Protección Civil y Emergencias incorporan pilotos de drones a sus intervenciones en Castilla y León
28 pilotos de drones formarán parte de los equipos utilizados en rescates, incendios y catástrofes
Vista de un dron de vigilancia
La Agencia de Protección Civil y Emergencias de Castilla y León contará por primera vez con este personal que una vez obtenga el certificado de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, AESA, se incorporarán a los equipos de estos servicios.
En la actualidad, los drones se han convertido en un recurso muy valioso para la prevención de catástrofes y la gestión de las emergencias, facilitando la toma de decisiones de forma rápida.
Según los datos consultados por THE OBJECTIVE, el manejo de estas aeronaves exige estar en posesión de certificados y licencias que acrediten haber superado las pruebas de conocimiento y las aptitudes prácticas que AESA requiere para cada tipo de dron y actividad a realizar. Las empresas adjudicatarias de los contratos administrativos cuentan por su parte con la certificación que las acredita como operadoras de drones.
Una tecnología con numerosas aplicaciones
Esta tecnología puede ser de gran ayuda para mejorar la planificación de las actuaciones de emergencia y la coordinación de los recursos. Se empleará en el diseño de los planes de emergencia o apoyo a los equipos de lucha contra el fuego. Servirá tanto en los trabajos de prevención como de extinción, aprovechando su capacidad de visión dentro del humo.
Asimismo, los drones colaborarán en el rescate de personas, ya que pueden llegar a lugares remotos o de difícil acceso y recorrer una amplia extensión de terreno en un tiempo muy rápido. Aportan información exacta de dónde se ha producido el incidente y dónde están las posibles víctimas gracias a los sistemas GPS y geolocalización o a los sensores infrarrojos y térmicos que llevan incorporados.
Otras de las aplicaciones son la de guía de las personas desorientadas, una de las emergencias que con gran frecuencia se atiende desde el 112.
Otros de sus posibles usos son el transporte de medicamentos, alimentos u otros bienes de primera necesidad a las zonas afectadas por una catástrofe, labores de vigilancia y seguridad sobre las grandes concentraciones de personas, o apoyo en la coordinación de las situaciones de emergencia, evitando así poner en peligro vidas humanas.
