Sánchez defiende a Bono ante la sospecha de haberse llevado secretos del Gobierno

El Gobierno de Pedro Sánchez ha amparado al exministro de Defensa José Bono de las acusaciones de haber hecho públicos informes clasificados que, presuntamente, habría sacado de los archivos del Estado Mayor de la Defensa y de este departamento ministerial. Estos documentos forman parte de los más de 20.000 que el exministro donó en enero de 2020 a la Fundación Pablo Iglesias del PSOE. En una respuesta parlamentaria al Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, a la que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, el Ejecutivo asegura que Bono «no está en posesión de ningún documento clasificado desde el día de su cese como ministro de Defensa y ha cumplido exactamente todas sus obligaciones legales«.

Los populares retomaron la ofensiva contra José Bono el pasado 5 de marzo cuando los diputados del PP Rafael Hernando y Carlos Rojas registraron varias preguntas en el Congreso de los Diputados en las que se interesaban por varios asuntos. En primer lugar querían saber si el Gobierno es «conocedor de la documentación escaneada» por Bono en su etapa como ministro de Defensa. En el caso de que fuera afirmativo, instan al Gobierno a «concretarla».

Otra cuestión de interés son los informes del CNI que han sido ‘donados’ por el exministro de Defensa a la citada fundación; el sistema y grado de protección de la información sustraída; las medidas previstas para recuperar esta información, que en algún caso debería ser clasificada como secreta o confidencial; la «costumbre» de los ministros de Defensa «del PSOE de escanear documentos o información confidencial para documentar libros, memorias o hacer donaciones a fundaciones privadas»; «la sustracción de algún tipo de documento clasificado reservado que aún obra en su poder»; los acuerdos del Consejo de Ministros en el que se haya procedido a desclasificar los documentos sustraídos; y una explicación de la posesión de copias de cartas de dos expresidentes del Gobierno.

El Gobierno responde el 12 de este mes a todas estas cuestiones con una misma respuesta a cada una de las preguntas: «Desde el día de su cese como ministro de Defensa no está en posesión de ningún documento clasificado y ha cumplido exactamente todas sus obligaciones legales».

Uno de los documentos es el conocido como «informe Marino», redactado por un militar del mismo nombre, sobre la seguridad de los aviones que trasladaban las tropas españolas a las misiones internacionales, previo al accidente del Yak-42 y que es un documento clasificado. En el infome que Bono donó a la Fundación Pablo Iglesias aparece este informe con el epígrafe reservado oculto, según denunciaron en su día fuentes solventes. Otros documentos podrían estar relacionados con el 11-M.

Los diputados populares justifican su pregunta en que «Bono donó en enero de 2022 a la Fundación Pablo Iglesias decenas de miles de documentos que habría obtenido en virtud de los distintos cargos públicos que habría ostentado para que sean de conocimiento público para investigadores e historiadores. Según hemos conocido a través de distintos medios, entre ellos figuran documentos que él mismo habría conocido en virtud de su cargo al frente del Ministerio de Defensa entre 2004 y 2006 y de los que el ministerio sería depositario. Documentos que habrían sido escaneados por él mismo y sustraídos del propio ministerio».

Entre la documentación, según los populares, estaría «correspondencia de presidentes del Gobierno. Informes diversos, del CNI, del jefe del Estado Mayor, de operaciones del ejército español en zonas de guerra, del Ministerio del Interior… En algunos casos, informes que incluso se negaron al Parlamento, por afectar a la Seguridad Nacional. Gran parte de esa documentación conocida por él mismo y entregada a la fundación sería materia reservada o clasificada».

El exdirigente socialista afirmó en febrero de 2022 durante un coloquio en el Club Siglo XX: «No publico ningún documento clasificado, ninguno. Sí publico información que está contenida en algún documento clasificado. No lo sé por el documento, lo sé por otras fuentes que estoy autorizado a saberlo». Como ejemplo de esta circunstancia señaló que, «el día que el teniente general Mena dijo en el Consejo Superior del Ejército que, si el Rey no actuaba contra el Estatuto de Cataluña, le harían que hiciese las maletas y se fuera como se fue su abuelo, es posible, a lo mejor, que esté en el acta donde lo dijo, no lo sé, no me acuerdo. Lo que sí sé es que tengo una carta de otro general, diciéndomelo, y esa carta no está clasificada, esa carta es mía, y la he publicado».

Bono justificó el haber contado información clasificada y haber accedido a ella en que tiene «fuentes no clasificadas» y lo explicó de la siguiente forma: «Aquí no hay documentos clasificados, pero hay información que yo tengo por fuentes no clasificadas, que se publican». Fuentes consultadas por ABC aseguran que la publicación de información clasificada puede ser un delito.

También asegura que en esa documentación no desvela secretos del Consejo de Ministros , subrayando que «yo he publicado aspectos del Consejo de Ministros. El Consejo de Ministros, en mi época, ahora no lo sé, había un desayuno muy largo, a Zapatero le gustaba alargar mucho el desayuno, y casi siempre en el desayuno se hablaba de lo que iba a hablarse dentro. Yo todo lo que digo es lo que se hablaba en el desayuno».

El exministro solo ha depositado en la Fundación Pablo Iglesias una parte de los 117.000 documentos que forman su «legado digital». Bono subraya que es «un acta notarial que no es contra nadie» y afirma con ironía que «frente al plasma, la transparencia, que suele ir unida a la decencia. Quien no es decente no puede ser transparente».