Un yihadista alega su gusto por Camarón para negar adoctrinamiento con música religiosa

Un hombre acusado de adoctrinamiento yihadista pasivo ha negado el consumo de cánticos relacionados con la yihad, llamados anasheed, que consumía presuntamente mientras estaba en prisión y que su madre le entregó en una de las visitas escondiendo un pen drive en su moño. El hombre, que se enfrentaba este lunes a la primera jornada de juicio en la Audiencia Nacional, ha asegurado que la música que su madre le entregó no era la música que había pedido: el prefiere a Camarón, Los Chichos o reguetón.

Su hermana ha testificado sobre cómo el pen drive llegó a sus manos y ha manifestado su desaprobación con lo que hizo su madre, encargada de entregar el pen. Mientras, el acusado afirma haber pedido música a su familia, pero no los anasheed. El pen drive contenía decenas de cánticos de esta índole en una carpeta del dispositivo portátil. La investigación sobre su posible implicación en el terrorismo comenzó por el pen que fue interceptado a su madre.

Al acusado, a raíz de su detención, le fueron también intervenidos en su móvil, que contenía vídeos y fotografías de carácter yihadista. Sobre esto, el hombre ha manifestado que le «saltaron» en la plataforma TikTok y que por mera curiosidad les hizo «un pantallazo».

Prender fuego a un coche policial

Tras el incendio del vehículo, el 8 de marzo de 2020, el fiscal le atribuye haber rociado de líquido inflamable un coche policial en Melilla, donde reside con su familia, que contenía un equipo de grabación para registrar sus movimientos tras sospechar que estaba siendo vigilando una vez fuera de prisión. El hombre ha relatado que lo vio al llegar a su casa cuando su pareja le dejó en la puerta donde vio una aglomeración de personas y se puso a grabarlo.

Uno de los agentes ha declarado que después de producirse el incendio el acusado hizo una serie de búsquedas para ver si aparecía en internet y que derivaron después en asuntos relacionados con la investigación del terrorismo yihadista y las intervenciones telefónicas, mientras él ha afirmado que la búsqueda de las grabaciones en la web se dio por simple curiosidad.

Su hermana también ha testificado sobre el incendio explicando que él llegó a casa a las 23.15 horas y que una hora más tarde oyeron la explosión, por lo que bajaron a la calle a comprobar lo sucedido, sin que ella supiera que él había grabado ese vídeo.

Solicitud de la Fiscalía

La Fiscalía pide para Hafid M.M, 9 años de cárcel por un delito de adoctrinamiento pasivo y por haber quemado un coche de la Policía que le seguía en Melilla, lo cuales han sido negados por él, y ha asegurado que «Yo no he estado radicalizado, en ningún momento lo he estado» mantenido esta respuesta a las preguntas del fiscal y su defensa en el juicio que se celebra contra él en la Audiencia Nacional desde este lunes.

La Fiscalía entiende que sufrió un proceso de radicalización en la prisión de Botafuegos (Algeciras) desde 2018 que le llevó a consumir y difundir «material videográfico» de carácter yihadista, mientras él ha insistido en no «simpatizar» con asesinos. Además ha negado cualquier relación con personas vinculadas de alguna manera con el terrorismo yihadista y solo ha admitido haber coincidido unas horas con una de la personas por las que se le ha preguntado.

El preso con el que el acusado coincidió, ha testificado y ha dicho que coincidieron una semana en la cárcel de Morón de la Frontera y que ahí le escuchó poner anasheed y hablar por el móvil con otro al que le decía de ir a Siria, si bien ha precisado que no le percibió una religiosidad extrema.