamento.

Es por ello por lo que la llave la tiene el PNV y Juan José Baños. Del sentido del voto de este consejero no solo depende que Elena Sánchez siga al mando de RTVE sino que se perpetúe el control de Moncloa en la televisión pública durante las dos próximas elecciones, municipales y legislativas. Para mantener esta delgada línea, Moncloa ha redoblado los esfuerzos para asegurarse su apoyo, algo que hasta este momento ninguno de los dos bandos ha conseguido.