Demi Lovato y otros cinco ídolos juveniles que han tenido problemas con las drogas

Trabajar de cara al mundo. A todo el mundo. Recibir críticas cuando algo se hace mal. Ser señalado cuando se gana peso. Más allá de las fortunas que ganan, el escrutinio al que están sometidas las personas famosas tiene como consecuencia, en muchos casos, que acudan a las drogas —especialmente, al alcohol— para lidiar con el estrés. Y esta ansiedad es más difícil de controlar cuando se trata de jóvenes o adolescentes, que tienen menos herramientas emocionales para hacer frente a estas situaciones. Muchos ídolos juveniles e infantiles han tenido problemas de adicciones que han combatido con mayor o menor éxito. Estos son algunos.

Demi Lovato

La actriz y cantante estadounidense Demi Lovato, de 25 años, ha sido la última en dar un susto a sus admiradores cuando, a finales de julio, tuvo que ser hospitalizada de urgencia por una sobredosis de heroína. La estrella llevaba años luchando contra las adicciones y hace solo unas semanas estrenó su nuevo single, ‘Sober’ (Sobria), en el que decía que había vuelto a caer en el alcohol. Distintas personalidades decidieron mostrar su apoyo a Lovato tras su recaída, entre ellas Kim Kardashian, Ariana Grande, Katy Perry y Ellen DeGeneres. “Lo que he aprendido es que esta enfermedad no es algo que desaparece o se desvanece con el tiempo”, ha dicho la estrella tras su ingreso. “Es algo que debo continuar superando y aún no lo he hecho”.

Cory Monteith

El actor y músico Cory Monteith se hizo famoso en todo el mundo gracias a su papel de Finn Hudson en la multipremiada serie musical Glee. Durante la cuarta temporada de la serie, el actor tuvo que ir a una clinica de rehabilitación —en marzo de 2013— por lo que su personaje fue eliminado de los dos últimos episodios con la promesa de que el actor podría reincorporarse a la serie en la siguiente temporada después de su desintoxicación. Sin embargo, nunca llegó a grabarla, ya que murió ese mismo julio debido a una sobredosis de heroína y alcohol. Además, en el momento de su muerte, también se encontraron en su organismo rastros de morfina y de codeína.

Drew Barrymore

El de Drew Barrymore es un caso notable tanto por su edad como por su superación. La actriz procede de una legendaria familia de actores y ella misma amplió el legado cuando entró en el mundo del cine con su papel de Gertie, la hermana de Elliott, en E.T., el extraterrestre. Sin embargo, con tan solo nueve años, según ha contado ella misma, ya fumaba y bebía alcohol. A los 11 ya tomaba drogas. Pero a pesar de lo tempranas que fueron sus experiencias con las drogas, Drew Barrymore ha sabido mantenerse alejada de las adicciones y ha construido una sólida carrera como actriz y productora que la ha llevado a ganar reconocimientos como una estrella en el Paseo de la Fama y un Globo de Oro.

 

Lindsay Lohan

Lindsay Lohan era una de las actrices más prometedoras de su generación a finales de los 90 y principios de los 2000. Películas como Tú a Londres y yo a California o Chicas malas la situaron como uno de los iconos juveniles más reconocibles de la época. Pero una serie de problemas con el alcohol y las drogas han hecho que su popularidad decayera y (de momento) nunca volviera a sus años álgidos. Sirva como ejemplo que, en el año 2007, fue detenida por conducir bajo los efectos del alcohol y solo dos semanas después de salir de la clínica de rehabilitación, volvió a ser detenida por posesión de cocaína. En 2014 protagonizó un reality show sobre su vida tras su (enésima) salida de una clínica de rahabilitación.

Britney Spears

De merendarse escenarios delante de decenas de miles de fans a ponerse a liarse a paraguazo limpio (literalmente) con el coche de un paparazzi con la cabeza completamente rapada. Britney Spears ha logrado reconducir su carrera después de los escándalos de finales de los 2000. A pesar de tener cuidadosamente construida una imagen de chica buena, virgen e inocente, Britney Spears demostró años más tarde que su auténtica vida estaba bastante alejada de esa fachada que mostraba a los medios y al público. Desde entonces ha visitado distintas clínicas de rehabilitación.

Daniel Radcliffe

Aunque Daniel Radcliffe ha intentado reconducir su carrera en los últimos años, de momento sigue siendo Harry Potter para la mayoría del público. El actor interpretó al popular mago durante una década, entre los 12 y los 21 años. Y años más tarde reconoció, en una entrevista con el tabloide británico Daily Mirror, que, en ocasiones, llegaba a los rodajes todavía ebrio por los excesos de la noche anterior. En declaraciones recogidas por The Guardian, decía: «Me quedaba en mi apartamento durante días y bebía solo. Era un recluso a los 20 años. Era patético, no era yo. Soy una persona educada y divertida y [el alcohol] me convirtió en un aburrido maleducado».