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La subordinación de Yolanda Díaz ante Junts incomoda al sector catalán de Sumar

Los de Díaz dejan a los socialistas llevar las riendas de la negociación, pero en Cataluña piden más autonomía de Junts

La subordinación de Yolanda Díaz ante Junts incomoda al sector catalán de Sumar

La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, en la feria internacional de turismo. | Europa Press

El sector catalán de Sumar, formado por los Comunes de Ada Colau, está viviendo con malestar las negociaciones que se están llevando a cabo con Junts per Catalunya para la amnistía, y en algunos casos, critican la actitud que mantienen los miembros del grupo parlamentario capitaneado por Yolanda Díaz. El hecho, por ejemplo, de que el pasado martes en el Congreso los de Sumar se abstuvieran y votaran a favor de las enmiendas que presentó el partido de Carles Puigdemont para ampliar la amnistía ha incomodado a los catalanes de Sumar, reacios a escenificar en el Congreso demasiada cercanía con Junts. Ha sido un «error», comentan en conversación con este diario fuentes de la formación, que confirman la existencia de este malestar.

Los de Junts presentaron en la caótica sesión parlamentaria del martes una batería de enmiendas enfocadas a ampliar la amnistía para cualquier delito vinculado al terrorismo y a la alta traición. Y Sumar en algunos casos votó a favor de esas iniciativas, mientras que en otras se abstuvo, en contra incluso del criterio del grupo socialista. Los de Puigdemont reaccionan así a las investigaciones judiciales sobre lo ocurrido durante el procés, rompiendo, al menos de momento, el consenso con los socialistas sobre el perímetro de la nueva ley.

Puigdemont tensa la cuerda y Sumar se ha expuesto en el Congreso, respaldando sus exigencias, desmarcándose incluso del PSOE, que votó en contra de esas enmiendas, al igual que lo hicieron el PP y Vox. Esta subordinación a los intereses de Puigdemont -más allá de que todos comparten el apoyo a la amnistía- está generando fracturas en el bando de Díaz. Este diario ya publicó que algunos sectores avisaban de que el coste de un fracaso en la negociación sería muy alto para Sumar, y hasta empujan para un debate sobre la permanencia en el Gobierno. Quien lidera el movimiento, sin embargo, se enroca en una defensa cerrada de la presencia en el Ejecutivo, aun sabiendo que deben navegar en un mar de contradicciones.

La foto con Puigdemont

«Por un lado, no les gusta nada lo de Junts, pero por el otro, están aferrados a sus sillones», comentan los partidarios de Díaz, que avisan de que votar a favor de las enmiendas propuestas por Puigdemont ha sido un error táctico. Los catalanes, es decir, sectores de los Comunes y también del mundo sindical activo en la región, no quieren que Díaz se exponga demasiado en la negociación. Las imágenes de la cita con Puigdemont en Bruselas siguen siendo comentadas internamente, donde esperan que no se repitan más «fotos». Y puede que, al menos en este punto, Díaz coincida con este sector. Según sostienen las fuentes consultadas en Sumar no se esperan más encuentros de ese tipo, dejando al PSOE el protagonismo en la negociación.

Yolanda Díaz con Carles Puigdemont en Bruselas
Jaume Asens, Carles Puigdemont, Yolanda Díaz y Antoni Comín. | Europa Press

El temor a una desmovilización por el acercamiento de Díaz a Puigdemont preocupa de cara a las próximas elecciones autonómicas. Los últimos sondeos alarman. El Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat vaticinó en noviembre que el PSC se mantiene al mando en intención de votos de los catalanes, mientras que los Comunes no remontan de la quinta posición, por detrás incluso del Partido Popular. Se trata de datos que confirman la alarma y malestar que existe a nivel de militancia, según comentan las fuentes consultadas.

Este diario publicó el jueves que en el ámbito socialista están detectando un crecimiento constante de Salvador Illa. El candidato socialista a la Generalitat robaría votos tanto a ERC como a los Comunes de cara a las próximas autonómicas. «ERC baja y los comunes se hunden», pronostican las fuentes conocedoras de estas proyecciones demoscópicas. Junts, en cambio, estaría recuperando «notoriedad» gracias a su posición dura sobre la amnistía.

Sectores críticos con Asens

La sensación compartida entre miembros de los Comunes es que sus dirigentes se centran más en la promoción de su carrera política (incluso aquellos que destacan a nivel regional), que en perfilar una estrategia clara ante el protagonismo que está alcanzando Junts. Durante años, los miembros de los Comunes han señalado a Junts como una fuerza política de extrema derecha e incluso racista, por lo que incomodan las decisiones del grupo parlamentario de Sumar de alinearse con las exigencias más radicales de Puigdemont.

El hecho, además, de que un dirigente como Jaume Asens esté alcanzando mucho peso interno en la formación también incomoda. Asens formaba parta de la cúpula de Podemos cuando ya existía un choque entre los Comunes y los morados. Ahora se ha dado de baja del partido de Ione Belarra e Díaz se ha encomendado a él para intentar interceder con Puigdemont y su círculo. Asens es quien está liderando en este momento el planteamiento de Sumar sobre la amnistía, con una propuesta que pasa por aprobar la norma y después retocarla «si los jueces en su aplicación la sabotean». Pero en sectores de los Comunes afines al izquierdismo tradicional de Iniciativa per Catalunya Verds, Asens siempre ha sido considerado un «independentista».

Jaume Asens
Jaume Asens. | Europa Press

El pasado miércoles, Asens acudió al plató de TV3 para ofrecer el punto de vista de Sumar en el embrollo de la amnistía. Volvió a hablar de la posibilidad de modificar el código penal para retocar la definición de terrorismo, y de ahí encorsetar a los jueces que buscan imputar y detener a Puigdemont y los demás promotores del procés. Se trata de una línea política que hasta ahora había defendido Podemos, y que ahora ha abrazado Sumar de la mano de un dirigente que aconsejó a Toni Comín fugarse a Bruselas, antes de que lo hiciera Puigdemont. La influencia que ejerce Asens irrita a todos aquellos que siguen defendiendo el proyecto de la política gallega, pero insisten en la necesidad de mantener autonomía política y estratégica de Junts.

Las fuentes consultadas también sostienen que en sectores de Comisiones Obreras en Cataluña no se ha entendido esta subordinación de Sumar a Puigdemont. «La gente de Yolanda no está contenta», explican las fuentes consultadas para referirse a esos grupos, que, según dicen, «están cabreados». Quieren que la vicepresidenta haga más énfasis en las cuestiones laborales y, sobre todo, que tenga un perfil más «anti indepe».

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