El estudio, publicado en Science Translational Medicine, muestra cómo trabaja este sistema en corazones de cerdos. A través de pruebas en seis de estos animales, los científicos consiguieron sincronizar la funda con cada movimiento y forma del corazón. Además, esta funda robótica ayuda a aumentar la cantidad de sangre bombeada por todo el cuerpo, según explica el estudio, y cuando el corazón deja de bombear, las fundas consiguen restaurar el flujo sanguíneo.
Actualmente, existen dispositivos que ayudan al corazón cuando este falla, pero al estar en contacto directo con el tejido del corazón, el cuerpo puede reaccionar de forma negativa a ellos, creando así un riesgo de que aparezcan coágulos de sangre. La Fundación Británica del Corazón ha descrito este avance como una “aproximación innovadora” que, no obstante, necesita más pruebas experimentales.