Ábalos reconoce que Koldo y Aldama tenían una relación extralaboral: «No me gustaba»
El exministro afirma que conoció al empresario como asesor de Air Europa y que coincidieron la noche del Delcygate
José Luis Ábalos durante su comparecencia en la comisión del caso Koldo en el Senado. | A. Martínez Vélez (Europa Press)
Koldo García y Víctor de Aldama mantenían una relación «extralaboral». El ministro de Transportes durante la pandemia, José Luis Ábalos, ha reconocido este lunes que su antiguo asesor y el empresario estaban en contacto, aunque «no me gustaba mucho». El exdirigente socialista ha subrayado en la comisión de investigación del Senado que «cada uno puede relacionarse con quien quiera, pero fuera del ministerio». El que fuera número tres del PSOE también ha explicado que conoció a Aldama porque era asesor de Air Europa, y que se encontró con él por casualidad en el aeropuerto de Barajas la madrugada del 20 de enero de 2020, en la que impidió que la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, pisara suelo español.
Ábalos ha recalcado que la relación entre Koldo y Aldama se produjo al margen de su trabajo en el ministerio, aunque ha subrayado que desconocía los negocios que pudieran mantener. Ha insistido que su asesor no tenía ninguna competencia para decidir las compras y que todo el proceso lo supervisó el subsecretario de Estado. Tampoco él hizo seguimiento de las adquisiciones. Su departamento realizó dos adjudicaciones bajo sospecha a Soluciones de Gestión por valor de 33 millones de euros, uno a través de Puertos del Estado y otro de Adif.
La empresa zaragozana fue beneficiada con nueve contratos públicos a dedo de Administraciones gobernadas por los socialistas por valor de 53 millones. Algunas de ellas habrían decidido realizar estas operaciones tras las recomendaciones del departamento que dirigía Ábalos. El exministro, que ha puesto en duda que exista una trama de mascarillas, ha insistido en que «jamás» despachó con Koldo García sobre los contratos de Soluciones de Gestión «ni me hubiese prestado a ello».
Ábalos niega la trama
Los investigadores del caso Koldo sospechan que Aldama es la piedra angular de la trama. El empresario habría recibido al inicio de la pandemia la noticia de que el Ministerio de Transportes iba a adquirir mascarillas a través del asesor de Ábalos. El también presidente del Zamora CF era consciente de que no disponía de medios para realizar la operación, así que contactó con otro empresario, Juan Carlos Cueto, para valerse de la logística de su grupo.
«El negocio de las mascarillas necesitaba un elemento fundamental: dinero. La primera compra debería hacerse a proveedores chinos adelantando su importe en un mercado de alto riesgo de fracaso y engaño en un momento caótico de pandemia. La financiación no se podía conseguir de los bancos en una situación tan urgente, por lo que solo podían hacer frente a este negocio empresas que asumieran el riesgo y tuvieran el dinero», esgrimen los investigadores. Con estas compras, Aldama se habría de más de 5,5 millones.
El propio Ábalos ha señalado en la comisión que en ese momento de la pandemia se encontraron con «muchos inconvenientes» ya que muchos proveedores no tenían capacidad de adelantar el pago del material sanitario, ya que no se adelantó dinero: solo pagó las mascarillas cuando constataron que no eran defectuosas. Se ha sacudido cualquier responsabilidad asegurando que él no realizó ningún seguimiento y que otros organismos de su departamento también compraron tapabocas, pero no a Soluciones de Gestión: «Cada uno compró a quien quiso».
El exministro socialista ha reconocido que conocía a Aldama porque era asesor de Air Europa, una de las empresas más importantes del sector. La compañía admitió a THE OBJECTIVE que la relación comenzó a finales de 2018, pero que no fue hasta septiembre de 2019 cuando le contrataron como asesor externo durante «menos de un año». El presidente del Zamora CF había mantenido previamente reuniones con políticos mexicanos y con Ábalos para crear una ruta aérea directa entre Madrid y Oaxaca, uno de los Estados que conforman el país centroamericano.
Recuperar la deuda
El empresario tuvo otro cometido para Air Europa: recuperar los casi 200 millones que le debía Venezuela, que lleva más de una década reteniendo fondos de las compañías aéreas que operan en el país. La aerolínea prometió pagarle cinco millones de euros si lo conseguía. La dificultad llevó al comisionista a plantear a la compañía la posibilidad de cobrar la deuda mediante petros, una criptomoneda creada en diciembre de 2017 por el Gobierno de Nicolás Maduro y liquidada el pasado enero. La operación no fructificó porque el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, no admitió el acuerdo.
«Aldama tenía relaciones en Venezuela con tirios y troyanos», ha subrayado Ábalos durante su comparencia. Ha reconocido que coincidió con él en un viaje oficial a México en febrero de 2019, pero no antes, tras un encontronazo con el senador popular Alfonso Serrano. El empresario también medió en las negociaciones del rescate de Air Europa por más de 475 millones, que se hizo efectivo en noviembre. Incluso confesó a la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) que había cobrado 169.400 euros por sus servicios.
El exministro ha explicado que se vio con el presunto cerebro del caso Koldo en el aparcamiento de la terminal privada del aeropuerto de Barajas la madrugada del 20 de enero de 2020, cuando recibió la instrucción del Gobierno de impedir que Delcy Rodríguez pisara suelo español.
La dirigente latinoamericana tenía prohibido desde 2017 ingresar en cualquier territorio de la UE por ser un alto cargo del régimen de Nicolás Maduro. El diputado valenciano, ahora en el Grupo Mixto, ha calificado la operación como «una misión diplomática exitosa». Ha explicado que le encargaron el cometido porque la ministra de Exteriores, Arantxa González Laya, se encontraba fuera de España y él tenía relación con el ministro de Turismo venezolano, «que sí bajó del avión porque sobre él no recaía sanción. Participó en Fitur y en la recepción del Rey».
Ábalos ha negado tajantemente que aquella noche se bajaran una gran cantidad de maleta, como apunta un acta del equipo de seguridad. Lo ha tachado como «un alarde de imaginación». «Es de los bulos mejor instalados en este país. No existieron las maletas. Y no existiendo las maletas es muy difícil hablar de contenidos. Llevaban equipaje personal que igual que salió del avión, entró en el de Doha», ha insistido el exministro, ahora apartado por el PSOE. Una decisión que, asegura, va a recurrir.
