Trabajadores de Renfe muestran preocupación por tramos ferroviarios inseguros en Andalucía

Los dos incidentes ocurridos en menos de 24 horas dejan serias dudas sobre la seguridad de las vías de tren en Andalucía. Según un comunicado de Renfe y Adif, el accidente ocurrido en la estación de El Chorro (Málaga), en el que dos trenes colisionaron lateralmente, fue debido a un «posible error humano».

Uno de los trenes circulaba en doble composición (dos trenes unidos) y viajaban 270 personas. Los servicios médicos atendieron a dos personas leves y el 112 a 11 viajeros con contusiones leves. La investigación de Renfe y Adif concluye que «se descartan en este momento fallos en la vía y los trenes no observan relación con esta incidencia».

A pesar de los resultados preliminares sobre este episodio, los cuales apuntan a un fallo humano «todavía por determinar», trabajadores de Renfe han manifestado a THE OBJECTIVE su inquietud con respecto a la falta de seguridad en algunos tramos de la red red ferroviaria andaluza.

En el caso del accidente en Setenil de las Bodegas (Cádiz), el tren descarrilado no ha causado daños personales, al ser un tren de trabajo. Miguel Montenegro, responsable del sector ferroviario en CGT Andalucía, ha apuntado como causa principal del accidente una falta de mantenimiento.

Tramos inseguros

Según ha podido conocer THE OBJECTIVE, trabajadores de Renfe en Andalucía han informado en reiteradas ocasiones sobre algunas consideraciones relevantes referentes a la seguridad ferroviaria. Varios maquinistas han procedido a rellenar protocolos en diferentes tramos que han hecho llegar al departamento de seguridad en la circulación.

Un maquinista en Sevilla denunció que resultaba peligroso para la seguridad la existencia de tantos límites de velocidad entre Cádiz y Jaén. Avisó que circular en tales condiciones resultaba «confuso» y podía inducir a algún tipo de accidente. El departamento de seguridad en la circulación replicó que «el número de limitaciones no influía en la seguridad», por lo que se animó al maquinista a abandonar el cuestionamiento y a reducirse a cumplir con los límites de velocidad establecidos.

Una de las líneas de circulación que mejor reflejan la falta de inversión es la de Jaén y Cádiz. El trayecto cuenta con más de 30 limitaciones de velocidad, debido a la cantidad de baches y otros aspectos que dificultan el trayecto. Estas irregularidades en el terreno generan continuos retrasos entre Cádiz y Jaén.

«Hasta que no ocurra una tragedia no va a aumentar la inversión ni se va a escuchar lo que venimos anunciando continuamente los que conocemos realmente el estado de las vías y los trenes», expresa un trabajador de Renfe a THE OBJECTIVE.

Entre los días 31 de enero y 1 de septiembre del año presente estuvo cerrada una parte de la línea Sevilla, Antequera-Santa Ana, Málaga. El motivo fue la modernización de las señales y los sistemas de seguridad. A partir de la supuesta mejora, los retrasos se han incrementado al detectarse insistentes errores. Los sistemas de seguridad alternativos han tenido que activarse y han provocado recurrentes demoras en un corto periodo de tiempo.

Trenes bajo mínimos

Motores rotos o puertas estropeadas. Así definen los trabajadores de Renfe algunas de las condiciones de los trenes en circulación: «Los trenes diésel tienen cuatro motores normalmente. Hay trenes en funcionamiento con uno y hasta dos motores rotos».

La clase política también se ha sumado a la queja contra este tipo de condiciones. El alcalde de Algeciras (Cádiz), José Ignacio Landaluce, denunció el «caos circulatorio» tras los dos incidentes acaecidos en Andalucía. Según Landaluce, estos sucesos son resultado de «una profunda falta de inversiones reales del Gobierno y el Ministerio de Fomento».

El primer edil manifestó su indignación ante la escasez de recursos subrayando que «está en juego la vida de muchas personas». Además, anunció que seguirá demandando una mejora en la conexión entre Cádiz y Madrid.

Varios trabajadores de Renfe han matizado que las subvenciones que permiten un uso casi gratuito de los trenes tampoco aporta nada beneficioso a este problema: «Si la gente no paga, seguramente no le importe tanto que los trenes se retrasen o que no estén en mejores condiciones. Es una cuestión de fondo», concluye un funcionario de la compañía ferroviaria.