El Gobierno prevé publicar en febrero la resolución de las polémicas ayudas al 5G rural

El Gobierno prevé publicar la lista de ganadores a las ayudas ÚNICO 5G rural en el transcurso del próximo mes de febrero, según ha podido saber THE OBJECTIVE con fuentes conocedoras. En juego hay 544 millones de euros en subvenciones a las que postulan Telefónica, Orange, Vodafone y MásMóvil y que deben utilizarse para desplegar redes móviles ultrarrápidas de última generación en municipios de menos de 10.000 habitantes.

Estas mismas fuentes indican que todavía quedan algunas semanas para tomar una decisión definitiva -y cerrar flecos de las adjudicaciones-, pese a que el concurso se convocó en octubre. En el Ejecutivo atribuyen los retrasos a la complejidad del proceso, aunque confían en que todo se resuelva a más tardar en febrero. Por otro lado, en el sector son algo más escépticos y consideran que incluso podría retrasarse todo para el mes de marzo.

El proceso ha estado salpicado de polémica, ya que Vodafone y Huawei impugnaron la orden de bases de finales del mes de julio que establecía exigencias explícitas para que los futuros despliegues financiados con estos fondos no contarán con proveedores de alto riesgo. El reglamento establece que si un adjudicatario de estas ayudas cuenta con un proveedor que es incluido en este listado una vez que ya ha sido adjudicada la subvención tiene 24 meses para sustituir estos componentes.

Huawei y ZTE

La compañía de origen británico argumentó que esta orden favorecía a Telefónica porque cuenta con escasa exposición a suministradores susceptibles de ser declarados de alto riesgo (como las compañías chinas: ZTE o Huawei), mientras que penaliza a sus competidores como Vodafone y Orange, con importante presencia de estas compañías en sus redes de 4G, la que se utilizó para poner en marcha los primeros despliegues del 5G.

Por su parte, Huawei también impugnó la orden al considerar que «contiene una provisión contraria a Derecho y es desproporcionada». El suministrador considera que se establece una situación de discriminación explícita a sus redes e interfiere con la libertad de los operadores para elegir el mejor proveedor sobre la base de criterios objetivos que reflejen requisitos comerciales, técnicos y de seguridad. En cambio -dicen-, «busca excluir a ciertos suministradores en función de criterios políticos arbitrarios».

Con todo, las fuentes consultadas por este diario indican que estos recursos no influirán en la concesión definitiva y en los tiempos de la licitación. Advierten de que los dos recursos van en paralelo a este proceso, pero que no se espera que se tenga una resolución definitiva en al menos un año o más si es que hay apelaciones al fallo. Incluso si la Justicia diera la razón a Vodafone y Huawei, en el sector nadie cree que se frene o se revierta la adjudicación de las ayudas.

Concurso del 5G rural

En medio de todo este debate, el Gobierno publicó en octubre el concurso definitivo con un cambio que buscaba tranquilizar al resto de operadores que -al igual que Vodafone- consideraban que la orden de bases favorecía a Telefónica. En este sentido, se limitó «el número de provincias en las que un mismo operador puede resultar como primer beneficiario y las condiciones para su aplicación». Un claro freno a la compañía española.

Una operadora sólo podrá ganar en un máximo de 30 provincias, salvo que en las mismas no presente ningún otro competidor. El concurso se abrió a un máximo de 50 lotes o zonas de concurrencia, coincidentes con otras tantas provincias españolas, según indicaron las bases publicadas en octubre. Las fuentes consultadas por este diario indican que es muy probable que Telefónica gane en estas 30 provincias y que el resto se repartan entre Orange y Vodafone, aunque con alguna sorpresa de MásMóvil.

Este concurso también ha estado marcado por la inesperada irrupción de MásMóvil. La operadora se presentó por sorpresa pese a que tiene una limitada cobertura 5G propia -utiliza la red de Orange para la mayor parte de su despliegue- y que no se presentó a la última subasta del espectro de 700 MHz realizada en 2021. La teleco se convirtió además en rival de Orange, con quien presentó a Bruselas un proyecto de fusión que entró en su etapa definitiva, tras la presentación de los remedies adjudicados a Digi. Ahora solo falta el plácet de Bruselas para poner en marcha la integración que se espera para antes del primer semestre.

MásMóvil y Orange

De esta manera, puede darse el caso de que MásMóvil arrebate una concesión a su futuro socio, en un proceso ya de por sí restringido por el gran peso que debería tener Telefónica en la resolución final. En el sector se entiende este movimiento como una estrategia defensiva de los amarillos para blindarse y no perder valor de cara a la integración.

Es verdad que si al final se aprueba la fusión -como parece que así acontecerá- las ayudas irán a parar a la misma sociedad, pero también es cierto que MásMóvil tendría más valor con estas subvenciones. En el puzzle de la fusión, las dos sociedades todavía tiene que ajustar su valoración tras la aprobación de Bruselas y, aunque no se esperan grandes cambios, cada pequeño movimiento suma para mejorar el punto de partida de cada una de las telecos en el nuevo escenario.